Panamá
Un llamado a recordar nuestra historia y a enorgullecernos de ser panameños
- Ing. Helmut De Puy / Ciudadano Construyendo futuro
En un contexto en el que últimamente han tratado de difundir una versión que minimiza el arduo proceso por el cual Panamá asumió el control del Canal, el nuevo documental “Hijo de Tigre y Mula” se erige como una obra imprescindible para todo panameño. Dirigido por Annie Canavaggio, el filme profundiza en las intensas negociaciones que desembocaron en la firma de los Tratados Torrijos-Carter en 1977, un hito que marcó el renacer de nuestra soberanía nacional.
Es fundamental que cada ciudadano conozca y comprenda el valor histórico de este logro. No podemos permitir que se tergiverse la realidad, especialmente cuando una personalidad internacional, como el presidente Trump, llega a afirmar que el Canal fue “regalado” a Panamá. La verdad es que la reversión del Canal fue el resultado de un esfuerzo colectivo, de sacrificios y de una determinación inquebrantable. En este sentido, este documental no solo recoge hechos históricos, sino que también educa y reaviva el orgullo nacional, recordándonos lo que costó obtener lo que hoy consideramos parte de nuestra identidad.
La producción destaca por el uso de material de archivo inédito y testimonios que permiten revivir la magnitud de aquellos momentos decisivos. Con un enfoque riguroso, el documental invita a las nuevas generaciones a conocer de cerca los esfuerzos y las luchas de quienes hicieron posible la entrega del Canal, haciendo de esta obra un valioso recurso educativo y de reflexión. Nos obliga a mirar hacia atrás para comprender que cada logro se ganó con esfuerzo y convicción, y a defender la soberanía que tantos nos costó conseguir.
El aspecto central de la película es la figura de Omar Torrijos, un líder indiscutible cuya influencia perdura hasta nuestros días. Torrijos no solo supo unir a un país, sino que dejó una huella imborrable en la historia de Panamá. Su liderazgo, basado en la justicia y en la defensa del pueblo, sigue siendo referencia; pero es evidente que dentro del PRD actual, ningún dirigente llega ni de lejos a lo que él representó.
En definitiva, Hijo de Tigre y Mula es más que un documental; es una invitación a la reflexión, un recordatorio del sacrificio y del esfuerzo que hicieron posible uno de los logros más importantes de nuestra nación. Cada panameño debería verlo, no solo para conocer su historia, sino para reafirmar con orgullo su identidad y valorar lo que, con tanto esfuerzo, se logró.
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