La pandemia acaba con años de trabajo de curadores de arte
Las exhibiciones de museos en gran parte del mundo fueron puestas en pausa indefinida en marzo, por la pandemia, pero a medida que los cierres continúan, ha quedado claro que algunas exhibiciones cerradas no volverán a abrir. Muchas más están en el limbo.
- Sophie Haigney
- - Publicado: 28/5/2020 - 06:00 pm
Se suponía que el Retablo de Gante nunca más saldría de la Catedral de San Bavón.
No después de que la obra maestra del siglo 15 fue casi destruida por calvinistas amotinados en 1566. No después de que sus paneles fueron robados al menos seis veces: una vez por Napoleón, luego por los nazis (que se lo llevaron completo). Los líderes de la iglesia en Gante, su sede belga, se pusieron muy felices en 1945, cuando el altar de Jan van Eyck y su hermano Hubert fue devuelto.
“La catedral decidió que ya no saldría”, dijo Maximiliaan Martens, un experto en pintura holandesa temprana, que estaría involucrado para que eso cambiara.
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Martens, de 59 años, que vio el retablo por primera vez cuando tenía 3 años, tiene 35 años de estudiar la obra de Jan van Eyck y a partir del 2012 ayudó a supervisar la restauración de los paneles en el Museo de Bellas Artes de Gante. Mientras el trabajo procedía, Martens y los empleados del museo convencieron a las autoridades de la Catedral para que prestaran, solo esta vez, algunos de los paneles recién restaurados.
Ese logro se convirtió en el punto de partida para una exposición de gran éxito, “Van Eyck: Una Revolución Óptica”, la mayor exhibición de la obra de Van Eyck. Abrió el 1 de febrero, y la ciudad de Gante dedicó un año entero a la celebración de Van Eyck, cubriendo paredes con pósteres sobre él.
Luego, el 13 de marzo, el museo cerró debido al coronavirus, ni siquiera a la mitad de su temporada. Anunció que la exhibición no volvería a abrir.
“Se sintió terrible”, dijo Martens, que fue co-curador de la exposición. “Mi trabajo estaba hecho, la selección, la realización del catálogo, todo lo demás, pero me da mucha pena por todas aquellas personas que no pudieron verla”.
Las exhibiciones de museos en gran parte del mundo fueron puestas en pausa indefinida en marzo, mientras muchos países emitían estrictas órdenes de quedarse en casa. Pero a medida que los cierres continúan, ha quedado claro que algunas exhibiciones cerradas no volverán a abrir. Otras nunca abrirán sus puertas. Muchas más están en el limbo.
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La labor tras bambalinas para una exposición importante de un museo por lo general se lleva años, e involucra recaudación de fondos, difíciles negociaciones de préstamos con otros museos y coleccionistas, opinión de expertos y producción de catálogos, planeación de eventos, transporte complicado y, a veces, restauraciones importantes. Una cancelación puede ser desgarradora para los que han pasado años planeando una exposición. Para los museos que han invertido dinero en ellas y dependen de los ingresos por ventas de boletos de entrada, puede ser una desalentadora realidad financiera. Pero podría ser la única opción, como lo fue para el Museo de Bellas Artes de Gante cuando el Gobierno belga extendió las medidas de confinamiento hasta mayo.
“Estaba claro que sería imposible que reabriéramos la exhibición”, dijo Cathérine Verleysen, directora interina del Museo. “Teníamos que tomar todo en cuenta”.
Con más de 70 objetos prestados, todos con contratos individuales, un aplazamiento habría significado que cada uno habría necesitado una extensión. Y, de manera apremiante, el museo vendió 144 mil boletos con anticipación que están siendo reembolsados.
“Es como un gran rompecabezas que fue armado de una manera muy cuidadosa”, señaló Verleysen, y es un rompecabezas también desarmarlo.
Posponer o extender una muestra puede ser una pesadilla logística que involucra extensiones de préstamos, seguros costosos y problemas con exposiciones que se empalman en el futuro. E incluso en las mejores condiciones, los objetos frágiles pueden estar en exhibición solo por cierto tiempo.
“Es mucho menos complicado cancelar una exhibición que extenderla o posponerla”, afirmó Charlotte Dew, del Touring Exhibitions Group, grupo sin fines de lucro que asesora a museos.
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La Real Academia de Londres ha cancelado dos exposiciones programadas para este verano que viajaban internacionalmente desde otros museos, una de la obra de Angelica Kauffman y otra de las pinturas de rocas y canteras de Cézanne. Y en la Real Academia Escocesa, la pieza central de su programación es una exhibición anual que ha sido trasladada enteramente en línea.
Los organizadores de la exhibición de Van Eyck dijeron que se sintieron afortunados de que pudo estar abierta el tiempo que lo hizo: 129 mil visitantes acudieron en esas primeras semanas.
Por lo menos “tuvimos la oportunidad de compartir esta hermosa exhibición”, declaró Verleysen.
Y la crisis también pone las cosas en perspectiva. “Es muy triste para nuestra exposición, pero para muchas otras cosas es aún más triste”, expresó.
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