Coronavirus en Panamá
Actos vandálicos no son un asunto de necesidad alimentaria, sino de oportunismo
Repasamos el contexto histórico del vandalismo en Panamá y la causa de esta conducta, que reapareció durante los días de cuarentena por el COVID-19.
- Karol Elizabeth Lara
- /
- /
- /
- - Actualizado: 08/4/2020 - 03:32 pm
Semanas después de que en Panamá se decretara estado de emergencia para hacerle frente a la lucha contra el coronavirus, los primeros casos de vandalismo comenzaron a aflorar. Comida tirada en el piso, vidrios rotos y puertas forzadas agitaron el ya tenso panorama coloreado por la mortal pandemia.
El fenómeno, excusado por sus protagonistas en el hambre, evoca en menor medida a aquellos días de diciembre de 1989, posteriores a la invasión de Estados Unidos, cuando la gente asaltaba los comercios en busca de lo que encontraran a su paso.
Para esa época, recuerda el periodista Aurelio Martínez, las personas se jugaban la vida en los saqueos, los mayores registrados en la historia de Panamá.
"Tres días después de la invasión, caminé desde Vía España hasta el final de Calidonia. Todo estaba saqueado, daba tristeza, había gente con lavadoras, estufas, neveras y con montones de ropa. La calle era un desastre. Fallecieron varias personas electrocutadas y una murió guillotinada por uno de los vidrios de las ventanas", rememoró Martínez.
Tal conducta tuvo repercusiones negativas en la sociedad de ese entonces.
"Los saqueos en Panamá tienen un denominador común, un pueblo con una educación deficiente, carente de valores morales mínimos. En el caso de la invasión, los saqueos se dieron por la baja calidad humana de todas las clases. El impacto fue el cierre y la quiebra de muchas empresas. Pero el gobierno dio ejemplo de austeridad y la economía empezó a recuperarse en menos de dos años", puntualizó René Hernández, ex secretario de prensa del gobierno de Guillermo Endara.
VEA TAMBIÉN: Xavier Sáez-Llorens advierte de las lecciones que se deben aprender del COVID-19
VEA TAMBIÉN: Panamá participará en ensayo clínico de tratamientos contra el COVID-19
Tras el colosal saqueo de 1989, Panamá ha vivido pequeños episodios de turbación que han llevado a la gente a adoptar de nuevo este comportamiento.
Sin embargo, a diferencia de la situación ya mencionada, los actos vandálicos más recientes se disfrazaron en protestas sociales, en las que una necesidad alimentaria o básica, no era el tema central.
Fue el caso, por ejemplo, de las manifestaciones de 2001 y 2003, contra el alza del pasaje y el repudio a la posible privatización de la Caja del Seguro Social, respectivamente. Así mismo, en 2012, se dio una fuerte protesta para rechazar la supuesta privatización de la Zona Libre de Colón, en la que se reportaron algunos saqueos.
¿Por qué ocurren los saqueos?
Según el investigador social Gilberto Toro, hay dos factores a resaltar en este tema. Por un lado están los precedentes en esta materia, por otro la desigualdad y corrupción que llevan a la gente a pensar que tienen el derecho de tomarse la justicia en sus manos.
"Tenemos antecedentes de saqueo en nuestra sociedad, entonces esos antecedentes motivan, orientan, guían a otros a que eso es una forma fácil de conseguir hasta lo que no necesita. No es una conducta nueva, esta se presenta como una hazaña y un logro", precisó Toro.
Atención| Si participas en saqueos de negocios o tiendas comerciales, serías sancionado con penas que van de 7 a 12 años de prisión por los delitos de:
— Ministerio de Seguridad Pública de Panamá (@MinSegPma) March 31, 2020
Robo con violencia agravada
Vandalismo a la propiedad privada
Asociación ilícita #QuédateEnCasa pic.twitter.com/KFxGp9LzT9
En cuanto a la corrupción y desigualdad, Toro considera que al existir en el país, "llega un momento en el que un sector, sin importar la clase social, se ampara en ellas para proceder".
"Se justifican como desprotegidos, engañados, abandonados. Ello trae un código de 'si no me resuelvo yo, nadie lo va a hacer'. No miden si van a ser repudiados o detenidos", aclaró.
VEA TAMBIÉN: Preocupación y estrés por el COVID-19 bajan las defensas de la población, haciéndola propensa a enfermarse
Toro igualmente dijo que no se debe estigmatizar a los pobres o residentes de sectores populares, pues estos casos se presentan en todas las clases sociales.
"No se debe criminalizar la pobreza y los sectores populares, esta situación moviliza a cualquier grupo social. En los actos vandálicos, lo que menos se roba es comida. Se roba ropa, zapatillas, licor, celulares y relojes. Es un aprovechamiento de la situación, la razón es la de menos. Decir que es por hambre se cae de su peso", argumentó.
¿Qué hacer ante este proceder?
Si bien la situación particular del COVID-19 puede generar incertidumbre, Toro cree que se debe identificar a los grupos que amenazan con cometer este tipo de acción.
"La única forma de que este tipo de conductas efectivamente se controle es con la aplicación de la fuerza, si se aplica la fuerza la gente lo ve como una medida de escarmiento y castigo. El panameño tiende a pensar que eso no le va a pasar y siempre habrá un grupo que se arriesgue", sentenció.
¡Mira lo que tiene nuestro canal de Youtube!
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.