PANAMÁ
El niño de ocho años mantiene las marcas de las quemaduras en diversas partes del cuerpo, desgarramiento del labio inferior y literalmente casi sin dientes.
Se logró conocer que la madre pudo sacarlo de sus captores, quienes son supuestos integrantes de una secta religiosa que opera en esa área. Foto. Ilustrativa
Espeluznante y doloroso. Es la experiencia que le ocasionaron algunas personas residentes en Loma Yuca, en la Comarca Ngäbe Buglé a un menor de ocho años de edad.
El niño registraba quemaduras en casi todo su cuerpo, por causa de los tizones y cucharas que le ponían.
Se conoció que al menor de edad también lo tenían encerrado y por varias semanas no recibió nngún tipo de alimentación.
El niño mantiene las marcas de las quemaduras en diversas partes del cuerpo, desgarramiento del labio inferior y literalmente casi sin dientes, entre otros vejámenes.
Por este motivo, el menor de ocho años de edad se encuentra hospitalizado desde hace varias semanas en el Hospital Regional de Veraguas, Dr. Luis “Chicho” Fábrega.
Las autoridades del Ministerio Público y la Senniaff de Veraguas confirmaron el inicio de las primeras investigaciones, luego de conocer que en la sala de pediatría del centro hospitalario de Veraguas una madre residente en Loma Yuca, Comarca Ngäbe Buglé, se encontraba con su hijo, y que este presentaba severos signos de maltrato.
Se logró conocer que la madre pudo sacarlo de sus captores, quienes son supuestos integrantes de una secta religiosa que opera en esa área.
Haroldo Pineda, director regional de la Senniaff en Santiago, dijo que lo sucedido con el niño es doloroso, puesto que a este pequeño le han causado un daño que tal vez no se pueda superar por el marcado maltrato que sufrió.
“De no haber sido por su madre, quien se atrevió a sacarlo del cautiverio en el que se encontraba en Loma Yuca, corregimiento de Piedras Rojas, distrito de Kusapín, tal vez el menor hubiese fallecido”, sentenció Pineda.
En el Ministerio Público, el fiscal superior de Veraguas, Luis Martínez, inició las primeras investigaciones de este horroroso caso donde la madre huyó con el pequeño a hombro caminando por más de seis horas por la selva y las montañas hasta llegar a Santa Catalina y de allí a Calovébora donde fue atendido inicialmente por personal del centro de salud y luego enviado al Hospital Dr. Luis “Chicho” Fábrega donde actualmente mejora su condición de salud.
El delicado caso fue remitió a la Fiscalía Superior de Asuntos Indígenas en la provincia de Bocas del Toro, donde se adelanta parte de las averiguaciones en contra de las personas, quienes literalmente desfiguraron la boca del niño, le causaron las quemaduras en el cuerpo, entre otros vejámenes.
Por el momento no se ha informado de la aprehensión de los involucrados en este hecho en el que un niño casi muere en las manos de inescrupulosos y presuntos fanáticos de una secta.
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