Panamá
Mujeres delinquen por causas multifactoriales
- Karol Elizabeth Lara
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La participación de las féminas en el mundo de la criminalidad es notoria y muestra un aumento en ciertos delitos. Las motivaciones son múltiples.
Panamá
La participación de las féminas en el mundo de la criminalidad es notoria y muestra un aumento en ciertos delitos. Las motivaciones son múltiples.
La criminalidad también tiene silueta femenina. Las mujeres roban, asesinan y cometen actos delictivos que de un solo tajo rompen la burbuja de delicadeza, que tradicionalmente la sociedad les ha conferido.
Sus motivaciones para adentrarse en el mundo criminal pueden ser variadas, pero usualmente se fundamentan en la pasión, el deseo de cambiar su nivel de vida, costumbrismo de las dinámicas familiares, así como en la normalización social del concepto de obtener todo fácil.
La neuropsicóloga clínica e investigadora criminal, Zadia Mackay, recalca que los homicidios y el tráfico de droga son los delitos más comunes perpetrados por mujeres. Agrega que en el primero la pasión juega un papel determinante, mientras que el segundo está más relacionado con la necesidad de un cambio del estatus de vida.
En esta línea, Mackay recuerda que la participación de la mujer en la criminalidad gira en torno a la pobreza, exclusión social y la falta de instrucción educativa. De igual forma hay que tomar en cuenta los esquemas de personalidad y el deterioro de los mismos.
"Existen estudios en cuanto a lo que tiene que ver con el trastorno del déficit atencional con hiperactividad. Se dice que estas mujeres tempranamente han tenido conductas en las que su control de impulso o atención han sido afectadas", dijo Mackay a Panamá América.
La especialista en Ciencias Forenses y Determinación de Pruebas Científicas destaca que en un contexto social, las féminas tienen mucho más habilidades y por naturaleza planifican mejor las cosas que los hombres.
Estudios históricos resaltan esa pericia planificadora y habilidad para mentir mejor, las cuales podrían dar más ventaja al momento de cometer el acto, aunque científicamente no hay una evidencia clara que así lo determine, precisa Mackay.'
90%
de las detenidas en América Latina tienen hijos, según los investigadores Olson y Bastién.
36
años es la edad promedio de las féminas privadas de libertad en la región, agrega el informe.
A estos elementos, según la magíster, se debe añadir la imagen de vulnerabilidad que aún ante la sociedad transmite una mujer, adicional al rol protagónico que tiene en la crianza de los hijos. Este papel despierta sensibilidad que conduce a pensar que cometió el delito por alguna carencia.
Este año se han presentado hechos en los que las mujeres han perpetrado delitos que van desde los más violentos, como el consumado por Marichely Ruiz en contra de su pareja, o el reciente robo a un ciudadano irlandés a manos de dos damas.
Mackay puntualiza que en general las mujeres tienden a usar menos violencia que un hombre.
"No emplean tanta violencia, pero varía dependiendo del tipo de delito. En los pasionales sí hay mucha violencia", sostiene la neuropsicóloga, quien considera clave que se fortalezcan las políticas públicas de prevención en esta materia.
Las féminas, por otra parte, son menos propensas a reincidir en las actividades ilícitas e inician su "carrera criminal" más tarde que los hombres.
Según datos de la Dirección General del Sistema Penitenciario del Ministerio de Gobierno, hasta agosto de este año, las mujeres condenadas ascendían a 835 y las procesadas a 271.
En el Cefere, en tanto, la población se cifraba en 697 para el mes en mención.
Un informe de Mauricio Bastién y Eric Olson reseña que en América Latina, la mujer sigue siendo la gran olvidada del sistema penitenciario, al punto de que en algunos países hay escasas cárceles exclusivas para ellas.
Con respecto al perfil, los investigadores indican que estas mujeres se caracterizan por ser jóvenes y madres adolescentes, provenir de entornos familiares violentos y tener una acentuada dependencia hacia la figura masculina.
Juan Maslov, investigador criminal, expone que la participación de la mujer en actos delictivos es notoria y muestra un aumento en acciones como la venta al menudeo de drogas, complicidad y testaferros en temas de narcotráfico, estafas telefónicas e inclusive hay pandillas que tienen a mujeres entre sus integrantes.
Maslov explica que en las pandillas, las damas tienen distintas funciones que incluyen introducir artículos prohibidos en los centros penitenciarios y servir de mensajeras.
"En áreas públicas transportan y resguardan las armas. También enfrentan a féminas que mantengan disputas con la pandilla", comentó Maslov a Panamá América.
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