Panamá
Qué estás en los cielos
Jesús tenía la costumbre de mirar al cielo, cuando oraba públicamente, cuando hacía un milagro y estoy seguro cuando estaba a solas con su Padre Dios.
- Monseñor Rómulo Emiliani cmf
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- - Actualizado: 26/2/2024 - 08:30 am
Monseñor Rómulo Emiliani cmf
Jesús tenía la costumbre de mirar al cielo, cuando oraba públicamente, cuando hacía un milagro y estoy seguro cuando estaba a solas con su Padre Dios. Era el cielo su referencia más socorrida.
En el Padre nuestro lo dice expresamente. Que su Padre está en cielo. Y estoy seguro de que cuando lo decía levantaba la mirada al cielo. Pero sabemos que Dios es más, infinitamente más que el cielo. Más que los miles de millones de Galaxias.
Dios supera, trasciende todo lo creado, y además de haber hecho todo, lo fundamenta y lo mantiene. Pero Jesús usó esa expresión para decir que Dios está en otra dimensión y también en la tierra. Que trasciende todo lo creado y su ser está por encima de todo. Y que también por supuesto está en todo lo creado.
Jesús tenía los pies en la tierra, pero lo trascendía todo. Nada más hay que ver las parábolas, para darnos cuenta de que lo observaba todo. Estaba pendiente de muchos detalles. Pero su última y mayor referencia era el Padre. Y era muy sensible al dolor humano, y por eso sanaba, hacía milagros, echaba demonios, liberaba a las personas de las opresiones de las tinieblas.
El Dios revelado por Jesús es infinitamente grande, poderoso, sabio, misericordioso. No tiene principio ni fin. Es bueno recordar eso, porque nosotros tendemos a fabricarnos un dios de bolsillo, hecho a nuestra medida, manejable, manipulable. Y lo usamos casi como amuleto de protección, o como dios bombero, que apaga el fuego de nuestros problemas, desgracias y ya. Cuando desaparece la crisis, ya ese dios desaparece.
En definitiva, es un dios muy pequeño, que lo sacas y lo metes en el bolsillo cuando quieres. Ese es un dios falso. En cambio Jesús tenía la concepción de un Dios que es Padre, y él su hijo, y que con el Espíritu Santo viven en el amor absoluto, un Dios uno y trino, un Dios que lo crea todo y lo trasciende todo. Que era y es un Dios que tiene todo el poder y la gloria. Que es un Dios infinitamente más grande que todo lo creado.
Jesús no se quedaba sólo con lo de la tierra. De hecho su reino no es de este mundo. Siempre su referencia es su Padre que está en el cielo, símbolo también de quien tiene todo el dominio, todo el poder, toda la gloria. De quien está en lo más alto, del que reina sobre todo lo que existe. Nosotros debemos también tener esa referencia última, la más importante, la que debe prevalecer en todo: Nuestro Dios que está en el cielo. Amén.
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