Reflexionemos
Muchachos, así no se quiere a la patria
...estamos heredando una sociedad un poco maltrecha moralmente, pero ¿acabándola de lacerar como lo hacen en sus manifestaciones ayudan a salvarla de los tantos males que padece?
- Bernardina Moore [email protected]
- - Publicado: 27/11/2019 - 12:00 am
Considero que, cuando una protesta es por situaciones que violen los derechos humanos y el bienestar colectivo, se debe hacer con sentido de patria, pensando en los intereses de la mayoría, pero no vengan a decir que defienden los derechos de terceros destruyendo lo que han construido con sacrificio, como por ejemplo: una empresa, un pequeño negocio para llevar el sustento a su hogar, y, lo peor, arremeter contra las instituciones publicas, que son patrimonio de todos, que mal o bien brindan un servicio a la ciudadanía; no digan que destruyendo los progresos obtenidos en cuanto a estructura física se refiere, ¡es defender la patria!
Piensen con cordura y sentido común que el problema no está en las estructuras físicas sino en la conducta de algunos de las que las ocupan.
Pregunta:¿Ese es el concepto que tienen de amor a la patria?
Y ¿violentando los derechos de nuestros hermanos es como hacemos patria?
¿Los grandes corruptos pisotean nuestros derechos de una forma y ustedes de otra?
Esa conducta violenta y agresiva, no es coherente con lo que exigen y hacen.
Destruyendo los bienes ajenos y violando los derechos de terceros de aguantarse por más de tres horas a veces el derecho de circular libremente por las vías de este país que ustedes defienden con tanto fervor patrio, precisamente en el “mes de la patria” ¿qué ironía verdad?
Hay muchas personas que tienen la caña lista para pescar en río revuelto, ojalá no sea el caso nuestro, porque se supone que por la educación que tienen o reciben deben proyectar sus protestas con civismo y altura, pero, con tanta violencia estamos poniendo en tela de duda sus verdaderas intenciones, porque es contradictorio decir que amo mi patria y le lanzo toda clase de objetos, perjudicando los bienes públicos y privados, poniendo en peligro la integridad física de los que se encuentran cerca y aun la vida de los mismos que protestan.
Nosotros queremos seguir siendo un pueblo de paz y de convivencia fraternal.
No permitan que, las pasiones desenfrenadas, los hagan perder el control de sus actos
Así no se quiere a la patria, tenemos la sospecha de que por la acogida brindada a tantos extranjeros, no todos vienen con buenas intenciones de tener una mejor calidad de vida, sino resentidos, y no les importa tener injerencia en nuestras luchas y conquistas de forma negativa, “ojo al Cristo que es de plata”, reza un dicho.
Muchos, y me incluyo, somos de la opinión de que, jamás la violencia ha sido la vía para resolver conflictos; por eso el diálogo es el medio más eficaz para resolver un problema, lógicamente con personas que estén abiertas al mismo, pero, insultándonos e hiriéndonos físicamente, es querer o pretender apagar el fuego encendido echándole más líquido inflamable.
¿Cuándo se ha visto que eso funcione?
¿En qué cabeza cabe semejante locura?
O decidimos echarnos agua fría en la cabeza para poder discernir la solución al problema, o nos destruimos como insensatos sin haber usado la hermosa opción de escucharnos un momento.
Si es nuestra intención demostrar que queremos a nuestra patria, por favor no la destruyamos perjudicando a los que ayudaron a construirla.
Muchachos, ustedes son el presente y el futuro de esta nación libre y soberana con un gobierno no perfecto, pero democrático, tengan eso en cuenta cuando salgan a protestar, porque la democracia se debe cuidar como un tesoro en vasija de cristal, que al mejor descuido se nos puede caer de las manos y volverse añicos, no lo olviden.
Considero que estamos heredando una sociedad un poco maltrecha moralmente, pero ¿acabándola de lacerar como lo hacen en sus manifestaciones ayudan a salvarla de los tantos males que padece?
Desde luego que no, es imposible lograrlo comportándose así.
Escritora
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