Dios sigue siendo panameño, pero nos avisa que los tiempos han cambiado
... es hora ya de que los panameños cambiemos esa cultura de "aquí no pasa nada" que hemos alimentado por años. Hoteles, hostales, cabañas, carreteras y viviendas deberán ser reubicadas a lugares más seguros. Las tragedias no pararán.
- Arnulfo Barroso Watson
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- - Publicado: 16/11/2020 - 12:00 am
Una vista del Hotel Bambito en junio del 2019. Lo derrumbes en el área cambiaron la fisonomía del lugar. Foto Cortesía: David José Díaz-Díaz.
Bambito no volverá a ser el mismo. La furia del huracán ETA le cambió su fisonomía para siempre.
Ese paisaje de cabañas de montaña a orillas de un dócil y generoso río, como si fuera una postal europea, pasará a ser parte de lo que una vez fue.
El Cambio Climático y los estragos locales que le hemos producido a la naturaleza despertaron a un monstruo, que impedirá que sigamos conviviendo en paz con afluentes, laderas y cordilleras.
Especialistas en materia de prevención de riesgos recomiendan que las construcciones se alejen de los ríos y quebradas. Ya no es un área segura.
Y como decía el exdirector del Sinaproc, José Donderis, es hora ya de que los panameños cambiemos esa cultura de "aquí no pasa nada" que hemos alimentado por años.
Hoteles, hostales, cabañas, carreteras y viviendas deberán ser reubicadas a lugares más seguros. Las tragedias no pararán.
Es un mandato de la naturaleza, si no, veamos cómo IOTA parece venir a acabar la maligna tarea de ETA.
Y, sin duda, vendrán otros huracanes, tormentas y ondas tropicales. Dios sigue siendo panameño, como decimos impertérritamente, pero nos manda mensajes de que los tiempos han cambiado y de que debemos ajustarnos a ellos.
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La tragedia de ETA nos permitirá hacernos más fuertes y prepararnos para enfrentar mejor lo que pueda venir en el futuro.
Periodista.
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