Panamá
Pececillos de plata, los insectos que invaden en silencio los hogares
- Karol Elizabeth Lara
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Estos molestos y veloces inquilinos aprovechan la humedad para proliferar. Se alimentan de cartón, restos de tejido, pegamentos y silicona.
Panamá
Estos molestos y veloces inquilinos aprovechan la humedad para proliferar. Se alimentan de cartón, restos de tejido, pegamentos y silicona.
En un viejo cajón, repleto de bloques de papeles, una camada de pequeños inquilinos se desplaza con rapidez. Tienen forma de pez, son de color gris metálico y cuentan con largas antenas.
La escena descrita hace referencia al Lepisma saccharina, conocido popularmente como pececillo de plata o pez de plata.
No es casualidad que "naden" entre libros y documentos porque el papel es uno de sus platillos favoritos.
El investigador Thomas Parmentier recuerda que los pececillos plateados son un grupo primitivo de insectos sin alas, de los cuales diferentes linajes se asocian con hormigas.
Agrega que con frecuencia se ubican en lugares húmedos como baños, sótanos y pueden convertirse en una especie de plaga.
También se alimentan de cuadros, cartón, almidón, los restos de tejido, de piel, ropa, café, caspa, pegamentos, azúcar y silicona. Además buscan la oscuridad debido a su naturaleza fototáxica negativa, es decir, huyen de la luz.
Se caracterizan por medir cerca de un centímetro. Ponen unos 60 huevos, los cuales necesitan de 19 a 43 días para eclosionar.'
El pececillo, que puede proliferar en cualquier lugar, vive entre dos y ocho años. Muda aproximadamente ocho veces a lo largo de su vida.
Mide cerca de un centímetro. Las escamas plateadas aparecen después de su tercera muda. Tiene dos largas antenas en la cabeza y otros tres apéndices.
Los lepismas pueden vivir sin comer por varios meses. "Nadan" rápido y se alimentan de casi cualquier cosa.
Los pececillos pueden dañar artículos valiosos, como cuadros, libros antiguos y documentos, los cuales también pueden tener manchas amarillas.
Aunque podrían parecer muy inofensivos, el riesgo de que terminen convirtiéndose en plaga está latente.
Acabar con ellos no es tarea fácil, pues son muy escurridizos y escapan con rapidez.
Sin embargo, algunos estudios ofrecen esperanza para terminar con ellos.
Sheg-Yang Wang y sus colegas de la Universidad Nacional de Taiwán, en Taipei, ensayaron remedios con aceites de las hojas del cedro japonés Cryptomeria japonica.
La investigación sugiere que una concentración de estos aceites, no muy elevada, en papel repele al 80% de los lepismas. Y los vapores, expuestos durante 10 horas, alcanzan una tasa de mortalidad del 100%.
También hay ensayos con vapores de eucalipto, que podrían tener un efecto similar.
Otras recomendaciones caseras también incluyen el uso de aceite esencial de lavanda, de cítricos o de ramas de cedro.
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