Reconocimiento
Tomás Herrera y los legionarios de la libertad
A pesar de la superioridad numérica, de piezas de artillería y tecnológica por parte de los españoles; la convicción y el amor a la libertad de los patriotas pudo más. La decisiva victoria de los ejércitos libertadores selló el destino del continente.
- Edgardo Rodríguez
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- - Publicado: 21/3/2021 - 12:00 am
En la Batalla de Ayacucho participaron 1,600 panameños pertenecientes a los Batallones del Istmo 1, 2 y 3 dirigidos por el Capitán Tomás Herrera, a quien en su honor, hay un monumento y una plaza, en San Felipe. Foto: Víctor Arosemena. Epasa.
Este año, Panamá conmemorará 200 años de emancipación frente a la corona española. Si bien es cierto, el istmo no fue un teatro de operaciones militares, también es cierto que la independencia no fue una dádiva, sino que fue el resultado de la lucha de un pueblo determinado a conquistar su libertad.
El 28 de noviembre de 1821, Panamá declara su independencia, pero los últimos reductos del imperio español fueron derrotados en el continente en la histórica batalla de Ayacucho en 1824.
En la mañana del 9 de diciembre de 1824, un superior ejército español se aprestó a iniciar hostilidades contra las fuerzas libertadoras. La evidente superioridad de los españoles empezó a quebrar la resistencia del ala izquierda, que rápidamente pidió ayuda al centro comandado por José Antonio Sucre.
Posteriormente, el ejército español avanza sobre el ala derecha, y es ahí donde el General de División José María Córdoba pronunció una frase que retumbará en la eternidad: "¡Soldados! Armas a discreción, ¡paso de vencedores!" (Liévano Aguirre, 2011, p. 505).
De esta manera, ambas fuerzas se enzarzaron en un combate que cada vez se hizo más violento, en los que la templanza del carácter y la superioridad de los ideales fueron determinantes.
Estos hechos terminarían definiendo la batalla, la guerra y el curso de la historia. Cuando el Virrey José de la Serna envió a sus reservas, ya era demasiado tarde, pues todos sus esfuerzos estaban destinados al fracaso.
Al final del día, los realistas españoles habían perdido a 1,800 soldados, mientras que las muertes dentro de las fuerzas libertadoras fueron 310. A pesar de la superioridad numérica, de piezas de artillería y tecnológica por parte de los españoles; la convicción y el amor a la libertad de los patriotas pudo más.Una vez vencidos los españoles, como muestra de gran humanidad para la época, se les permitió a los sobrevivientes embarcarse libremente para España.
Esta decisiva victoria de los ejércitos libertadores selló el destino del continente, y enviaron un poderoso mensaje a cualquier potencia que pretendiera colonizar la región. Según un reconocimiento que hizo la embajada del Perú a Panamá, en esta batalla "participaron 1,600 panameños pertenecientes a los Batallones del Istmo 1, 2 y 3 dirigidos por el ilustre Capitán Tomás Herrera."
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Los integrantes del contingente del Istmo de Panamá fueron conocidos como los "legionarios de la libertad". Este recuento histórico nos debe llenar de orgullo como panameños, ya que nos recuerda una parte de los aportes que hemos hecho en beneficio del mundo.
Gracias a estos valerosos compatriotas se logró conquistar la anhelada libertad y soberanía que sentó las bases del desarrollo de la región hispanoamericana, y nos convirtió en ciudadanos y no súbditos de una metrópolis extranjera.
Profesor de Historia y Máster en Historia Universal.
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