Mensaje
No se arrepienta de haber hecho el bien
Porque queda en el fondo colectivo del alma de la humanidad, ya que el amor dado, los sacrificios, desvelos, aportes, todo lo hecho está ahí, en ese cuerpo de Cristo en la historia, y se ha recibido y será aprovechado por el conjunto humano y aún por la creación entera.
- Rómulo Emiliani
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- - Publicado: 20/2/2021 - 12:00 am
Aunque no se lo reconozcan nunca, nunca se arrepienta de haber hecho el bien. Aunque lo traicionen después, lo echen a la calle, lo marginen, nunca se arrepienta de haber hecho el bien. Aunque después hablen mal de usted, malinterpreten sus palabras y hechos, nunca se arrepienta de haber hecho el bien.
Usted lo hizo por amor, intentó ayudar, realizar una obra buena, se sintió bien en hacerlo, se hizo mejor persona, glorificó el nombre de Dios porque amó a los demás, y además atendió al mismo Cristo en las otras personas. Nunca se arrepienta de haber hecho el bien.
Cuántos padres de familia se sienten tristes porque sus hijos han sido malagradecidos, no los han tratado bien después de todo lo que se hizo por ellos. Inclusive de viejos los abandonan, los echan a un lado, los dejan tirados en asilos u hogares de ancianos y nunca los van a visitar, o una vez cada cuatro o seis meses.
Cuántos esposos o esposas se sienten frustrados y engañados, porque el cónyuge después de tantos años los abandona, los traiciona, o los trata mal o con indiferencia.
En la vida política es tan frecuente la traición, el engaño, la trampa y el buen político, víctima de una trama maligna, se siente defraudado, burlado por lo que hicieron con él. Y en todas las profesiones hay colegas que por envidia, o competencia desleal, buscan hacer daño al que destaca e impedir que se realice en su campo de acción.
Pues no hay que arrepentirse de haber hecho el bien. ¡Nunca! Porque el bien que has hecho queda en el fondo colectivo del alma de la humanidad, ya que el amor dado, los sacrificios, desvelos, aportes, todo lo hecho está ahí, en ese cuerpo de Cristo en la historia, y se ha recibido y será aprovechado por el conjunto humano y aún por la creación entera.
Porque todo está unido, todo tiene una comunicación profunda, una comunión más allá de fronteras raciales, ideológicas, políticas, religiosas. Y además, todo el bien dado queda apuntado en el Libro de la Vida, y en el juicio final será tomado en cuenta.
No hagas las cosas esperando recompensas, que te devuelvan el mismo amor, que te lo agradezcan o reconozcan. Nunca supedites tu amor a la condición de recibir algo igual, y si no hay seguridad de eso, no hacer nada.
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El placer, el gozo de hacer el bien, es tan grande que compensa inclusive el golpe de la traición, del malagradecimiento, y, sobre, todo la seguridad de que Dios lo ha apuntado todo y él sí, en el cielo, lo tomará muy en cuenta.
Monseñor.
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