Panamá
De acuerdo con fuentes, las niñas eran objetos de frecuentes torturas, entre ellas quemaduras en sus cuerpos y golpes.
Dos niñas procedentes de la apartada comunidad de Valle Bonito, perteneciente a la comarca Ngäbe Buglé, en las edades de 5 a 6 año,s fueron salvadas de morir por los presuntos maltratos por parte de su propio padre, quien además, las amarraba con bejucos, sogas y majagua y las castigaba dejándolas sin agua ni alimentos.
De acuerdo con las informaciones suministradas a este medio, las niñas eran objetos de frecuentes torturas entre ellas quemaduras en sus cuerpos y golpes que les quedaban visibles, lo que llamaba la atención de los docentes en la comunidad de Valle Bonito.
Una fuente dio a conocer que los educadores, cansados de los vejámenes dirigidos hacia las niñas, que son estudiantes de la escuela Belisario Flores de la ya mencionada comunidad, decidieron trasladar a las pequeñas hacia el centro de salud de Santa Fe y de allí hacia el hospital doctor Luis Chicho Fábrega para que recibieran atención médica, donde posteriormente fueron trasladadas a un alberge especial para niños.
Se logró conocer que en el sector antes mencionado ninguna autoridad comarcal ha tomado la iniciativa de levantar un proceso de investigación judicial del caso por presunto maltrato a las menores.
Mientras, el caso fue dado a conocer en un medio radial durante la mañana de este martes por la periodista Solángel Ruíz, lo que generó indignación entre la comunidad por la mala acción de un padre de familia originario en contra de dos inocentes criaturas.
La periodista Ruíz explicó que el caso, aunque no es de la jurisdicción del Personero del distrito de Santa Fe en Veraguas, ya este comenzó las investigaciones del proceso para que el Ministerio Público de la comarca Ngäbe Buglé sea el que siga con el trámite correspondiente.
Tras la buena acción de los docentes en trasladar a las niñas desde la remota comunidad hacia el hospital regional de Veraguas, ahora están siendo amenazados por el padre de las niñas y viven en constante zozobra, por ahora no tienen la protección necesaria de las autoridades locales.
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