Compromiso
Francisco y el futuro de la Tierra
...como señalan algunos científicos, el mar es el mejor termómetro de la temperatura terrestre, entonces lo que está en peligro es la vida misma, incluyendo la de los humanos.
- Juan Jované
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- - Publicado: 23/1/2019 - 12:00 am
Una vista del malecón de La Habana, un muro costero que bordea parte de la capital cubana, desde el Vedado a La Habana Vieja. El papa Francisco propone un diálogo que nos una a todos porque el desafío ambiental nos interesa e impacta a todos. Foto: EFE.
Las tendencias relacionadas al ambiente son alarmantes, tal como se refleja en los estudios más recientes sobre el tema.
Es así, por ejemplo, que en un artículo publicado por Chelesa Harvey el 11 de enero del presente en el sitio web de la prestigiosa revista Scientific American, se llama la atención sobre el hecho de que los "mares de la Tierra están absorbiendo exceso de calor 40% más rápido que lo planteado en las estimaciones previas".
Se trata de una situación que prácticamente pone en peligro todo el ecosistema marino.
Además, si como señalan algunos científicos, el mar es el mejor termómetro de la temperatura terrestre, entonces lo que está en peligro es la vida misma, incluyendo la de los humanos.
En este contexto, el pensamiento del papa Francisco, contenido en su Carta Encíclica Laudato Si, constituye un invaluable aporte a la lucha por la preservación de la vida.
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Se trata no solo de un documento que, utilizando una amplia base de conocimientos científicos, llama la atención sobre la urgencia de atender el problema ambiental.
El mismo también insiste en que la crisis ecológica no es independiente de los problemas vinculados con la pobreza y la falta de equidad.
Es por esto por lo que el papa afirma que los jóvenes "se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y los sufrimientos de los excluidos".
A lo que agrega en otra parte de la Carta Encíclica que "debería exasperarnos las enormes inequidades que existen entre nosotros, porque seguimos tolerando que unos se consideren más dignos que otros".
Sobre esta base, el buen papa Francisco llega a apuntar al centro y origen del problema cuando destaca que "la economía asume todo desarrollo tecnológico en función de su rédito, sin prestar atención a eventuales consecuencias negativas para el ser humano", agregando de manera inmediata que "las finanzas ahogan a la economía real.
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No se aprendieron las lecciones desde la crisis financiera mundial…".
Al mundo le hace falta, entonces, la construcción de una nueva forma civilizatoria basada en el cuidado de la naturaleza y la solidaridad que se expresa en la justicia social.
Se trata de lo que el papa llama la ecología integral.
Esto lleva a valorar la propuesta del papa Francisco cuando propone que "necesitamos una conversación que nos una a todos porque el desafío ambiental que vivimos y sus raíces humanas nos interesan y nos impactan a todos".
Esta posición del diálogo franco entre diversas visiones que, sin embargo, pueden converger en los objetivos concretos, la que recuerda la postura de san Juan XIII en su Carta Encíclica Pacem in Terris (1963), constituye, dada la seriedad de los problemas, en un imperativo para todos los que pensamos que aún estamos a tiempo de construir un mundo de libertad.
La base de la sociedad sería entonces la fraternidad, la solidaridad y el pleno respeto a la naturaleza.
Comprometernos con esto es la mejor acogida que le podemos dar a ese insigne y santo peregrino que hoy nos visita.
Economista.
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