Panamá
Dios no se dejará vencer
- Rómulo Emiliani
- /
- opinion@epasa.com
- /
Dios no va a permitir que la muerte, la maldad y el mismo Satanás destruya lo que Él ha creado. Nos hizo a su imagen y semejanza. Y en Cristo Jesús somos sus hijos. Por lo tanto venimos de él, estamos en él, y viviremos siempre en él, porque su amor es absoluto, total, incondicional, siempre fiel, e infinito.

Creemos firmemente que el poder de Dios no tiene límites, y ni aun la muerte podrá con Él. La prueba más clara es la Resurrección de Cristo.
Acontecimiento histórico que anuncia lo que será el destino de todos nosotros. La muerte no podrá contra nosotros. Siempre que estemos en Cristo Jesús. Que lo aceptemos como nuestro Señor, que vivamos de acuerdo a sus enseñanzas y que nos congreguemos vitalmente al Cuerpo de Cristo en la historia, que es su Iglesia. Con la resurrección de Jesús Dios Padre nos ha dicho que no permitirá que la muerte destruya lo que Él ha creado. Lo que hizo con su hijo lo quiere para todos nosotros. Porque Él nos ama en su hijo con el mismo amor que le tiene a Cristo. Y esto es maravilloso.
Dios no va a permitir que la muerte, la maldad y el mismo Satanás destruya lo que Él ha creado. Nos hizo a su imagen y semejanza. Y en Cristo Jesús somos sus hijos. Por lo tanto venimos de él, estamos en él, y viviremos siempre en él, porque su amor es absoluto, total, incondicional, siempre fiel, e infinito. La ha probado con la muerte de su Hijo, que vino al mundo a pagar el precio del rescate de nuestra condenación, muriendo en la cruz por nosotros. Una madre refleja humanamente lo que es el amor de Dios. Y si una mujer con el hijo nacido de su vientre, hace lo que sea para mantenerlo vivo, hasta ser capaz de dar la vida por su hijo, cuánto más Dios hará todo por nosotros. Y eso lo vimos en la muerte en Cruz de su hijo Jesucristo.
La muerte de Cristo en el madero implicó un sufrimiento atroz, tanto físico, emocional, mental y espiritual en Cristo. El sacrificio de Cristo implicó un darlo todo por nosotros. Pero no solo él. Cuando Cristo muere en la cruz se dio un silencio dramático en el seno de la Santísima Trinidad. Cesó el diálogo del Padre con su hijo amado encarnado, con Cristo Jesús. La distancia entre el Padre y el Hijo se hizo abismal. Cristo bajó al Valle de los Muertos por tres días hasta que fue Resucitado. No podemos explicar humanamente cómo fue ese drama.
Pero Dios Padre no se dejó vencer. Al Tercer día resucitó a su hijo, lo liberó de las garras tenebrosas de la muerte y con él nos ha rescatado de la muerte eterna. El amor divino, eterno, compasivo, misericordioso de Dios Padre superó a su propio juicio, en donde está claro merecíamos la muerte eterna. Y nos perdonó en su hijo Jesús.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.