Panamá
Fertilidad: Enemigos de una sexualidad sana
Las parejas que están en la búsqueda de un hijo pasan por varias fases, pues hay una ilusión inicial y luego siguen trabajando por lograr su gran objetivo.
- Fanny Arias
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- @dallan08
- - Actualizado: 03/6/2024 - 12:00 am
El estrés y la presión (tanto personal como social) por lograr un embarazo, pueden convertirse en obstáculos en la vida sexual de la pareja que busca un hijo.
Las parejas que están en esta tarea pasan por varias fases: con la ilusión inicial, siguen manteniendo relaciones como vienen haciendo habitualmente.
Después, pasan por ajustar esas relaciones a los días fértiles, y cuando ven que no se consigue el embarazo fácilmente, aumentan esa frecuencia para lograrlo.
No obstante, en este punto ya llega la frustración por no conseguir el objetivo deseado, y lo que era divertido y excitante se convierte en poco apetecible e incluso insatisfactorio en el contexto de una sexualidad planificada, de acuerdo a los especialistas.
"La pasión y espontaneidad inicial puede ir desapareciendo a medida que va pasando el tiempo y no hay novedades", asegura, vía e-mail Susana Rabadán, ginecóloga de IVI Madrid.
Añade: "A nivel sexual, a partir del sexto mes, las tasas de estrés y de ansiedad que supone el encuentro empiezan a aumentar y a medio-largo plazo puede traducirse en la aparición de disfunciones sexuales".
En los hombres, lo más habitual es encontrar alteraciones en la erección, eyaculación precoz, mientras que en la mujer se manifiesta una disminución del deseo, incapacidad de orgasmo o incluso molestias o dolor por el estrés que puede generar el acto, así como una disminución de la respuesta sexual en ambos.
Todo esto viene motivado porque, en la búsqueda del embarazo sin éxito, el encuentro sexual es cada vez más mecanizado y planificado en torno a la ovulación, lo que provoca una progresiva pérdida de la libido y ansiedad anticipatoria.
¿Qué hacer?
¿Cómo enfrentar la situación desde el prisma psicológico y reeducar el deseo? Una cosa está clara: evitar hablar del tema solo empeorará la situación y distanciará cada vez más a la pareja. Y cuando llega el momento en el que su dinámica sexual se ha deteriorado, o incluso ha desaparecido, es necesario dar un paso adelante y acudir a terapia.
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