Enfoque
Ironía de una pandemia
Ahora con la muerte asomándose en cada ventana, sin distinguir la calidad del cristal, aparece el barco de nuestro último viaje, del destino, esta situación nos invita a lo filosófico, al volver a las preguntas fundamentales.
- Toribio Pineda Camargo
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- - Publicado: 09/8/2020 - 12:00 am
¿Para qué sirve la Filosofía? Es una de las preguntas más comunes.
Si la Filosofía no sirve para nada, ergo, sobran los filósofos y filósofas.
Al inicio de la pandemia vimos varios escritos sobre la situación socio-política que vivimos.
Algunas publicaciones, desde un enfoque filosófico, surgieron de inmediato.
Desde la mirada particular de Giorgio Agamben, sobre el Estado de excepción, hasta las discusiones generadas por Slavoj Zizek y Byung-Chul Han.
Parece que, en medio de uno de los hechos científicos más importantes para la epidemiología también subyace una petición del punto de vista filosófico.
En nuestros medios, este enfoque no es común. En medio de tanta confusión, la Filosofía es una bocanada de aire fresco ante un panorama de oscuridad, de una pandemia con información distorsionada por los pseudo-intelectuales especialistas en todo.
Es muy probable que, en nuestros días, este tipo de petición no sea lo usual.
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La Filosofía, tan famosa en la frialdad de libros polvorientos y cerrados, hoy solo es reconocida, mayormente, por frases como: “Pienso, luego existo”, de Descartes; “Conócete a ti mismo”, de Sócrates; “Yo soy yo y mis circunstancias”, Jose Ortega y Gasset; hasta el “Tómatelo con Filosofía”, de los estoicos.
Es un error creer que la Filosofía está atrapada en los libros, frases sin contextos o solo en la educación secundaria.
Esto nos hace pensar en su futilidad profesional.
Al inicio de la pandemia y sus implicaciones que nos llevaron a un desastre global, la Filosofía dejó de ser fútil para los medios de difusión masiva que afanosamente buscaban el enfoque filosófico de la pandemia.
El coronavirus trajo consigo esta sorprendente ironía. Lo que antes era innecesario por su carácter abstracto ahora se torna útil.
Pero qué tiene que ver la Filosofía con este último evento epidemiológico actual. Entonces, ¿Por qué la solicitud del enfoque filosófico que no contribuye a la cura del coronavirus?
Tradicionalmente, se recurre a la Filosofía cuando las respuestas han agotado su vigencia.
Trata siempre sobre las preguntas, las mismas nunca pierden validez a diferencia de las respuestas.
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Ya Kuhn, en La estructura de las revoluciones científicas, nos habló de la ciencia normal.
Debido a la pandemia, los científicos están en la carrera por encontrar la cura como respuesta a un fenómeno mundial.
En el Eutidemo de Platón retrata a la filosofía como “un saber para ventaja del hombre”, hoy diríamos del ser humano.
En Kant, hay una metafísica, en la que los seres humanos, en algún momento, todos se piensan desde preguntas sobre: su origen, su realidad y su destino final.
Las respuestas a esto las ofrecen las ciencias, pero el momento de hacerse preguntas es lo que define y delimita lo posible y probable.
La muerte como un fenómeno humano y natural brinda ese momentum en que nada parece más cierto.
Resaltan las tesis de Nuncio Ordine, en La utilidad de lo inútil que da importancia al pensamiento.
Desde aquí la Filosofía se aleja de las ciencias, porque es incomparable con ellas en términos de respuestas.
Más bien, el laboratorio de la Filosofía es lo conceptual, que permite la estructuración de las ideas para iluminar a las ciencias en su devenir.
La Filosofía es ese gran metiche que siempre se entromete donde nadie la llama para buscar y mostrar el rastro de lo esencial.
Ahora, con la muerte asomándose en cada ventana, sin distinguir la calidad del cristal, aparece el barco de nuestro último viaje, del destino, esta situación nos invita a lo filosófico, al volver a las preguntas fundamentales.
Se han desempolvado los libros para darle calor al pensamiento filosófico, que es ajena al tiempo y regresa permanentemente con las mismas preguntas, más vigentes que nunca: ¿quiénes somos?
¿Por qué estamos aquí en un planeta que se ha vuelto tan pequeño por un virus?
¿Para qué vivimos? Espero que la pandemia pase a los libros de Historia lo antes posible.
Así, los seres humanos al tener la cura volveremos a vivir nuestras vidas, pero ¿qué nos quedará de esta pandemia?
Del siglo XX nos quedaron decenas de guerras, que se llevaron millones de vidas y dejaron muchos conflictos durante la guerra fría y la guerra de Vietnan.
Al final, surgen las mismas preguntas: ¿Qué es el ser humano?, ¿Qué hacemos aquí?
Algunos dirán trabajar, construir-destruir; otros la dolce vita, el placer; en Aristóteles es contemplar, el fin supremo es la felicidad.
Profesor de Filosofía en la Universidad de Panamá.
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