¿A quién beneficia el paraíso de Hawai?
Los lugareños dicen que los resorts a menudo no son propiedad de hawaianos ni son operados por ellos, quienes son empleados en puestos de servicio de bajo sueldo, y que el desarrollo a menudo beneficia a forasteros a costa de los residentes locales.
- Tariro Mzezewa
- - Publicado: 04/3/2020 - 06:00 pm
Los residentes de Oahu saben que la mejor forma de llegar desde las abarrotadas playas de Waikiki hasta la fresca Costa Norte es conduciendo a lo largo de la costa este de la isla. El camino está enmarcado por montañas, océano y vegetación tan abundante y hermosa que es difícil enfocar la vista en un lugar durante mucho tiempo.
En un reciente viaje a lo largo de la ruta, algo más sobresalía: las banderas hawaianas de cabeza.
La bandera, que tiene la bandera del Reino Unido en la esquina inferior izquierda, no en la superior izquierda como es normal, pendía en fachadas de tiendas en Waikiki y estaba impresa en camisetas en el poblado de Waimanalo; estaba pegada en las defensas de autos que circulaban en Kailua y ondeaba en las cajas de camionetas en Kahuku y otros poblados de la Costa Norte.
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La bandera se ha vuelto un símbolo de solidaridad entre los hawaianos que se oponen a la construcción de un nuevo telescopio grande en Mauna Kea, en la isla de Hawai.
Mauna Kea, a unos 9 mil 750 metros desde el fondo del mar hasta la cumbre y 4 mil 200 metros sobre el nivel del mar, es uno de los mejores lugares del hemisferio norte, si no es que del mundo, para observar el cosmos, opinan los expertos. Los proponentes del telescopio dicen que traerá cientos de empleos a la isla y avanzará el estudio del espacio.
Sin embargo, ha enfrentado una feroz resistencia de algunos hawaianos nativos para quienes el Mauna Kea es terreno sagrado y un lugar de raíces. Quienes se oponen al telescopio dicen estar cansados de que les quiten su tierra para propósitos que benefician a otros y por la promesa de empleos que no ofrecen un sueldo que alcanza para vivir.
“La lucha en Mauna Kea en este momento es uno de los asuntos más importantes que ha realineado muchas relaciones políticas culturales en Hawai”, dijo Kyle Kajihiro, activista y catedrático en la Universidad de Hawai, en Manoa. “Es un surgimiento realmente impresionante del activismo de conciencia cultural”.
La lucha por el telescopio ha revelado fisuras que tienen mucho tiempo de existir en Hawai, un lugar que es casi sinónimo de turismo. La batalla ha inspirado acciones en las islas, todas relacionadas con cómo se usa la tierra y quién se beneficia de ella.
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El espíritu de protesta es más visible en Oahu, donde manifestantes en el poblado de Kahuku han pasado los últimos meses combatiendo la construcción de ocho turbinas eólicas, cada una de 173 metros de altura. Los manifestantes dicen que las turbinas tendrán efectos adversos a largo plazo en la salud de la población. La compañía que las construye señala que no hay evidencia que apoye esas afirmaciones y promete llevar empleos al área. Más de 160 personas han sido arrestadas allí.
En el sureste de Oahu, 28 personas fueron arrestadas en septiembre al tratar de bloquear la construcción de un parque y centro recreativo en Waimanalo, un pueblo esencialmente agrícola. Los desarrolladores del centro dicen que traerá empleos y creará un nuevo espacio comunitario, pero los oponentes temen que será un imán para turistas y destruirá el bosque y la playa.
En Honolulú, en mayo, empleados de Hilton protestaron, exigiendo un mejor contrato y protecciones laborales. En julio, empleados hoteleros se declararon en huelga para protestar por lo que dijeron eran bajos sueldos y el despido de 45 trabajadores por parte de Diamond Resorts, un operador de propiedades en Estados Unidos y Europa. La compañía informó que convertiría uno de sus hoteles en un resort de tiempos compartidos, lo que requiere menos trabajadores que un hotel tradicional.
La mayoría de la gente en Hawai, en especial en la industria turística, tiene más de un empleo para apenas arreglárselas, dijo Bryant de Venecia, organizador de comunicaciones para el sindicato Unite Here Local 5, que representa a trabajadores de resorts.
“Mauna Kea ha encendido a los hawaianos que están cansados de ver su tierra, recursos y trabajo ser usados a costa de su bienestar”, señaló.
