Los murciélagos persisten en menú de mercados
El primer grupo de casos de coronavirus en el brote global fue vinculado con un mercado en Wuhan, China, donde animales vivos eran mantenidos unos cerca de otros, creando una oportunidad para que el virus saltara a los humanos.
- Richard C. Paddock y Dera Menra Sijabat
- - Actualizado: 29/5/2020 - 08:44 am
BANGKOK — Seis días a la semana, los carniceros de Tomohon se reúnen en el mercado más tristemente célebre de Indonesia y destazan murciélagos, ratas, víboras y lagartijas que fueron tomados de áreas remotas de la isla de Sulawesi.
Algunos carniceros también sacrifican a perros —mascotas tomadas de las calles— causando protestas de activistas de los derechos de los animales.
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Durante años, los amantes de los animales y activistas de la vida silvestre han instado a los funcionarios a cerrar el bazar, jactanciosamente conocido como el Mercado Extremo de Tomohon. Ahora la pandemia les está dando otra razón para presionar a los funcionarios a finalmente actuar.
“El mercado es como una cafetería de patógenos animales”, dijo el principal experto del grupo de trabajo del coronavirus de Indonesia, Wiku Adisasmito, que ha exhortado al Gobierno a cerrar los mercados de fauna silvestre. “Consumir animales salvajes es lo mismo que jugar con fuego”.
El primer grupo de casos de coronavirus en el brote global fue vinculado con un mercado en Wuhan, China, donde animales vivos eran mantenidos unos cerca de otros, creando una oportunidad para que el virus saltara a los humanos. Se cree que el virus del SARS, que mató a 800 personas a nivel mundial, se originó en murciélagos antes de propagarse a civetas en un mercado en China y finalmente infectar a personas en el 2002.
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China ordenó el cierre de todos sus mercados de fauna tras el brote en Wuhan en diciembre. Ahora, el mercado Tomohon de Indonesia es uno de los más grandes de la región que vende animales silvestres como alimento. Es uno de solo un puñado de mercados así en el país.
“Es como una bomba de tiempo”, afirmó Billy Gustafianto Lolowang, gerente del Centro Tasikoki de Rescate de Fauna Silvestre en la ciudad cercana de Bitung. “Sólo podemos esperar hasta convertirnos en el epicentro de una pandemia como Wuhan”.
Los residentes locales creen que algunos animales tienen propiedades medicinales, como los murciélagos, que se dice curan el asma. En Sulawesi del Norte, la provincia mayoritariamente cristiana que incluye a Tomohon, la carne de animales salvajes es una parte tan grande de la dieta local que la carne de víbora y de murciélago se venden a menudo en los supermercados.
Indonesia está muy rezagada de otras naciones en la aplicación de pruebas del virus. Al 18 de mayo, había 18 mil 10 casos y mil 191 muertes, el segundo mayor número de decesos en el Este de Asia después de China.
Los grupos de derechos de los animales instaron al presidente Joko Widodo, a cerrar los mercados de fauna para prevenir la posible aparición de un nuevo patógeno.
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“Si no actuamos, la pregunta no es si emergerá otra pandemia similar, sino cuándo”, dijeron los grupos.
En el Mercado Depok, en la ciudad de Solo, las autoridades ordenaron el sacrificio de 200 murciélagos por temores sobre el coronavirus. El mercado sigue abierto, pero ya no vende murciélagos.
Los funcionarios han resistido los llamados a cerrar las secciones de los mercados que venden fauna porque proporcionan una fuente importante de alimentos e ingresos tradicionales.
Lolowang dijo que esperaba que la pandemia alertara a la gente de los riesgos de consumir carne de fauna silvestre. Pero no espera que se adapten fácilmente. “La mayoría de la gente en Sulawesi del Norte consume carne de animales salvajes. Habrá un clamor público si cierran el mercado de fauna”.
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