Panamá
OMC y Tedros: Gran farsa. ¿Soberanía o frustración
Tedros aspira, luego del claro fracaso de su aparatoso tratado, aprobar enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional –RSI- de la OMS.
- Silvio Guerra Morales
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- - Actualizado: 31/5/2024 - 12:00 am
TEDROS ADHANOM, el flamante Secretario de la OMS, no para. Moralmente golpeado al no trascender su archi insistente deseo, que ya raya con lo obsesivo compulsivo, de un Tratado Antipandemias, dado la no concurrencia de voluntades para la aprobación de las 194 naciones que concurren al cónclave de la 77 Asamblea de la OMS, iniciada el 27 de este mes y que debe concluir el día 1 de junio del mismo año, en ciudad de Ginebra, Suiza, y toda vez que era éste su sueño dorado, de pleno control mundial, aunque, en el fondo, Tedros no es más que un arlequín de los insaciables discípulos del dios Pluto, cuya principal pretensión, además de control económico absoluto del mundo, aspiran a una gobernanza mundial creyéndose ellos los dueños y amos del planeta.
A como dé lugar, Tedros aspira, luego del claro fracaso de su aparatoso tratado, aprobar enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional –RSI- de la OMS. Sin embrago, no le veo futuro a ello, dada la coincidencia de proyectos de enmiendas con los artículos proyectados en el fracasado tratado.
Allá, en Ginebra, Suiza, se encuentra la Vice Ministra Iveth Berríos, como cabeza de la delegación panameña. Expresé, públicamente, a través de las redes sociales, que no puede comprometerse ni enajenarse, parcial ni totalmente, nuestra soberanía sanitaria. Ello deviene en un claro delito o contra la personalidad jurídica internacional del Estado panameño, al tenor de lo que prescribe el artículo 425 del código Penal Patrio.
Hoy, más que nunca, tenemos que defender nuestros derechos, nuestras libertades y nuestra soberanía. No obstante, el RSI que data de 2005 prescribe que toda enmienda puede ser objetada por un Estado parte de la OMS y para ello, el Estado parte que objeta un proyecto de enmienda, tendría hasta 18 meses para hacerlo.
Las naciones no se comieron el cuento, ínsito en el tratado, al expresar que devenía en vinculante para las naciones, y lo etiquetaron más bien como un nefasto pedido de "renuncien a la soberanía sanitaria" y "pónganlas en las manos de la OMS". Eso conllevaba la aniquilación de los derechos y las libertades humanas. Desparecer los legítimos poderes políticos de los Estados y anular a los gobiernos. Se entronizaría. A través de dicho instrumento mundial, el tratado, un súper poder político y una supuesta policía sanitaria, a nivel mundial, auspiciada por la ONU, que nos controlaría, gobernaría y nos dominaría. Seríamos reducidos a la "nada". Devendríamos en una especie de objeto de la voluntad de los que se creen, insisto, los dueños del planeta. Sin embargo, quede claro, la lucha no termina. Esto se pone más intenso aún.
Tedros ha expresado que el "fracaso de su tratado él lo ve como un camino que lo inspira a ser insistente o persistente y que lo importante es que ya han sido sentadas las bases". Así se ha dado a conocer en noticias de canales en "you tube", menos en los llamados medios de comunicación social tipo periódicos, canales de televisión, radio emisoras, etc. Ellos no divulgan nada de esto. Ningún o poco interés tienen en hacerlo, pues ellos mismo forman parte esencial en la preservación de la agenda 20/30 y anhelan un orden mundial de dominio y exterminación de la población. Al final de cuentas, ellos, los medios, forman parte de ese engranaje que se pretende legitimar, su sueño dorado, como el todopoderoso sector de la economía que decidirá sobre nuestras formas de vida, de nuestra salud, de la convivencia e interacción humana, y también de nuestro existir.
En Panamá, entre tanto, se ha dado a conocer que el MINSA jamás comprometerá la soberanía de nuestro país. Ello, sin duda alguna, motivado por las protestas hechas por un número plural de ciudadanos, mismas que se vienen dando, desde hace dos semanas, primordialmente, y destacamos la Mesa Redonda en la que intervinieron prestigiosas personalidades como la colega Dra. Jaqueline Probst, el Dr. Trinidad Castillero, la primera, Ex Asesora Legal del Minsa y, el segundo, Ministro que fue del ramo de la salud en Panamá; también la Dra. Marta Roa, luchadora incansable de los derechos de la salud de los panameños y que ha denunciado el veneno mortal de las llamadas "vacunas", pero también cito la gran protesta efectuada el pasado sábado en la Cinta Costera de la Ciudad de Panamá, en donde intervine junto a otros ilustres profesionales y de ciudadanos muy probos, señalando que tocaba a toda la población, de este país, se nos impone el sagrado deber de defender, a diestra y a siniestra, nuestra soberanía. Destacamos el hecho, singular, que entre tanto ningún medio de comunicación social cubrió estas protestas, en el plano mundial circuló, básicamente en España, en el Canal de Los Templarios, como información noticiosas explosiva, que en Panamá los ciudadanos nos oponíamos al tratado de la OMS que implica el renunciamiento de la soberanía sanitaria. Este medio resaltó, parte de mi discurso. Cosa que para ni significó una grande honor, no por tratarse de mi persona, de ninguna manera, sino porque hicieron trascender que en Panamá hay ciudadanos que, ante las mentiras de la OMS, con la verdad por delante, denunciamos sus planes macabros.
El comunicado o la información que ha dado a conocer el MINSA, me perdonarán, pero no les creo. Nada, en lo absoluto. Durante la plandemia, nuestro Ministerio de Salud y el Gobierno, ya por irse, se postraron ante el dios OMS, sin excepciones ni objeciones.
Vigilantes y atalayas, eso somos, ante este escenario de cosas que traduce el gran mal del siglo, y que no daremos tregua a los planes de los perversos de este siglo. ¡Dios con nosotros¡. ¡Quién contra nosotros! ¡Dios bendiga a la Patria!
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