Reflexionemos
Carnavales, ¿modelo de diversión?
Pareciera que durante esa época existiera una especie de pacto social en el que las reglas morales, la urbanidad y el decoro fueran suspendidas temporalmente.
- Roquel Iván Cárdenas
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- - Publicado: 15/2/2020 - 12:00 am
Dios no se opone a la diversión ni estamos propugnando por una falsa moral prejuiciosa que todo lo condena. Foto: EFE.
El Carnaval es una actividad muy conocida en nuestro país y es presentado en nuestra sociedad como modelo de diversión.
Pienso que lo cuestionable es que se presente como modelo de diversión, porque no lo es, ya que lo que se hace es vivir:
"… como los paganos, practicando el libertinaje, vicios, borracheras, orgías, comilonas e intolerables idolatrías." 1Pedro 4,3
Año con año somos testigos, a través de los medios de comunicación, de espectáculos bochornosos y denigrantes, porque algunas personas les dan rienda suelta a sus más bajos instintos.
Pareciera que durante esa época existiera una especie de pacto social en el que las reglas morales, la urbanidad y el decoro fueran suspendidas temporalmente.
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Eso lleva a personas inmaduras a desarrollar una falsa seguridad de que todo vale y que por ser los carnavales, la consecuencia, no importa, como si la vida no continuara después de los mismos.
Para muchos, lamentablemente, la alienación es sinónimo de diversión.
Buscan desesperadamente no pensar ni interiorizar su vida y ahogar su angustia existencial en el mundo de las sensaciones.
Estas ovejas descarriadas no conciben un medio de distracción que conlleve el uso de la razón, más bien identifican el relajarse con no pensar y dejarse llevar por los instintos.
Es deprimente observar cómo muchas actividades que son buenas y sanas, son contaminadas por música estridente con mensajes negativos y con borracheras.
Sin embargo, es importante destacar que la diversión es una acción propia del ser humano, que contribuye a romper la monotonía de la rutina diaria.
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Gracias a ella se suelen hacer muchas actividades donde se desarrolla la convivencia entre las personas.
Por ello, el uso adecuado del tiempo libre es una tarea que es indispensable discernir a luz de nuestra fe, como individuos y familias, buscando que el tiempo de solaz que compartimos juntos sea edificante para todos.
A continuación, tenemos dos textos bíblicos que nos pueden dar algunas pistas para evaluar el uso que le damos al tiempo libre con que contamos.
“Ustedes, hermanos, han sido llamados para vivir en libertad; pero no esta libertad para dar rienda suelta a sus bajos instintos” Gálatas 5, 13
“Todo me está permitido, pero no todo me conviene. Todo me está permitido, pero no me haré esclavo de nada.” 1 Corintios 6, 12
Por lo tanto, el ejercicio de la libertad debe ser discernido con atención porque el mal uso de la misma, aunque parezca una contradicción, puede convertirnos en esclavos.
Dios no se opone a la diversión ni estamos propugnando por una falsa moral prejuiciosa que todo lo condena, sino por un sano equilibrio que nos permita ser personas alegres, que gozamos la vida y disfrutamos de los placeres de la misma, sin caer en la sinrazón de que los instintos nos dominen.
Vivir la diversión bajo el imperio de la razón, iluminada por la fe.
Catequista.
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