Cartas desde el frente español
Odiseas, oráculos y obispos
La derrota no está en sus planes. Si el músculo democrático no los elige, ellos se tomarán las calles para impulsar el mandato de su jerarca. Porque las dudas sobre maquinación solo van hacia un lado y son ellos los únicos que pueden realizar acusaciones de trampa.
- Alonso Correa
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- - Publicado: 23/3/2021 - 12:00 am
Ahora que estamos resurgiendo de las cenizas de la pandemia, ahora que se están realizando las investigaciones sobre el cómo se llegó a perder el control, ahora que los que descuidaron sus responsabilidades con el pueblo están empezando a verse envueltos en indagaciones, ahora que la gente está saliendo con hambre de conocer la verdad es que encontramos los portales del final.
Las conclusiones, para los que erraron, son pesadillas hechas realidad. Una época borrascosa es una capa y un sombrero de ala ancha para los bandoleros de los impuestos. Y son estos mismos pelafustanes los que ahora están tratando de enterrar más profundo sus acciones escondidas tras el velo de la pandemia.
Tan oscuro ven su porvenir que la simple idea de cerrar el circo de prohibiciones hace temblar la silla de los que presiden y, cual culebras, reptan a concurso por un puesto más tranquilo. Ahora el supuesto oráculo de la decencia española, el líder financiado por la teocracia árabe, huye cual bellaco de su trono de huesos.
La derrota no está en sus planes. Si el músculo democrático no los elige, ellos se tomarán las calles para impulsar el mandato de su jerarca. Porque las dudas sobre maquinación solo van hacia un lado y son ellos los únicos que pueden realizar acusaciones de trampa.
Para el obispo del marxismo en España, el de largos cabellos y rancia dentadura, el movido viaje continúa. El mar sigue picado pero esta nueva odisea se está abriendo en un frente conocido para sus invidentes. Ahora, por fortuna, el "enemigo" es visible. Parece que se aburrió del estrellato de la vicepresidencia y ve en la Comunidad de Madrid un lugar tranquilo para retirarse y vivir sereno, lejos del ajetreado mundillo de la política general.
Él sabe que el trabajo de gobernar no es faena sencilla y, con todo el ímpetu de un feminista de sofá, retiró a la candidata para mostrarles a todas las integrantes de su banda cómo hacer bien su trabajo. Demostrar, como buen macho alfa, que solo él es capaz de frenar el resurgimiento de las gruesas raíces de la derecha en la capital.
Solo él, el campeón del olimpo sudamericano, el elegido por las arenas del desierto, puede hacer frente a los espíritus de un movimiento con un siglo de historia. Sus matones ya están listos para cualquiera que sea el resultado. Ganar o ganar. La derrota no está en sus planes. Si el músculo democrático no los elige, ellos se tomarán las calles para impulsar el mandato de su jerarca. Porque las dudas sobre maquinación solo van hacia un lado y son ellos los únicos que pueden realizar acusaciones de trampa.
La amenaza de nuevos saqueos, incendios, palizas y enfrentamientos está presente ahora que el revulsivo favorito de Teherán está de vuelta en la capital peleando por el dominio de los fondos de la ciudad más libre del país. No dudará ni un minuto en atacar a los disidentes de su ideario a aquellos que escaparon a otras cuevas y que ya han rechazado ayudar al hombre fuerte y morado. Son todos los que discrepan de Pablo y su joroba los que ya están marcados de por vida como la nueva y peligrosa extrema derecha, a pesar de que también abracen las barbas de Marx y Engels.
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Pero ¿qué es la moral y la ética para un enano con megalomanía sino meros contratiempos?, su epopeya no puede estar atada a cosas tan fútiles como la congruencia y la deontología. Para él solo existe la victoria, la búsqueda incansable de riquezas y la desvinculación total del trabajo. Su principal propósito ya ha sido satisfecho, salir de Vallecas, la zona pobre de Madrid, y colocarse en las colinas acaudaladas de la burguesía para aparentar la vida que siempre soñó. Su objetivo ahora es mantener esta careta, conseguir una oca que dé huevos de oro y poder disfrutar del verdadero comunismo, donde otros trabajen y él descanse.
Estudiante panameño en España.
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