Antes migrante, hoy enfrenta a extrema derecha
Alma Zadic, en su rol actual, su mandato y el de su partido es no sólo promover una agenda verde, sino resistir las corrientes del populismo y salvaguardar los derechos fundamentales.
- Katrin Bennhold
- - Publicado: 25/2/2020 - 06:00 pm
VIENA — A Alma Zadic la pone nerviosa pararse demasiado cerca de la hilera de enormes ventanas en su oficina. Desde que se convirtió en ministra de Justicia de Austria, las amenazas han sido incesantes. “Una bala está reservada para ti”, decía una reciente. Horas después de asumir su cargo el mes pasado, Zadic recibió protección de la Policía.
Hija de refugiados bosnios y miembro del partido progresista Los Verdes, Zadic, de 35 años, ingresó a la política hace tres años con un objetivo claro: luchar contra una extrema derecha ascendente.
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Ahora, está a cargo de defender políticas que fueron diseñadas para mantener a gente como sus padres fuera del país.
Ese es también el dilema moral que enfrentan Los Verdes de Austria, un partido liberal y a favor de los refugiados, al unir fuerzas con los conservadores del canciller Sebastian Kurz. Los Verdes han reemplazado al Partido de la Libertad, de extrema derecha, como socios menores en el Gobierno y pueden incluir al cambio climático en la agenda política. Pero también se vuelven cómplices de la política de inmigración de ultraderecha de Kurz.
Nadie personifica este pacto faustiano de forma tan contundente como Zadic, la primera ministra austriaca con antecedentes migrantes. “Marca una diferencia quién está en el Gobierno”, dijo.
Zadic era adolescente en el 2000 cuando el Partido de la Libertad se unió por primera vez a un Gobierno conservador bajo el líder antisemita Jörg Haider. Otras capitales europeas cortaron lazos diplomáticos con Viena, mientras que sus padres, ambos ingenieros, temían que pudieran ser deportados.
En su rol actual, su mandato y el de su partido es no sólo promover una agenda verde, sino resistir las corrientes del populismo y salvaguardar los derechos fundamentales.
En el programa de Gobierno, un impuesto al carbono en los boletos de avión y subsidios para el transporte público se sitúan junto a una prohibición al velo islámico para niñas de hasta 14 años, centros de deportación y una polémica forma nueva de “detención de seguridad” para solicitantes de asilo, una medida que Zadic llama reincidencia “autoritaria”.
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Zadic nació en Tuzla, en Bosnia-Herzegovina, un poblado industrial que fue sitio de una masacre tristemente célebre en 1995 durante las guerras de los Balcanes. Tenía 10 años cuando su familia huyó a Viena. Más tarde ganó una beca Fulbright para un título de posgrado en derecho en la universidad de Columbia en Nueva York y, de regreso en Viena, un doctorado en leyes sobre derechos humanos.
Parte de su resiliencia se la debe a Nueva York, donde dice que hizo las paces con su propia identidad. “Durante años había batallado con esta pregunta: ‘¿soy bosnia o soy austriaca?’”, relató. “En Nueva York aprendí que puedo ser austriaca, bosnia y europea al mismo tiempo”.
De vuelta en Austria, sus antecedentes se desvanecieron. Pero tan pronto decidió ingresar a la política, en el verano del 2017, resurgieron. El encabezado de un periódico nacional de ese año sigue grabado en su memoria.
“Me llamaron una ‘niña refugiada’”, dijo. “Había estado 25 años en Austria, era abogada, tenía un doctorado, no era ni refugiada ni niña y me di cuenta: esto es lo que todavía me define”.
Después de que Zadic se unió al Gobierno, otros miembros de Los Verdes la celebraron como “primera ministra musulmana” del país.
“En un Estado laico no debería importar qué religión tienes, si es que la tienes, ni donde naciste siempre y cuando estés listo para trabajar por tu país”, señaló.
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La constante suposición de que es musulmana exaspera a Zadic, quien dice que es atea.
No obstante, sabe que es un poderoso modelo a seguir para las niñas y niños del país con antecedentes migrantes, muchos de ellos musulmanes.
“Cuando estaba en la escuela era impensable que alguien como yo se convirtiera en ministro”, dijo. “No quiero decepcionarlos. No quiero decepcionar a Austria”.
Christopher F. Schuetze contribuyó con reportes.
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