Estudian a las víctimas del Vesubio
Durante mucho tiempo se ha debatido cómo murieron. Una hipótesis predominante es que su sangre y sus cerebros se vaporizaron por el calor extremo del flujo piroclástico.
- Jennifer Pinkowski
- - Publicado: 17/2/2020 - 06:00 pm
Los bebés y los niños se apiñaron en los cobertizos de piedra para botes. Las mujeres se apretujaron junto a ellos. Los hombres se amontonaron al último. Todos habían huido de Herculano el 24 de agosto del año 79 después de Cristo, cuando el Monte Vesubio dejó caer una lluvia de destrucción sobre la ciudad, igual como lo hizo en Pompeya y otros asentamientos romanos cerca de la Bahía de Nápoles.
Mientras que Pompeya fue consumida por la ceniza, Herculano fue destrozada por un flujo piroclástico, una oleada sumamente caliente, densa y de rápido movimiento de ceniza, gas y piedras. En la costa de la ciudad, cientos de personas murieron ese día. Los restos de 340 de ellas han sido desenterrados desde 1980, algunos en los cobertizos, conocidos como fornici, y algunos en la playa.
VEA TAMBIÉN: Investigadores crean un concreto viviente con capacidad de reproducirse
Durante mucho tiempo se ha debatido cómo murieron. Una hipótesis predominante es que su sangre y sus cerebros se vaporizaron por el calor extremo del flujo piroclástico.
En otro sitio de la ciudad, algunos investigadores han propuesto que al menos el cerebro de una persona se convirtió en vidrio.
Un par de estudios publicados recientemente ofrecen nuevas evidencias de cómo la erupción del Vesubio mató a algunas personas de Herculano. Uno, en la revista Antiquity, desafía la hipótesis de la vaporización.
Los investigadores que lo publicaron dicen que la condición de los huesos de las personas en los fornici sugiere que estuvieron protegidos de la muerte instantánea tanto por la estructura de piedra a su alrededor como por su masa colectiva de tejido corporal. Esta protección los aisló del intenso calor del flujo, pero puede que hayan sufrido más mientras se asfixiaban.
Los resultados de otro equipo en la revista New England Journal of Medicine afirmaron que el calor del flujo piroclástico vitrificó el cerebro de al menos una víctima, transformándolo en vidrio que se preservó durante siglos.
VEA TAMBIÉN: Recolectar latas una manera de ganarse la vida
Los investigadores del primer estudio examinaron las costillas de 152 individuos encontrados en seis de los 12 cobertizos para botes. Se enfocaron en las microestructuras de cristal en los huesos, que cambian en respuesta a la exposición térmica, y la cantidad de colágeno restante.
Los datos mostraron que las personas en los cobertizos estuvieron expuestas a temperaturas de unos 260 grados centígrados.
Tim Thompson, profesor de la Universidad de Teesside en Inglaterra y coautor del estudio, cree que hay dos razones para los resultados. Una es que los cobertizos de piedra protegieron a las personas del fuego y del calor directo del flujo.
El número de personas en cada fornici también podría haber tenido un efecto; se protegieron unos a otros con sus cuerpos.
El segundo estudio examinó a un hombre hallado en el Collegium Augustalium, un edificio en la calle principal de Herculano, a cierta distancia de la costa. Su cerebro, dijo Pier Paolo Petrone, antropólogo forense en la Universidad Federico II de Nápoles y uno de los autores del estudio, se convirtió en vidrio como resultado del intenso calor, y el cráneo de la víctima estalló.
Thompson dijo que la diferencia entre sus víctimas en la costa y la fatalidad de la calle principal, estudiada por Petrone, podría ser explicada por sus refugios.
VEA TAMBIÉN: 'Swatting’ le quita el sueño a ejecutivos
“Nuestros individuos estaban en estas cosas tipo hornos de piedra sellados, mientras que su individuo se hallaba en un edificio común, mucho más expuesto y mucho más afectado directamente por el flujo piroclástico en sí”, explicó, añadiendo que los resultados de los dos estudios no necesariamente se contradicen.
Kristina Killgrove, bioarqueóloga de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill, que ha estudiado restos de esqueletos en Oplontis, dijo que estaba escéptica del hallazgo del equipo de Petrone.
“Aunque su análisis es intrigante, no creo que hayan comprobado que es material de cerebro humano, ni que hayan descartado otros orígenes”, indicó.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.