India intenta organizar la revolución vial de los mototaxis
Millones salen todos los días a las calles de Nueva Delhi. Los mototaxis eléctricos son el futuro del transporte en el subcontinente. SIn embargo, la situación es caótica. Las autoridades tratan de arreglar el problema y legalizar un sistema que creció a la deriva.
- Vindu Goel y Karan Deep Singh
- - Publicado: 11/9/2019 - 06:00 am
NUEVA DELHI — Es la hora pico matutina en la estación del metro Nawada en la capital de India, y docenas de mototaxis eléctricos compiten para entrar al estacionamiento. Una vez adentro, cada uno se detiene para dejar que sus cuatro o cinco pasajeros desciendan antes de recoger más viajeros.
Más de la mitad de los taxis compartidos de tres ruedas son técnicamente ilegales y los choferes por lo general no tienen licencia. Los accidentes son comunes. Casi todos los mototaxis funcionan con baterías de plomo y ácido colocadas debajo de los asientos de los pasajeros. Y la electricidad usada para su recarga a menudo es robada.
Bienvenidos a la línea del frente de la revolución de los vehículos eléctricos de India. Es desordenada, improvisada e impulsada por la gente. El Gobierno y los fabricantes de vehículos intentan ahora obtener algo de control sobre ella.
El millón de mototaxis eléctricos, o e-rickshaws, de India conforma la segunda colección más grande de autos eléctricos en el mundo. Sólo la flotilla de varios cientos de millones de motocicletas y bicicletas eléctricos de China es mayor. Alrededor de 60 millones de indios suben a un mototaxi eléctrico todos los días, calculan analistas.
En las ciudades del norte del país, los vehículos están reemplazando a los auto-rickshaws, vehículos motorizados de tres ruedas con lugar para hasta tres personas y que operan a base de diesel, gasolina o gas natural.
Aunque son más seguros y rápidos, un trayecto en un auto-rickshaw es de 3 a 10 veces más caro que un traslado en e-rickshaw, que cuesta menos debido al suministro de energía más barato de los vehículos y su habilidad para introducir más pasajeros a su interior.
Los e-rickshaws reducen la contaminación ambiental en lugares como Nueva Delhi. Las autoridades ahí ofrecen un subsidio de 30 mil rupias, o alrededor de $425, a los choferes que compran mototaxis nuevos.
El gobierno central también intenta obligar ahora a los fabricantes de motocicletas y auto-rickshaws a producir vehículos totalmente eléctricos. Está exigiendo que todos los vehículos de tres ruedas nuevos sean eléctricos para el 2023 y que los de dos ruedas cumplan con esa meta para el 2025.
El clima caliente de India castiga a las baterías eléctricas. Pierden carga con más rapidez que en países más fríos y se pueden sobrecalentar.
Las grandes compañías ya comienzan a ver el potencial de resolver los problemas. Ola, un competidor de Uber en India, está experimentando con mototaxis eléctricos que pueden cambiar sus baterías de iones de litio con rapidez.
Mahindra & Mahindra, un productor de vehículos comerciales, ha hecho mancuerna con SmartE, una empresa de arranque, para desarrollar un mercado para e-rickshaws de alta calidad que operan con baterías de iones de litio.
SmartE, cuyos aproximadamente mil mototaxis eléctricos conforman la flotilla más grande de esos vehículos, tiene un contrato con el sistema del metro de Delhi. La empresa de arranque les renta e-rickshaws de iones de litio a los conductores, quienes deben seguir rutas programadas por una computadora que evalúa la demanda.
Goldie Srivastava, director ejecutivo de SmartE, dijo que tenía sentido que los vehículos de tres ruedas lideren la revolución eléctrica de India.
“Subirse a un vehículo de tres ruedas es un hábito”, dijo. “Es eléctrico, pero tampoco es un factor de forma dramáticamente nuevo para India”.
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