Recuperación de playa y multas
Proyectos alcaldicios con sentido, pero carentes de realidad
- Antonio Mola Davis
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Debemos llevar a cabo proyectos efectivos, no proyectos alejados de la realidad, por buscar simplemente una imagen política, que termina siendo una imagen torpista.
Área donde se prevé hacer el proyecto, que tendrá una extensión de 1.8 kilómetros de playa, a un costo de $120 millones. Foto: Archivo.
La alcaldía capitalina en sus primeras semanas ha dado muestras de una infinidad de ideas para equipar a la Ciudad de Panamá con urbes de mayor desarrollo, lo cual es digno de admirar y también de criticar.
Todo proyecto requiere de estudios de factibilidad, impacto ambiental y social.
Estudios que requiere de expertos y análisis profundos y consultas con las comunidades afectadas.
No es simplemente decir Sí o No se puede.
Es mucho más que eso.
Hay que establecer escenarios financieros, sociales y el resultado del Estudio de Impacto Ambiental (EIA).
Hoy en día, el EIA se hace sin el respeto a los cánones legales.
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Se presenta al Ministerio del Ambiente (MiAmbiente) y este lo aprueba con lo que parece un análisis superficial o se engavetan esperando una "contribución al ambiente gobernante".
Si es un ente gubernamental, se le da paso expedito con poco análisis.
Pareciera que MiAmbiente se cobija con el paraguas de que el problema es de la institución que lo presenta (caso de la ampliación de la Vía Omar Torrijos).
Analicemos dos ejemplos de Proyectos Alcaldicios con Sentido pero Ausentes de Realidad, los que llamo proyectos PASAReal: Playas en la cinta costera de la Bahía de Panamá: Un proyecto tratando de imitar las famosas playas de Rio de Janeiro en Brasil o las de Miami Beach en Florida, EEUU (del lado Atlántico, donde las mareas son diferentes a las del Pacífico).
Proyecto de 1.8 Kilometros de playa, pensando en atraer turistas y dar un lugar de esparcimiento a cientos de capitalinos
Un proyecto con sentido pero no se adapta a la realidad.
La inversión en estos momentos ni es reditable ni de prioridad para la ciudad de Panamá.
La bahía de Panamá no tiene la salubridad requerida para bañistas; el agua estará con niveles de contaminación no apto para el ser humano por los próximos 11 años cuando se estima estará saneada plenamente, de acuerdo con el Plan de Saneamiento de Panamá (PSP).
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La información dada por la Ing. Tatiana De Janón, Coordinadora General del PSP, al diario ElCapitalFinanciero.com el 31 de marzo de 2018, indicaba que la bahía estaría saneada 10 años después que se frenara el vertido de aguas residuales (sin tratamiento), lo que se estima será en el 2023, con lo cual, como optimista, el saneamiento 100% de la bahía podría estimarse para el 2030, año en el cual podría pensarse apta para bañistas.
Entonces, invertir $120 millones en los próximos tres años para tener un lugar en donde podríamos ir a tendernos a disfrutar de los rayos solares, con la esperanza de disfrutar de las deliciosas aguas del mar Pacífico dentro de 11 años, no me parece una acertada inversión a estas alturas.
El decreto municipal 025-2019 de agosto de 2019, que modifica sanciones y multas impuestas: El decreto establece multas de $500.00 a las personas que se estacionen sobre aceras, isletas, veredas, remanente vial, parque, plaza, o cualquier espacio público en el Municipio de Panamá.
Multas que se duplican si las personas se estacionan en las aceras de las paradas, zonas pagas, estaciones de pasajeros o en las zonas adyacentes destinadas al servicio de metrobús o las líneas del Metro.
Igual se establecen multas que llegan hasta los $10,000.00 por reincidencias.
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Estaría bien el sentido de las multas de tránsito si esta ciudad estuviera llena de plazas de estacionamientos y que el transporte público fuera efectivo y de calidad.
Pero si de algo carece Panamá, es precisamente de lugares de estacionamiento y de un servicio de transporte público eficiente.
Antes de decretar los incrementos de multas, debió hacerse un estudio de impacto social.
Las barriadas de las clases baja, media baja y las antiguas, tienen residencias con solo un estacionamiento.
Muchas de estas familias tienen más de un automóvil.
Hoy en día los precios de estos, aunado a las facilidades crediticias, hacen que adquirir un auto, sea una mejor opción que el uso del ineficiente servicio de transporte público.
Entonces, ¿dónde el pueblo estaciona sus vehículos?
Entendemos estas multas en las vías públicas principales y en los centros de alta densidad de negocios que tienden a colapsar el tránsito e impiden el uso de las aceras y áreas comunes.
Para que esto no ocurra, se requieren estacionamientos públicos y privados.
Panamá es una ciudad con un caos vehicular y con ausencia de estacionamientos que obliga a conductores y transeúntes a improvisar ante la realidad existente.
Debemos llevar a cabo proyectos efectivos, no proyectos alejados de la realidad, por buscar simplemente una imagen política, que termina siendo una imagen torpista.
Los proyectos alcaldicios o gubernamentales no solo deben tener sentido, sino estar acorde con las realidades existentes.
Exalumno del Instituto Nacional.
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