Panamá
Almorzando con Steve
En este mundo del siglo XXI, añadiendo al cóctel el ingrediente de la pandemia de Covid-19, muchos hemos aprendido que trabajar no significa trasladarnos físicamente a un determinado sitio. Se logra ser más productivo en el entorno solariego de nuestra vivienda, sea ella en Nueva York, Katmandú o Chepo.
- Jaime Figueroa Navarro
- /
- [email protected]
- /
- - Actualizado: 02/4/2022 - 12:00 am
Se aprende mucho en sueños porque brotan ilusiones y espejismos de creatividad que genera el cerebro durante el diario descanso. También se cultivan los pensamientos, se rasga el cerebro, al intercambiar con personas foráneas sobre sus particulares experiencias al seleccionar Panamá como tierra putativa en reemplazo de sus países de origen.
Se distinguen varios grupos entre lo que podemos catalogar como turistas, a pesar que muchos de ellos no lo son. Están, como ejemplo, jóvenes curiosos que bailotean el mundo, tomando un paréntesis entre sus estudios y carrera profesional. Resulta invaluable, memorable e intrépida aquella experiencia que pernoctará por siempre en la memoria y afectará sus pasiones, decisiones y forma de actuar frente al libro de la vida que se abre cual flor esplendorosa.
En este mundo del siglo XXI, añadiendo al cóctel el ingrediente de la pandemia de Covid-19, muchos hemos aprendido que trabajar no significa trasladarnos físicamente a un determinado sitio. Se logra ser más productivo en el entorno solariego de nuestra vivienda, sea ella en Nueva York, Katmandú o Chepo.
A este grupo incluimos personas de edad intermedia, muchos con pareja e hijos o perros, gatos de compañía que toman la decisión de trasladarse, mudarse, hacer su vida en entornos diferentes. Muchos de ellos les percibo durante mi diaria caminata al alba, en compañía de mi perrita bulldog francesa, Frida, a lo largo de la cinta costera. Algunos sonríen, otros no, algunos curiosean, otros voltean tímidamente la mirada, rostros gélidos, Dios sabe que mal sabor sobrellevan.
Y así podemos irnos en la estratificación de personas sin fin. Elemental resulta resaltar un grupito particular que son los jubilados, quienes ya cumplieron sus objetivos profesionales y pueden optar por permanecer en sus sitios de origen, languidecer en la rutina y poco a poco apagarse, caso en mano la estadística gringa que su mayoría fallece a menos de 50 millas de donde nacieron, u optar por otros lares, por el calor tropical y lo que los franceses apodan la joie de vivre.
A media semana, me convidó a almorzar Steve, norteamericano muy disímil a su jauría. Su rostro encurtido por el sol es un reflejo de su origen floridano y de su pasión marina. Le conocí unos años atrás, anterior a la pandemia, en compañía de su afable esposa Sabrina, quien ya no se encuentra con nosotros, pero siempre pernocta en el recuerdo, posterior a su inesperada partida.
Especialista en periodismo y mercadeo digital, egresado de la Universidad de Florida quien se auto describe en su pagina de Facebook como "solamente un casual observador del exuberante certamen de la vida", resulta ser un personaje digno de imitar quien se une a nuestro bregar por voluntad propia, alejándose de un Estados Unidos que se ha convertido en país dividido por pasiones políticas diferentes, obeso en peso y en violencia poco típica hará algunos años, que le ha convertido en el país desarrollado con mayor numero de víctimas de asesinatos singulares y múltiples, por su insaciable sed de armas.
Vive Steve en su barco, fondeado en la marina de Vistamar, cercano a San Carlos en la Riviera Pacífica istmeña, porque optar vivir en un barco no solamente implica el dormir sobre el brincar de las olas sino también la capacidad de moverse a otros lares.
VEA TAMBIÉN:http://PANAMÁCanal de Panamá revela propuesta de nueva estructura de peajes simplificada
Seleccionó Panamá posterior a escueto análisis. Ello nos honra, a pesar de nuestras virtudes y defectos. Resulta Panamá un país de inmigrantes. La incorporación de personas como Steve, enriquecen el arco iris del futuro istmeño. Sacarle el jugo, exprimir la ubre de sus sapiencias en el sector turismo, resultaría lo optimo en nuestra perseverante búsqueda por la excelencia en una industria que teniéndole todo, persevera en la ignominia del fracaso. Welcome Steve!
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.