Perdemos la sonrisa al usar cubrebocas
- Jacey Fortin
Las mascarillas no solo esconden sonrisas, también pueden dificultar que las personas muestren una amplia gama de emociones, incluyendo incomodidad, consternación o desdén.

Los cubrebocas pueden dificultar discernir las emociones de la gente. Foto / Allen G. Breed/Associated Press.
A medida que el mundo reabre lentamente después de los confinamientos por el coronavirus, más personas están saliendo a un mundo cambiado. Si están teniendo cuidado de no propagar la enfermedad, también llevan cubrebocas.
Y eso significa que a muchos de nosotros nos falta un lubricante social pequeño, pero importante: la sonrisa.
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Pero si las sonrisas están ocultas, ¿cómo se saluda a la gente? ¿Cómo coqueteas? ¿Hay soluciones alternativas: un guiño, la inclinación de la cabeza, una ceja levantada?
Algunas personas encuentran que los revestimientos faciales son liberadores. Pero las mascarillas no solo esconden sonrisas; también pueden dificultar que las personas muestren una amplia gama de emociones, incluyendo incomodidad, consternación o desdén.
Las expresiones faciales de todo tipo son un componente muy importante de la interacción humana, dijo David Matsumoto, profesor de psicología en la Universidad Estatal de San Francisco.
Cuando usamos tapabocas, “nos falta una parte importante de todo el paquete de comunicación”, dijo. Pero agregó que las personas podrían adaptar su lenguaje corporal. Pueden asentir, por ejemplo. O hacer un saludo con la mano.
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No todas las sonrisas son iguales, y algunos consideran a la sonrisa de Duchenne como el estándar de oro. Bautizada así en honor a Guillaume Benjamin Amand Duchenne, un neurólogo francés que estudió sonrisas, ilumina toda la cara, involucrando no solo el músculo cigomático mayor para levantar las comisuras de la boca, sino también el orbicular del ojo para levantar las mejillas y entrecerrar los ojos.
En contraste, la típica sonrisa social es una exhibición de solo labios. Pero su importancia no debe ser ignorada, dijo Matsumoto. Una auténtica sonrisa de Duchenne puede iluminar una habitación, pero las sonrisas sociales hacen mucha labor en las interacciones diarias.
Ya que las sonrisas de Duchenne llegan hasta los ojos, a menudo aún se pueden distinguir a través de tapabocas. Las sonrisas sociales son las que perdemos cuando ocultamos la boca.
Para muchos, los cubrebocas pueden hacer la vida especialmente difícil. Los sordos dependen de señales visuales para comunicarse. El racismo también puede hacer que usar tapabocas sea una experiencia tensa; algunos hombres negros han expresado su preocupación de ser hostigados o perfilados si se cubren el rostro en público.
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Coco Briscoe, de 38 años, una comediante en Los Ángeles, porta cubrebocas para pasear a su perro, Daisy, y ha estado pensando en cómo mostrar simpatía a los extraños que pasan. Ha estado confiando más en señales verbales, como decir “¡Hola!” o “¿Qué tal?”.
Y ha considerado otras formas de transmitir su mensaje. Recientemente, salió a caminar con Daisy y vio a un vecino guapo. “La próxima vez, le guiñaré un ojo y veré si devuelve el guiño”.
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