Ven una imagen más clara del calentamiento con la crisis actual
- Coral Davenport
Los cielos más contaminados del mundo en India se tornaron despejados y azules por primera vez en décadas, después de meses de confinamiento.
![Un día típico en Nueva Delhi, India, en noviembre (izquierda) y de nuevo en abril, tras meses de confinamiento. Foto / Manish Swarup/Associated Press.](https://www.panamaamerica.com.pa/sites/default/files/imagenes/2020/07/16/ref_06_climate_2-1_0.jpg)
Un día típico en Nueva Delhi, India, en noviembre (izquierda) y de nuevo en abril, tras meses de confinamiento. Foto / Manish Swarup/Associated Press.
WASHINGTON — En el aire cristalino de la economía pandémica, investigadores del cambio climático han estado volando una avioneta sobre la Ruta I-95, de Boston a Washington, midiendo niveles de dióxido de carbono. Científicos han montado monitores de calidad del aire en el sistema del tren ligero de Salt Lake City para crear perfiles atmosféricos intersección por intersección.
Y científicos del Gobierno estadounidense en la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) han iniciado un estudio de calidad del aire COVID para recolectar y analizar muestras de una atmósfera en la que el hollín industrial, las emisiones de tubo de escape y los gases de efecto invernadero se han desplomado a niveles no vistos en décadas.
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Los datos, desde Manhattan hasta Milán y Mumbai, ayudarán a los científicos a comprender la química atmosférica, la contaminación del aire y la salud pública durante las próximas décadas, al tiempo que brindarán a los creadores de políticas información para afinar las regulaciones de calidad del aire y cambio climático con la esperanza de mantener más bajas las emisiones a medida que los autos vuelven a las calles y las fábricas vuelven a abrir.
El gobernador de Maryland, el republicano Larry Hogan, ya ha encargado a su principal funcionario ambiental que utilice los datos de contaminación recopilados por un científico de la Universidad de Maryland en vuelos sobre Baltimore para impulsar en la legislatura estatal este otoño nuevas políticas que expanden el trabajo a distancia y promueven el uso de vehículos eléctricos.
“Nuestro objetivo no es solo celebrar el lado positivo, sino aprovechar eso positivo e institucionalizarlo”, dijo Benjamin H. Grumbles, director de la agencia ambiental de Maryland.
En India, donde algunos de los cielos más contaminados del mundo se tornaron despejados y azules por primera vez en décadas, Sarath Guttikunda, director de Urban Emissions.info, organización de investigación con sede en Nueva Delhi, se pasó el confinamiento monitoreando los datos de calidad del aire recopilados por monitores atmosféricos operados por el Gobierno en 122 ciudades indias.
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El Gobierno indio tiene poca información sobre qué fuentes de emisiones —automóviles, plantas de energía, fábricas o fogones— son los peores culpables, dijo Guttikunda. Pero a medida que el tráfico disminuía y las fábricas cesaban operaciones, las plantas de carbón y los fogones seguían emitiendo. Eso permitió a Guttikunda y sus colegas desarrollar un perfil de contaminación más preciso.
“Si quieres limpiar tu problema de contaminación del aire, tienes que saber a qué apuntar”, dijo.
Entre las observaciones más sorprendentes de Guttikunda: en algunas ciudades, a medida que disminuía el tráfico vehicular y la contaminación de tubos de escape, se dispararon los niveles de uno de los principales contaminantes causantes de smog, el ozono.
Dijo que el marcado aumento fue una validación de la vida real de una teoría de la química atmosférica que dice que el ozono —que está relacionado con asma, cardiopatías y muerte prematura— aumentará, al menos temporalmente, al tiempo que disminuyan las emisiones de los contaminantes óxido de nitrógeno y dióxido de azufre de los tubos de escape.
Michael Benjamin, director del laboratorio de monitoreo atmosférico para la agencia de aire limpio de California, dijo que algunos aspectos del smog en realidad empeoran, “debido a la extraña química del aire”.
En el corredor noreste de Estados Unidos, Xinrong Ren, de la Universidad de Maryland, y Colm Sweeney, de la NOAA, aprovecharon el confinamiento para ayudar a validar modelos científicos que son cruciales para comprender el impacto humano en el cambio climático y la calidad del aire.
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Durante los últimos dos años, Ren y Sweeney han estado monitoreando los niveles de dióxido de carbono sobre Boston, Nueva York, Philadelphia, Baltimore y Washington con un dispositivo montado en las alas de dos avionetas que ellos vuelan por toda la Costa Este. Tan pronto como empezó el confinamiento, ambos regresaron a sus laboratorios voladores.
“Muchas políticas son impulsadas por modelos y estimaciones de cuánto creemos que ciertas cosas contribuyen a las emisiones”, dijo Sweeney.
Debido a que la ciudad de NY vio una disminución del 50 por ciento en el tráfico vehicular, una de las principales fuentes de contaminación por dióxido de carbono, los científicos pudieron calibrar los impactos en la vida real de las emisiones vehiculares en el clima al comparar las mediciones durante el confinamiento con las tomadas en sus primeros vuelos.
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