Elemental, mi querido Watson
... cuando uno va para viejo el cuerpo se deforma, se pierde masa muscular, los huesos se transforman más débiles y de allí nacen toda una serie de dolencias y enfermedades ¡totalmente prevenibles!
- Jaime Figueroa Navarro
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- - Publicado: 21/11/2020 - 12:00 am
Una dieta balanceada y hacer ejercicios, de manera regular, son algunas de las formas de llevar una vida más feliz y longeva. Foto: EFE.
El ejercicio siempre ha sido parte fundamental de mi vida porque desde muy joven amé la disciplina del Estilo de Vida Saludable, término que actualmente la Organización Mundial de la Salud utiliza para referirse a los hábitos personales y comunitarios que llevan a una mejor armonía y, en general, ofrecen beneficios para tu salud y la de tu familia.
Una dieta balanceada y hacer ejercicios, de manera regular, son algunas de las formas de llevar una vida más feliz y longeva, porque lo importante es morir lo más viejo posible manteniéndose lo más joven posible, aunque todo tiene su momento.
A los 68 años ya no puedo, por ejemplo, participar en las sudorosas sesiones de baloncesto del mediodía istmeño que practicaba hará unas cortas décadas, porque ¡de seguro infarto!
Anterior a la pandemia, acostumbraba ir al gimnasio todas las mañanas, bien temprano practicando una rutina de ejercicio cardiovascular que incluía caminatas y pesas, bajo el ojo clínico de mi entrenador.
Pesas, porque cuando uno va para viejo el cuerpo se deforma, se pierde masa muscular, los huesos se transforman más débiles y de allí nacen toda una serie de dolencias que hacen de la edad madura un estigma de dolores y enfermedades ¡totalmente prevenibles!
Y no pretendemos gastarnos todos nuestros ahorros en visitas médicas, hospitales y medicamentos. Al contrario, permanecer en un sitio permanentemente, oxida el cuerpo y el alma. Entonces, todos los años ahorramos para disfrutar de un crucero en sitios diferentes y distantes.
El año pasado el Mediterráneo e islas griegas, este año, a Dios gracias en febrero, anterior a la polémica de la COVID-19, celebramos los 500 años del primer viaje de circunnavegación global a bordo de un crucero de 15 noches que salió del puerto de San Antonio, aledaño a Valparaíso, que sirve a la ciudad de Santiago de Chile, con destino final a Buenos Aires, Argentina.
En agosto del 2021, ya vacunados, pretendemos tomar un crucero por el Mar Báltico, originando en Estocolmo, Suecia con destino final Ámsterdam, visitando 9 países.
Durante los primeros meses de la pandemia, siguiendo estrictamente los lineamientos de las autoridades de salud, permanecimos en casa, pero muy activos.
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A Dios gracias, mi familia posee un pequeño edificio en Bella Vista, con amplios apartamentos, a la usanza de antaño, todos ocupados por familiares inmediatos y con un generoso patio que nos permitió la disciplina de los 10,000 pasos diarios, cronometrados con nuestra banda Huawei Honor que no solo mide la distancia recorrida a diario, sino otros importantes hitos como las horas de sueño, las pulsaciones del corazón, los niveles de oxígeno en la sangre, y más. A menos de $40, este reloj supera los muy limitados beneficios de un Rolex.
Y aquello de medir los niveles de oxígeno en la sangre (SpO2), se convierte súper importante en pandemia, porque si bajan debajo del 90%, entonces, hay que someterse al hisopado. Los niveles normales, en mi caso, por ejemplo, están en el rango entre el 97% y 99%.
Ahora bien, como resultado de las aperturas por etapas, en vez de circular innumerables ocasiones dentro de lo que se había convertido en una aburridísima pero necesaria rutina cotidiana dentro del patio interno de mi edificio, le he reemplazado por caminatas diarias en la Cinta Costera, partiendo de mi domicilio a las 6:15 am. en compañía de mi perrita Frida, simpática y juguetona bulldog francesa, en dirección a Avenida Balboa, cruzando frente al Club de Yates y Pesca, continuando nuestra caminata hasta el Mercado del Marisco, retornando hasta el parque de Mayín Correa, en Punta Paitilla, para girar nuevamente cruzando a la altura del Club de Yates y Pesca, completando los 10,000 pasos diarios.
Me molesta, me duele, me entristece ver durante mi caminata algunas personas que no portan mascarillas, a pesar de la presencia de elementos del SPI, Linces y Policía Nacional, que no toman medidas al respecto.
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Sobremanera cuando la semana pasada el Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) reiteró la importancia de portar mascarillas para la prevención de la infección de la COVID-19.
Faltando tan poco tiempo para la disponibilidad de la vacuna, se exponen innecesariamente. ¡Qué lástima!
Líder empresarial.
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