Sueños
Migración gallega desde 1893 en Panamá
- Virgilio Correa [email protected]
Habían partido pobres y analfabetos y regresaban ricos e "ilustrados". Encarnaban el triunfo, el sueño realizado de cambiar de vida, de romper con la miseria y el atraso; la posibilidad de alcanzar un nivel de vida más digno.
![Despedida de migrantes, 1915. Tomado del Libro Memoria Gráfica de la Emigración Española.](https://www.panamaamerica.com.pa/sites/default/files/gallegos_migran_panama.jpg)
Despedida de migrantes, 1915. Tomado del Libro Memoria Gráfica de la Emigración Española.
En estos momentos que el tema migración está de moda nuevamente, vamos a tratar de escribir algunos artículos sobre las diversas migraciones hacia Panamá desde el siglo XIX.
¡Hoy analizaremos la gallega!
Lo que vamos a citar a continuación son narraciones sugeridas por el ilustre gallego, Antón Villar Ponte, (1881-1936) que afirmó un día en La Coruña sobre las familias gallegas en América: "Aquí les llaman americanos y en América gallegos, y ni son gallegos para nosotros ni americanos para los de América".
Así se puede definir el flujo de gallegos desde 1893 hasta nuestros días.
Lo dice un gallego, católico y universitario. No lo décimos nosotros.
Esto es tanto así, que la mayoría de sus descendientes van a estudiar a universidades en Estados Unidos.
Casi ninguno de ellos va a estudiar a Galicia.
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Tal vez por eso, "ni son chicha ni limonada" dijo una vez un político hispanoamericano y agregó: "¡es que en su tierra de origen también son extranjeros!", producto de la emigración.
Por otro lado, Xosé Ramón Campos Álvarez, ya escribió, a este propósito, los siguientes comentarios, en su calidad de profesor de la universidad de Vigo:
Abrimos citas: Para el gallego de la época -1893-, América representaba el Paraíso, el país de Jauja(1), -algo así como el país que el actual presidente panameño les prometió y que nunca cumplió, como sus ancestros gallegos, que según el mismo autor Campos Álvarez lo define como donde todo aquel que tal vez trabajase podía hacerse rico y obtener cuanto desease.
Esta imagen fue acrecentada por la correspondencia de los emigrantes con sus lugares de origen (que enviaban noticias muchas veces no del todo verdaderas, exagerando las oportunidades y callando los sacrificios y penalidades a que estaban sometidos) y sobre todo por los que regresaban con "buena facha, traje elegante y gruesa leontina en el reloj".
Las apariencias fueron siempre engañosas, decía el escritor de marras.
Habían partido pobres y analfabetos y regresaban ricos e "ilustrados".
Estos indianos fueron la mejor publicidad para la emigración.
Encarnaban el triunfo, el sueño realizado de cambiar de vida, de romper con la miseria y el atraso; la posibilidad de alcanzar un nivel de vida más digno.
América no era solo un mercado de trabajo, fue además "una reserva de esperanza, que funcionaba como tierra de promisión en el subconsciente colectivo del gallego".
Han vivido siempre del cuento y de las fantasías cotidianas del momento.
Así han triunfado a costilla de las oportunidades del momento, agrega el investigador. Son oportunistas.
Así se marchan con dos ideas fijas en la cabeza, ganar dinero y regresar triunfantes a su tierra.
Lo demás no es importante (país, nación, solidaridad, igualdad, respeto a autru (otros)i, etc.).
Para conseguirlo van dispuestos a todo.
Salen sin saber el tiempo que durará su "aventura", el cual queda condicionado por el logro de sus anhelos o por la consecución de un cierto bienestar económico, sin importarles la familia, los amigos y los demás, solo los delirios de grandeza.
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"El hecho es que la emigración se convierte en la válvula de escape de la población rural de Galicia ante el fracaso de la modernización de las relaciones agrarias y de las experiencias industrializadoras".
Galicia era sinónimo de fracaso, por eso emigraban con sus problemas a otras latitudes, pero cuando regresaban la mayorías de los gallegos no los aceptaban.
(1) El Sueño de la tierra de Jauja, una obra en la tradición española que toca el tema de un país imaginario donde reina la abundancia de alimentos y existe un orden social utópico que excluye terminantemente el trabajo, es un motivo que comenzó a forjarse con cierta autonomía durante la Edad Media.
Parecido a lo que los panameñistas le prometieron a Panamá en el 2014 y no le cumplieron.
Escritor.
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