Panamá
La triste realidad
- Ing. Helmut De Puy / [email protected] / @Helmutdep / [email protected]
Muchos ciudadanos viven en constante preocupación debido al riesgo de perder sus viviendas por no poder cumplir con sus cuotas de hipotecas. Lamentablemente no se cuenta, ni se conoce, un plan inmediato de empleo que ampare a este gran número de trabajadores.
Entre los Pandora Papers, las reformas electorales y el juicio de persecución al presidente Martinelli, se debate la opinión pública en las últimas dos semanas en Panamá. Todos temas importantes para el futuro del país. El primer punto debe ser solucionado por el Gobierno Nacional; el segundo, reposa en los hombros de la Asamblea y del Tribunal Electoral; y, por último, un juicio que puede marcar un antes y un después en la justicia y elecciones futuras panameñas.
Estos temas acaparan las primeras planas de la prensa nacional y programas especializados, pero a pesar de reconocer que son temas vitales, fundamentales y que deben ser abordados de inmediato, también existen otros problemas que están afectando al ciudadano de forma directa y que hoy, ni el Gobierno, ni algunos partidos de oposición o liderazgos políticos están preocupados por solucionar.
El desempleo actual se encuentra por encima del 20%, no existe ni sospechas de un plan para reactivar los empleos de nuestra gente. El Gobierno habla de reactivación de contratos a partir del primero de noviembre, pero lo que al parecer no están enterados de que muchos de estos contratos suspendidos, reposan en empresas quebradas y que no volverán a abrir sus puertas. Muchísimas familias viven apenas con un bono o dos que reciben por grupo, mientras intentan a toda costa y con mucho sacrificio obtener ingresos adicionales para llevar el sustento a su mesa. Esta realidad es visible y a nadie parece importarle.
Adicionalmente, la famosa moratoria ha finalizado, con algunas instituciones dando ejemplo de solidaridad con sus ahorristas y deudores, mientras otras prácticamente imponen reglas que rayan en la usura y que difícilmente las alternativas de pago que ofrecen pueden ser honrados por sus clientes. Estas deudas en su mayoría irrisorias, condenan irremediablemente a muchos ciudadanos desempleados, que no se niegan a pagar sus compromisos, pero que actualmente no pueden cumplirlos dada la situación laboral que están confrontando.
Muchos ciudadanos viven en constante preocupación debido al riesgo de perder sus viviendas por no poder cumplir con sus cuotas de hipotecas. Lamentablemente no se cuenta, ni se conoce, un plan inmediato de empleo que ampare a este gran número de trabajadores.
Es por eso que insisto en un llamado de atención inmediata al presidente y a los funcionarios de su Gobierno, quienes son los responsables de atender de manera prioritaria este problema, que puede finalizar con la paz social que muchos voceros se enorgullecen en pregonar.
Súmate a transformar el país. Los problemas ciudadanos deben ser preocupación de todos y solucionados por quienes tienen el deber de hacerlo.
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P.S. No quería culminar mi espacio sin antes adelantarles que la próxima semana estaré dedicando mis letras al peor mal que ha sufrido nuestro país sin lugar a dudas: el Gobierno del presidente Varela y todas las complicaciones que nos ha heredado en aspectos vitales para el Estado.
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