Putin a la ofensiva y Trump al margen
- David E. Sanger y Eric Schmitt
Han habido nuevos ataques cibernéticos contra estadounidenses que trabajan desde casa y continúa la preocupación respecto a las nuevas estrategias de actores rusos que buscan influir en las elecciones de noviembre.
![El presidente Donald J. Trump dice no haber visto informes sobre que Rusia pagaba botines al talibán por vidas estadounidenses. Foto / Samuel Corum para The New York Times.](https://www.panamaamerica.com.pa/sites/default/files/imagenes/2020/07/16/ref_04_russia-0_0.jpg)
El presidente Donald J. Trump dice no haber visto informes sobre que Rusia pagaba botines al talibán por vidas estadounidenses. Foto / Samuel Corum para The New York Times.
El hallazgo de inteligencia de que Rusia muy probablemente pagaba botines por las vidas de soldados estadounidenses en Afganistán ha suscitado un extraño silencio del presidente Donald J. Trump y sus principales funcionarios de seguridad nacional respecto a qué hacer frente a la ola de agresiones del Kremlin.
Él insiste en que nunca vio la información de inteligencia, aunque ésta fue parte del informe diario del presidente justo unos días antes de que se firmara un acuerdo de paz con los talibanes en febrero.
VEA TAMBIÉN: Jóvenes nacionalistas de China sienten desilusión
La Casa Blanca dice que no era apropiado que fuera informado porque el presidente solo ve inteligencia “verificada” —despertando la sorna de funcionarios que han pasado años trabajando en la elaboración del informe diario que reciben los presidentes estadounidenses y que dicen que es más valioso cuando está lleno de interpretaciones divergentes y explicaciones alternativas.
Pero no se requiere autorización de alto nivel y acceso a la información más clasificada del Gobierno de EE.UU. para darse cuenta de que la lista de agresiones rusas en las últimas semanas rivaliza con algunos de los peores días de la Guerra Fría.
Han habido nuevos ataques cibernéticos contra estadounidenses que trabajan desde casa y continúa la preocupación respecto a las nuevas estrategias de actores rusos que buscan influir en las elecciones de noviembre. Frente a las costas de Alaska, aviones rusos han estado poniendo a prueba las defensas aéreas estadounidenses, resultando en el apresurado despegue de aviones de combate para interceptarlos.
Lo que falta es un plan claro de respuesta.
Hay al menos dos estrategias en esta Administración dividida para lidiar con Rusia.
VEA TAMBIÉN: Crisis amenaza con descarrilar la clase media de África
El secretario de Estado Mike Pompeo habla en nombre del ala dura: recientemente declaró que Crimea, anexada por Rusia hace seis años, nunca será reconocida como territorio ruso.
Luego está el presidente, quien “se opuso repetidamente a criticar a Rusia y nos presionó para no ser públicamente tan críticos hacia Rusia”, señala John Bolton, su exasesor de seguridad nacional, en sus recientes memorias. La naturaleza de los informes de inteligencia —siempre incompletos y no siempre concluyentes— da a Trump una oportunidad para desestimar cualquier cosa que rete su visión del mundo.
Trump rara vez habla de una estrategia hacia Rusia, aparte de decir que sería bueno ser amigos y que tiene una “buena relación” con el presidente Vladimir V. Putin. No extraña que a menudo hay dudas sobre si presentar a Trump informes de inteligencia incriminatorios sobre Rusia.
Y en este caso, había otro elemento: preocupación dentro de la Casa Blanca sobre cualquier cosa que pudiera interferir con el anuncio oficial del acuerdo de paz con los talibanes.
Tras meses de negociaciones, Trump estaba resuelto a anunciar el acuerdo en febrero, como preludio a declarar que estaba retirando a los estadounidenses de Afganistán. La evidencia sobre Rusia podría haber amenazado ese acuerdo.
La advertencia apareció en el cuaderno de información del presidente a fines de febrero.
VEA TAMBIÉN: Lidian entre la pandemia y la temporada de huracanes
La complicidad de Rusia en el plan de botines quedó clara el 30 de junio, cuando The New York Times reportó que funcionarios de EE.UU. interceptaron datos electrónicos que mostraban grandes transferencias financieras de una cuenta bancaria controlada por la agencia de inteligencia militar de Rusia a una cuenta vinculada a los talibanes.
Los legisladores cuestionaron por qué Trump y sus asesores no reconocieron la seriedad de la evaluación de inteligencia.
“Me preocupa que no le dieran el seguimiento agresivo o exhaustivo que deberían”, dijo el diputado Adam Smith, un demócrata de Washington. “Claramente había evidencia de que Rusia estaba pagando los botines”.
Pese a la condescendencia de Trump hacia los rusos, las relaciones entre Moscú y Washington bajo el Gobierno de Trump se han hundido.
Hasta la televisión estatal rusa ahora se mofa regularmente de Trump, tachándolo de bufón.
Andrew Higgins contribuyó con reportes a este artículo.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.