Empleos no bastan
Quizá por primera vez en la historia hawaiana reciente, los lugareños están diciendo que los empleos no bastan.
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“Tenemos que alejarnos de la cantidad a la calidad”, dijo Laurien Baird Hokuli’i Helfrich-Nuss, fundadora de Conscious Concepts, una compañía que trabaja para desarrollar iniciativas turísticas sustentables.
El turismo es el motor principal de la economía de Hawai, al representar el 21 por ciento de los empleos. Más de 10 millones de personas visitaron el Estado en el 2019, una cifra récord.
Los lugareños dicen que los resorts a menudo no son propiedad de hawaianos ni son operados por hawaianos, quienes son empleados en puestos de servicio de bajo sueldo, y que el desarrollo a menudo beneficia a forasteros a costa de los residentes locales.
Kajihiro, el activista, y su colega Terrilee Keko’olani estudiaron los efectos ambientales y sociales de la colonización, la militarización y el desarrollo excesivo de Hawai. El turismo fue una de las industrias con algunos de los efectos más perjudiciales, dijo, incluyendo la sobrepoblación y un costo de vida más alto.
El dúo empezó a ofrecer tours alternativos de la isla, que ellos llaman DeTours (Desviaciones), en el 2004. Los recorridos se dan a personas que quieren aprender sobre Hawai desde la perspectiva de los hawaianos locales. Incluyen una historia sobre las formas en que la vida militar está oculta por toda la isla.
“Las personas ya vienen aquí con tantas imágenes e ideas sobre lo que es Hawai que es realmente difícil para ellas ver algo diferente”, dijo Kajihiro.
Un nuevo tipo de turismo
El equipo DeTours es parte de un movimiento que busca cambiar lo que significa turismo en Hawai.
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Para dar a los turistas una experiencia más auténtica del “verdadero Hawai”, los artistas Roxy y Matt Ortiz los invitan a su estudio en el distrito Kaka’ako de Honolulú. La pareja es conocida por sus murales de fantásticas casas en árboles.
Los invitados pueden ver el trabajo en marcha de la pareja, pero además aprenden respecto al ahupua’a, el antiguo sistema de división de tierras, en el que la isla fue separada en rebanadas, con cada rebanada extendiéndose desde lo alto de la montaña local hasta la costa.
“Cuando la gente tiene algo de la historia y el contexto puede apreciar más el arte y puede experimentar la isla de una manera más significativa”, afirmó Matt Ortiz.
Otra forma en que los turistas pueden aprender sobre la tierra es visitando una granja local como Kahumana Farm, en el lado oeste de Oahu.
En noviembre, Chloe Anderson, una terapeuta y profesora, visitó la granja durante cuatro días. Compartió una habitación, practicó yoga y aprendió sobre las hortalizas cultivadas y cocinadas en la granja.
“Tuvimos como tres o cuatro actividades diferentes que hacíamos todos los días”, dijo. “Pero muchas cosas estaban basadas fuera de la granja y en la granja. Tuvimos la experiencia de ser un turista en Hawai y hacer senderismo y excursiones en la playa, pero también de experimentar algo más”.
Algunos dueños de negocios intentan ser tan ecológicamente amigables como es posible.
“No creo que sea razonable esperar que la gente no trabaje en la principal industria que hay y no creo que los hawaianos quieran detener el turismo por completo, pero todos estamos trabajando para encontrar formas de hacerlo de manera responsable y cuidadosa”, dijo Shane Hiroshi Gibler, copropietario de Royal Hawaiian Catamaran, que tiene su sede en Honolulú y ofrece tours de snorkel, cruceros al atardecer y charters.
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Gibler instruye a los visitantes sobre pesca, comida y la importancia del océano y la tierra para los hawaianos. El equipo de Royal Catamaran limpia la costa y ha estado trabajando para retirar redes fantasma: redes de pesca perdidas o dejadas por botes pesqueros.
La idea, de la que hace eco Kajihiro, es alentar a los turistas a pensar en cómo pueden contribuir.
“El punto es hacer que las personas sean más responsables cuando vienen aquí y preguntar esta noción de si Hawai es en cierto modo un lugar para ellos”, dijo Kajihiro. “Si estás pensando en venir aquí, pregúntate: ¿quién eres en relación con este lugar? ¿Aportarás algo de valor para el anfitrión, la gente que vive aquí? ¿Cuál será tu impacto y tu legado?”.
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