COLUMNA: 'CAMBIANDO LA REALIDAD'
Basta de confinamientos
- Ing. Helmut De Puy / [email protected] / @Helmutdep / [email protected]
Hoy el desempleo sigue en aumento en Panamá, las deudas agobiando a los ciudadanos, la clase media tratando de renegociar sus hipotecas y todo esto acontece sin la más mínima idea de cuál será el plan de reactivación que tendrá el Gobierno.
Después de una larga espera, la Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucional la medida basada en sexo, día, número de cédula o pasaporte, que restringía la movilidad ciudadana en las provincias de Panamá y Panamá Oeste, según Resolución No.492 del 6 de junio de 2020, emitida por el Ministerio de Salud.
Esta es una demostración de la improvisación en algunas medidas que se han tomado en el nombre de la pandemia, y que están fuera de la norma Constitucional o peor aún, de la racionalidad en la toma de decisiones.
Si bien, el fallo parece tardío, también es de acotar que no permitirá que nuevamente los fanáticos del confinamiento severo, puedan repetirlo en el futuro. Aunque hoy tenemos más de un millón de vacunados y conocemos perfectamente las medidas de prevención, el ministro de Salud, Francisco Sucre, insiste en seguir confinando y colocando restricciones a las libertades ciudadanas en nombre del virus.
Michael Levitt, premio nobel de química 2013, afirmó: "El daño ocasionado por el confinamiento será mucho mayor que cualquier daño del COVID-19 que se haya evitado". No solo Levitt se pronunció en referencia al confinamiento; más de 17.000 científicos de todo el planeta lo han hecho, varios de ellos ganadores del Premio Nobel o destacados en las mejores universidades del mundo como los epidemiólogos Martin Kulldorff de la Universidad de Harvard; Sunetra Gupta de Oxford, y Jay Bhattacharya de Stanford.
A pesar de esta contundente demostración científica, nuestras autoridades insisten en seguir aplicando el confinamiento como una estrategia fundamental para luchar contra el virus, mientras la crisis económica se convierte en una crisis mayor a la crisis sanitaria.
Hoy el desempleo sigue en aumento en Panamá, las deudas agobiando a los ciudadanos, la clase media tratando de renegociar sus hipotecas y todo esto acontece sin la más mínima idea de cuál será el plan de reactivación que tendrá el Gobierno. Además, una parte de la oposición quiere reformar la Constitución, sin decir cuáles serán los artículos a cambiar y hablando en refundar el sistema, del cual son parte.
Desde este espacio y como ciudadano de este país, exhorto al ministro Sucre, que derogue de inmediato el confinamiento en Panamá. Que permita abrir a los restaurantes toda la noche, los teatros, la vida, y que entienda que estas restricciones son la muerte, no solo de la economía, sino de la salud mental de toda la nación.
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Quiero lo mejor para Panamá, y estoy seguro de que el confinamiento no lo es. Es pobreza, quiebra, miseria para todos los panameños y ciudadanos que invierten, laboran o hacen vida en nuestro hermoso país. Ni una restricción más.
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