Panamá
Los vientos de la política
- Dorindo Jayans Cortez
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Los motores ya están encendidos. Los vientos de la política soplan por doquier. Las nuevas regulaciones ya están establecidas.
Los motores ya están encendidos. Los vientos de la política soplan por doquier. Las nuevas regulaciones ya están establecidas. Los periodos para las primarias ya están en calendarios, y los aspirantes preparan los bolsillos. Desde la apertura "democrática", en 1979, es el octavo torneo electoral que, como sus similares, siembran esperanzas. Es la fiesta donde se juega con los discursos, y se motiva una población votante altamente necesitada aunque al final son pocos los que saborean el pastel.
Son torneos llenos de promesas, incumplidas en muchos casos. Es la lógica del sistema, y en todo caso para mercadear el producto político se tiene que definir la estrategia con la que no se trabaja, necesariamente, con la verdad. Prevalece ese principio maquiavélico de que "el fin justifica los medios". Lo ético se pone en la esquina y se busca obtener el resultado favorable como dé lugar. En esto, las redes sociales harán su papel.
La campaña que se avecina, como en los últimos años, estará incidida por las redes sociales. Desde el 2008, con la campaña de Obama en EE.UU, siguiendo con repetidas experiencias en la región, las plataformas digitales y el común de la gente se articulan en esa nueva manera de incidir en el "pensar, y el actuar" de las colectividades. Es un asunto que ido creciendo en todos los niveles y nada indica que va a cesar. Un informe de Freedom House de 2019, nos dice que de los treinta países que celebraron elecciones o referendos el año anterior, veintiséis sufrieron interferencias electorales digitales.
En Panamá se ha mejorado el acceso a Internet y a la asequibilidad de los teléfonos inteligentes, por lo que el uso de las redes sociales se ha convertido en el "pan de cada día". Y crece cada día. Según el Latinobarómetro, el número de adulto conectados en Facebook aumentó del 42% en el 2015, al 65% en 2020. Y "WhatsApp, una plataforma encriptada adquirida por Facebook en 2014, se hizo aún más popular alcanzando un 73% de uso en 2020". El aumento sigue y participan en el mundo de las conexiones todas las capas sociales de nuestras sociedades.
Es un asunto que podría mirarse desde una doble condición. Por una parte, como valor positivo por ser herramienta de comunicacion que, para el caso de la política, es esencial. Llegar a la gente con las propuestas de campaña es un mecanismo para formar conciencia sobre la opción del voto. En segundo plano, está el uso de las plataformas para desinformar, para desacreditar, buscando igualmente que el ciudadano opte por una alternativa distinta a la que se desacredita. Son un poder con la capacidad de reorientar la conducta de las colectividades en la dirección que se desea.
Los lbots, el spam, los trolls y los ciborgs, están presentes en tiempos electorales para producir falsedades con publicaciones que se replican porque es el contenido que fascina a una población proclive a ese tipo de eventos.
Hoy se transita por un nuevo marco de cómo la política y la tecnología interactúan. Si antes la radio, la televisión, además del carisma del candidato, lo hacía ganador, hoy habría que decir que las redes se presentan como la mejor o peor herramientas para trabajar en el triunfo o en la derrota del candidato. Una herramienta que tiene que estar en la estrategia electoral, sabiendo que es buenas o mala para la propaganda ética, pero también para la intriga y los anti valores que en nada construyen a la democracia.
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