Luce sombrío el regreso a trabajar en oficinas
Algunas compañías están considerando uno de los conceptos de diseño de oficina más denostados de la historia: el cubículo. También se habla de un escudo contra estornudos.
- Matt Richtel
- - Publicado: 20/5/2020 - 12:00 pm
SAN FRANCISCO — La oficina corporativa moderna es renombrada por sus espacios de trabajo abiertos y colaborativos, sus cafeterías y sus escritorios de pie.
Pronto, podría haber un nuevo extra: el escudo contra estornudos.
Esta barrera de acrílico que se puede montar en un escritorio es una de las muchas ideas que están considerando los patrones al tiempo que contemplan un regreso al trabajo tras la cuarentena. Sus modificaciones pospandemia podrían incluir desinfectantes para manos integrados en escritorios; filtros de aire que empujen el aire hacia abajo y no hacia arriba (considerado más seguro); espacio de reunión al aire libre para permitir la colaboración sin transmisión viral, y ventanas que realmente se abran, para un flujo de aire más libre.
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La conversación sobre cómo reconfigurar el lugar de trabajo se está dando en todo el mundo empresarial.
La pregunta es si alguno de los cambios resultará en realidad en lugares de trabajo más seguros.
“No somos expertos en enfermedades infecciosas, simplemente somos muebleros”, dijo Tracy D. Wymer, vicepresidente de Knoll, compañía que fabrica muebles de oficina. La empresa está ayudando a clientes ansiosos a descubrir formas de reducir el riesgo para la salud en el trabajo.
Los verdaderos expertos en enfermedades dicen que un ambiente de oficina libre de virus es inalcanzable. “Un mensaje medular es, no espere que su riesgo se reduzca a cero”, dijo Rajneesh Behal, un internista.
Gran parte de lo que se sabe sobre el tema del lugar de trabajo y la transmisión de enfermedades proviene de estudios sobre la influenza, que comparte algunas similitudes con el nuevo coronavirus, dijo Lisa Winston, epidemióloga de la Universidad de California, en San Francisco. “Sabemos que la influenza se propaga en los lugares de trabajo entre adultos sanos que trabajan”, indicó. Un análisis del 2016 de investigaciones de todo el mundo halló que alrededor del 16 por ciento de la transmisión de la influenza se da en la oficina.
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Otra investigación muestra que una de las mejores formas de reducir la transmisión es proporcionar incapacidad laboral pagada que alienta a los empleados enfermos a quedarse en casa.
La adopción de la distribución con espacios abiertos se remonta al primer auge de las empresas punto com a fines de los 90. Fue aclamado como esencial para la colaboración y la creatividad, pero también tiene que ver con meter a más personas en espacios caros.
Mobify, una compañía de Vancouver que crea escaparates en línea para importantes minoristas como Lancôme, tiene 40 empleados que comparten espacio con otras startups. Es el ejemplo perfecto del lugar de trabajo del siglo 21 con escritorios lado a otro en fila y un espacio abierto para un total de 100 personas para congregarse en juntas o para jugar ping-pong y billar.
“Ahora se trata menos de diversión y más de seguridad”, dijo Igor Faletksi, el director ejecutivo.
“¿Enormes buffets?”, expresó. “Olvídense de eso por ahora”.
Algunas compañías están considerando uno de los conceptos de diseño de oficina más denostados de la historia: el cubículo. También se habla del primo transparente del cubículo, el escudo contra estornudos.
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Las barreras plásticas más altas que se extienden sobre escritorios se han usado desde hace mucho en una oficina dirigida por una experta en enfermedades infecciosas, Susan Huang, de la Universidad de California. Las barreras “no fueron diseñadas para el coronavirus”, dijo Huang, sino más bien para mantener un sentido de colaboración mientras se reduce el ruido.
Pero Huang dijo que la seguridad en el lugar de trabajo requeriría más que escudos de plástico. Su laboratorio reabrió hace poco, y lo primero que hizo fue tener una junta para explicar las nuevas reglas de higiene. Huang dio a cada empleado una botella de desinfectante para manos y una mascarilla. “Tuve que decirles: ‘van a usar un cubrebocas todo el día’”, dijo.
Al final, la solución podría ser simplemente que muchos empleados sigan trabajando en casa.
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