Pastor coreano lidera un auge conservador
- Choe Sang-Hun
En los últimos meses, el reverendo Jun Kwang-hoon ha gestado una tormenta al explotar dos sentimientos poderosos: un temor a Corea del Norte que es generalizado entre sudcoreanos de mayor edad y el creciente descontento respecto a una economía nacional debilitada.
SEÚL, Corea del Sur — Sus seguidores le adjudican tener el “liderazgo de Moisés y la sabiduría de Salomón”. Sus detractores invocan etiquetas como “demagogo narcisista” y “falso profeta”.
Como sea que se le pueda llamar al Reverendo Jun Kwang-hoon, no se puede negar que el pastor presbiteriano de 63 años se ha convertido en una fuerza en Corea del Sur, al encabezar una resistencia conservadora contra el presidente Moon Jae-in.
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Jun ha atraído recientemente a enormes multitudes a sus mítines en el centro de Seúl, obligando al Ministro de Justicia de Moon, Cho Kuk, a dejar el cargo. También está exigiendo la renuncia de Moon, llamándola “una orden del Señor”.
Jun incita a sus multitudes, en su mayoría cristianos de mayor edad, repitiendo lemas provocativos, pero fáciles de recordar.
Los líderes progresivos como Moon están “comunizando” a Corea del Sur, afirma. Estos “seguidores de Corea del Norte” están “llevando el país a la ruina” al separar a Corea del Sur de EE. UU. y acercarlo más a Corea del Norte y China, advierte.
El surgimiento de Jun comparte muchos aspectos con el surgimiento del populismo de derecha en Occidente: un llamado al patriotismo y al nativismo; una inclinación por insultos ideológicos y antiinmigrantes; una invocación frecuente de Dios y la tradición; y el uso de fuentes noticiosas alternativas en medios sociales para propagar resentimiento y avivar temores de que el país está en peligro de “colapsarse”.
En los últimos meses, el pastor ha gestado una tormenta al explotar dos sentimientos poderosos: un temor a Corea del Norte que es generalizado entre sudcoreanos de mayor edad y el creciente descontento respecto a una economía nacional debilitada.
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En un principio, la oficina de Moon desestimó las diatribas de Jun contra el presidente al señalar que “no valía la pena comentar sobre ello”. Pero en octubre, el Partido Demócrata de Moon le pidió a la Policía que investigara a Jun bajo cargos de incitar a la sedición luego de que exhortó a seguidores a unirse a un grupo de “mártires” que invadirían la Casa Azul presidencial de Moon para derrocarlo.
Jun nació en Yecheon, en el centro de Corea del Sur, el hijo mayor de una familia profundamente religiosa. Tuvo un momento decisivo en su vida cuando fue enviado a vivir con un familiar que era pastor.
Educado con la idea de que la iglesia podría servir como un instrumento para el cambio social y político, se inscribió en un seminario.
“A través de la historia, la iglesia siempre ha sido una organización política”, afirmó Jun.
En enero, Jun ganó un puesto político importante. Fue electo jefe del Consejo Cristiano de Corea, un grupo cúpula para iglesias conservadoras.
Cuando realizó ruedas de prensa con su nuevo título, en junio, para exigir la renuncia de Moon, pastores rivales lo llamaron “un hijo de víboras”.
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El Consejo Nacional de Iglesias en Corea lo ha denunciado por llevar a sus seguidores a la “histeria masiva”.
La mayoría de los sudcoreanos no tomó a Jun en serio hasta que Moon nombró a Cho Ministro de Justicia en agosto.
Tras reportes noticiosos de un sinfín de lagunas éticas en la familia de Cho, Jun se lanzó al ataque. Sus mítines de fin de semana crecieron hasta convertirse en algunas de las manifestaciones antigubernamentales más grandes que Corea del Sur haya visto en años.
Jun tiene simpatizantes fuertes entre canales de derecha de YouTube, que transmiten sus mítines en vivo. Opera su propio canal de YouTube y ayuda a financiar a youtubers con puntos de vista afines. También está patrocinando al Partido Libertad Cristiana, que espera convertirse en el primer partido político religioso en ganar un escaño en el Parlamento, en abril.
“Es obra del Espíritu Santo”, dijo Jun, cuando se le preguntó sobre su éxito. “No soy yo, sino la furia de la gente contra Moon lo que los llevó a mis mítines”.
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