Ciudadanos tratan de tomarse las justicia con sus propias manos

En los últimos meses se ha vuelto costumbre ver escenas de grupos de personas sometiendo o agrediendo a individuos que son sorprendidos en supuestos actos delictivos.

Son episodios recurrentes que corren como pólvora, primero en las redes sociales y luego en los noticieros locales. Es un comportamiento adoptado por una sociedad que buscó un método para ponerle freno al hampa que literalmente le roba terreno a las autoridades, tal como explica el sociólogo Gilberto Toro.

"Es un patrón que se vive a nivel global. Se trata del envío de un mensaje claro a las autoridades de que no necesitan de la policía para hacer justicia. Es un hastío, un cansancio contra lo que ellos llaman injusticia", expresa el experto en comportamiento de masas. Por otro lado, según la fuente, hay un sector de la ciudadanía, que es la minoría, que lo hace por ese instinto humano de ganar protagonismo, de obtener reconocimiento o estatus ante otras personas o en las redes sociales, canales donde se exponen este tipo de situaciones.

El ​objetivo es ser un héroe."El acto heroico le da cierto estatus al ser humano, es una forma de hacer taquilla, de llamar la atención... estamos viviendo una época en donde se antepone el reconocimiento personal a causa de lo que sea, independientemente si sea un acto positivo o negativo", agregó Gilberto Toro.Los ejemplos sobran.

A finales de octubre, un extranjero fue golpeado por cuatro hombres en la Vía Federico Boyd. El venezolano intentó robarle un reloj a un anciano que circulaba por esa zona. Tras un forcejeo, el supuesto maleante sacó un arma de fuego y disparó, aunque no impactó a nadie. Poco después, un agente de la Dirección Nacional de Operaciones del Tránsito (DNOT) logró someterlo. En ese caso, el sujeto fue arrestado, posteriormente procesado y luego condenado.

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La Constitución Política de la República de Panamá es clara en este aspecto. En el Artículo 21 que se refiere a los Derechos y Deberes Individuales y Sociales, específicamente el en Capítulo I de las Garantías Fundamentales, se establece que: "El delincuente sorprendido in fraganti puede ser aprehendido por cualquier persona y debe ser entregado inmediatamente a la autoridad". Es lo que ha ocurrido en todos los casos que se difunden en redes. Sin embargo, en esas escenas se ha visto que a la mayoría de los sujetos que atrapan los agreden exageradamente, al punto que terminan con algunas lesiones e incluso, ensangrentados.

En este sentido, el abogado Carlos Lee, comentó que el Código Penal Procesal habla de sanciones penales contra quien cause alguna lesión mayor o desproporcional a la situación donde es pillado un delincuente."Hacer justicia por cuenta propia está prohibido, está tipificado en el derecho penal. El tema es delicado porque tu puedes alegar que te estás defendiendo ante la agresión y que ha sido un acto de legítima defensa, pero hay límites permitidos por la ley", manifestó Carlos Lee.

El Artículo 136 sobre Lesiones Personales documenta que "quien, sin intención de matar, cause a otro un daño físico o psíquico que le incapacite por un tiempo que oscile entre treinta y sesenta días será sancionado con prisión de cuatro a seis años". Las penas aumentan si la lesión causada es aún más grave.

La semana pasada un hombre se vistió de estudiante para robar en un centro comercial en Arraiján, pero lo agarraron con las manos en la masa. Sus captores lo golpearon después que le habían amarrado las manos, le rompieron la cabeza y le lesionaron un brazo.

En este tipo de casos, los delincuentes no actúan o no pueden tomar acciones legales contra sus verdugos porque cuando llega la policía, de inmediato se hacen los trámites judiciales y son llevados ante un juez de garantías, donde por lo general quedan presos, añadió Carlos Lee.

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"El delincuente no va a reaccionar porque él está buscando la forma de defender su situación y no de acusar a las personas que le hicieron algún daño... empero agarrar y agredir a una persona exageradamente, no es permitido, la legítima defensa establece que el sometimiento tiene que ser proporcional a la agresión o el peligro al que uno está expuesto", recalcó Carlos Lee.

Otro detalle que no se puede dejar escapar son las posibles represalias contra los que logren someter a un facineroso. Los videos quedan en las redes y un delincuente puede tomar venganza o incluso, darle la orden a un compinche suyo para hacerle daño a quien cumplía un deber ciudadano de atrapar a un maleante, indicó Gilberto Toro.

En mayo del año pasado, un hombre apuñaló en el pecho a un menor de edad que se metió junto a otros dos mosalvetes a robar en su residencia en la barriada Montelimar, distrito de La Chorrera. El adolescente falleció y a raíz de eso, los familiares del occiso amenazaron al propietario de la casa. Este último tuvo que acudir al Ministerio Público a interponer la denuncia y solicitar protección para él y su familia.

Desde la perspectiva de Isaac Brawerman, de la Asociación de Propietarios de Armas, "se requiere de una cierta capacitación de defensa personal" porque existen grandes riesgos de que el delincuente porte un arma de fuego o un objeto contundente. Por ello, recomienda a la ciudadanía recurrir de elementos de defensa no letales como el "gas pimienta, bastones extendibles o cursos de defensa personal".

Sobre la veda de importación de armas ordenada por el Ministerio de Seguridad Pública hasta finales de diciembre de este año, Isaac Brawerman aseguró que "se ha perjudicado el derecho de las víctimas de la delincuencia a tener un medio para su defensa".

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