Senderos de acondicionamiento físico son más concurridos, debido a la pandemia
De un poco más de 2 kilómetros de longitud, los vitaparcours en Suiza tienen 15 paradas integradas para el entrenamiento de fuerza, flexibilidad y resistencia. Un letrero en cada parada describe en detalle los ejercicios y el número de repeticiones para completarse.
- Noele Illien
- - Publicado: 01/6/2020 - 06:00 pm
ZURICH — Cuando la pandemia del coronavirus forzó a los gimnasios en Suiza a cerrar, Beat Schlatter buscó una forma de reemplazar sus sesiones de entrenamiento cinco veces a la semana. Comprar equipo para ejercitarse en casa no era una opción, dijo Schlatter, de 58 años, ejecutivo de un grupo de restaurantes que vive en Zurich. “No lo usaría cuando mi gimnasio vuelva a abrir”, señaló.
En lugar de eso, se dirigió a lo que los suizos llaman vitaparcours, o senderos de acondicionamiento físico, que recorría en su juventud. Son caminos salpicados de estaciones de ejercicio, y a menudo se encuentran en los bosques.
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Los circuitos al aire libre, a los que se les adjudicó el crédito de llevar el ejercicio a millones de europeos en los años 70, están más concurridos de lo que han estado en años, aun al tiempo que Suiza ha empezado a reabrir sus gimnasios.
De un poco más de 2 kilómetros de longitud, los vitaparcours en Suiza tienen 15 paradas integradas para el entrenamiento de fuerza, flexibilidad y resistencia. Un letrero en cada parada describe en detalle los ejercicios y el número de repeticiones para completarse. Cualquier equipo necesario, como barras para dominadas o bancos para planks, es proporcionado y generalmente está hecho de madera.
El concepto surgió en 1968 luego de que un club deportivo con sede en Zurich se acercó a Vita, aseguradora de vida y en ese entonces una unidad del Zurich Insurance Group, con la idea de patrocinar estaciones de ejercicio permanentes en un bosque.
Martin Lengwiler, profesor de historia en la Universidad de Basilea, ve dos razones principales por las que los vitaparcours motivaron a las masas a ser activas para su salud y condición física, en lugar de para competir en un deporte. Tras la Segunda Guerra Mundial, un cambio de los empleos manuales a los del sector de los servicios tuvo lugar en Suiza y algunos otros países europeos. Esto, y la abolición de la semana laboral de seis días, resultó en más tiempo libre para actividades alternativas.
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Lengwiler dijo que en los años 60 también hubo una preocupación fuerte en torno a los aspectos poco saludables de los estilos de vida modernos, como el mayor consumo de alcohol, tabaco y alimentos grasosos. Él sugirió que estas inquietudes de salud pública jugaron un papel para motivar a las personas a ejercitarse, y muchas se dirigieron al vitaparcours más cercano.
El hábito también se estableció en Alemania, donde circuitos al aire libre similares fueron bautizados como Trimm-dich-Pfade, que significa “senderos para ponerse en forma”. Fueron construidos en toda Alemania Occidental como parte de una campaña de acondicionamiento físico dirigida por lo que ahora se conoce como la Federación Alemana de Deportes Olímpicos.
Para hacer que las masas hicieran ejercicio, los circuitos tenían a propósito barreras bajas para entrar. “No necesitabas dinero para hacerlo, ni conocimientos previos ni una verdadera capacidad deportiva”, expresó Michael Schirp, portavoz de la federación. “¡Solo necesitabas tener ganas!”.
Schirp estimó que, en la cima de su popularidad, en los años 70 e inicios de los 80, de 5 mil a 10 mil senderos estaban esparcidos por toda Alemania Occidental. Sin embargo, para mediados de los 80 la popularidad de los circuitos al aire libre disminuyó con el auge de la revolución del fitness.
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En Suiza, el número de vitaparcours permaneció constante con el paso de los años, pero perdieron su atractivo hasta que la pandemia quitó los gimnasios, los campos y la mayoría de las opciones deportivas. Barbara Baumann, que dirige Zurich vitaparcours, la organización que administra el mantenimiento de los senderos de acondicionamiento físico en Suiza, dijo que ha recibido quejas de personas que han tenido que esperar en las estaciones de ejercicio, y ha estado inundada de preguntas sobre caminos nuevos.
En cuanto al peligro de contraer el coronavirus del equipo del sendero, indicó que “la gente usa el vitaparcours bajo su propio riesgo”, pero enfatizó la importancia de seguir las directrices de salud.
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