Justicia
Una Corte para la Corte
- Alexis J. Sinclair P.
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La Corte Suprema y sus magistrados (reos políticos del régimen de turno) son un vivo ejemplo de hasta donde se puede envilecer la noble tarea de dar a cada uno lo que le corresponda.
Se requiere una Corte Suprema de Justicia que sirva de corte definitivo y absoluto.
"El tiempo y la justicia harán que haya tiempo para la justicia y justicia a su tiempo".
Hay países que corren con una inusual suerte y otros irremediablemente condenados a breves espacios democráticos y de participación popular en la toma de decisiones.
El nuestro, es de los segundos, es decir, de aquellos, en los que los valores y principios son metáforas de abigarrados discursos demagógicos e intrascendentes.
Un Estado en el siglo XXI sin la existencia de instituciones vigentes, es un cáncer que carcome el tejido social, convirtiendo nuestra realidad en un cosmos asfixiante y degradante.
La justicia es la meta ideal con la cual se puede aspirar de manera seria a mejores niveles de tranquilidad y paz.
De ella se derivan, como fichas de un exacto rompecabezas, todas las otras bondades de la vida en sociedad.
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Su alejamiento de los estrados judiciales radica la improvisación, imposición e indefensión.
Sabemos, que estos virus en el actuar colectivo operan como deformadores del acontecer.
Su reproducción anula la posibilidad de progreso y desarrollo para la población y se dispone como una forma de dominio de un grupo a los demás componentes de la pirámide.
La Corte Suprema y sus magistrados (reos políticos del régimen de turno) son un vivo ejemplo de hasta donde se puede envilecer la noble tarea de dar a cada uno lo que le corresponda.
Los nueve muñecos con pies de barro, que operan en el Gil Ponce, no tienen agenda ni decisión que le salga de su fuero interior, son solo marionetas útiles a una oligarquía y gobierno envalentonado y creyente en las fórmulas de fragmentación que otrora permitieron éxito a la subversión.
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La Corte Suprema de la Injusticia requiere una Corte Suprema de Justicia que sirva de corte definitivo y absoluto.
Disección que será constitucional y a su debido tiempo.
Ellos juegan a una eternidad macabra y espeluznante, sin saber que sus propias cabezas corren riesgo.
No es el gobierno Martinelli ni los abusos ejecutados contra los enemigos de Varela, lo fundamental, lo es la vida institucional, el presente inmediato, pues, no habrá futuro real, sin que la ley deje de ser alterada, burlada y pisoteada.
Dicen los opinólogos de la oligarquía que todo está bien por la razón de Pilatos, usan agua y no sensatez para lavarse las manos y cuando el ácido de la revuelta les queme la piel, querrán no haber dado tantos traspiés en tan poco tiempo.
Sí, ese tiempo con el cual juegan para no aceptar que Martinelli no es diputado y no deben estarlo procesando.
Con esto niegan valor y eficacia a la justicia, por ende, pierden su tiempo y con esto, cargan la ira social que les perseguirá hasta que llegue el tiempo de la justicia y eso, la justicia arribará a su tiempo, no lo duden.
Abogado.
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