Panamá
Cotinga turquesa se deja ver en Chiriquí tras 10 años
- Karol Elizabeth Lara
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El ave permanece en la copa de los árboles y vocaliza muy poco, lo que dificulta detectarla. Por una década no hubo registros de ella en la plataforma eBird.
La Cotinga turquesa, una colorida y llamativa ave, era desde los años 90 la favorita de los turistas y científicos de los cafetales bajo sombra del área de Renacimiento, Chiriquí.
Hace una década se conocía que para verla, el mejor lugar se encontraba en la finca Hartmann en Santa Clara, Renacimiento.
De acuerdo con la bióloga Katherine Araúz, por años un individuo macho (más fácil que detectar que la hembra por su color turquesa) se posaba en un árbol cerca de la casa de los propietarios de la finca. Sin embargo, debido a una tormenta, varios árboles de la zona se cayeron, incluido "el percha".
"Con el tiempo, las visitas de los observadores de aves disminuyeron y por otra parte, los propietarios nos comentaron que por 13 años, hasta ahora 2023, no tenían avistamientos de la Cotinga. A pesar de que los miembros de la familia Hartmann conocen el canto que hace cuando vuela, le habían perdido la pista", comentó Araúz a Panamá América.
El 20 de marzo de este año, Araúz observó el ave mientras se disponía, junto a su equipo, a grabar un nido de tucancillo verde. Esperaba el momento oportuno cuando vio a un ave en contraluz en lo alto de una rama, que por su silueta, parecía una paloma chica.
Pensó que podía tratarse de una tangara. Debatiéndose entre la improbabilidad y la emoción de imaginar que era la Cotinga, la bióloga se colocó los binoculares y una hermosa sorpresa se presentó.
"A medida que enfocaba los binoculares y descubría, la incógnita silueta fue impresionante. No pude ni hablar, solo tomé la cámara y empecé a fotografiar la Cotinga que desde el instante que se posó solo demoró 40 segundos y de allí voló perdiéndose entre la copa de los árboles", agregó la experta.
Araúz es becaria del programa Café Amigable con las Aves del Centro de Aves Migratorias del Smithsonian y el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales. Como parte del proyecto tiene una lista de especies probables para el sitio, y desde 2021 repasa las especies faltantes por registros.
Narra que Pedro Castillo, parte del equipo de investigación y revisor de la plataforma eBird, fue quien le recordó que para esa fecha se cumplirían 10 años de que no se había reportado la especie en la plataforma.
¿Por qué estuvo tanto tiempo fuera del radar?
Araúz explica que la pérdida de hábitat, tanto disminución de los tamaños de bosque como pérdida de árboles nativos de sombra en los cafetales, afecta a especies que dependen del bosque como esta, con distribución restringida.
Además, recuerda que en Renacimiento hay un vacío de información científica. Desde la investigación que lidera trata de contribuir al entendimiento de cómo las diferentes especies de aves interactúan entre el café bajo sol, café bajo sombra y el bosque a escala local y de paisaje.
"En la zona sur de Costa Rica, donde hay más hábitat, para esta ave que en Panamá, hay varios reportes en la plataforma eBird del Laboratorio de Ornitología de Cornell, muy cerca del área de Renacimiento, lo que nos da una idea que falta más esfuerzo de observación y estudios del lado panameño", expuso.
Añade que a causa del cambio climático se prevé que las especies podrían moverse montaña arriba, cambiando así su distribución en el gradiente. Otras especies podrían ser más sensibles a estos cambios de temperatura, precipitaciones y no poder adaptarse a esas condiciones y esta podría ser la causa de la disminución de sus poblaciones.
La bióloga subraya que después del primer avistamiento regresaron al sitio por cuatro días consecutivos y registraron al individuo macho casi a la misma hora y usando la misma ruta. Pese a que desde el 2021 estudian las fincas de café de Renacimiento, con más de 50 puntos de observación, no habían detectado ningún individuo.
La Cotinga turquesa es una especie endémica regional, mundialmente amenazada y que se distribuye entre Costa Rica y el occidente de Panamá, específicamente desde tierras bajas hasta los 1,600 msnm en Chiriquí.
Tienen una forma parecida a una paloma, pero más pequeña. Se posa en lo alto de ramas expuestas, por lo general árboles de más de 20 metros de alto.
El macho es de color turquesa, con una mancha morada en la garganta y parte del pecho, mientras que la hembra es más grande, pero es moteada con tonos chocolate y pintas crema.
De acuerdo con la Lista Roja de UICN, la Cotinga está en estado vulnerable, esto quiere decir que la especie enfrenta un riesgo de extinción alto en estado de vida silvestre.
Según MiAmbiente está en categoría de "en peligro", lo que indica que afronta un riesgo de extinción muy alto en estado de vida silvestre.
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