Fabrican nuevos ventiladores para ayudar a pacientes con coronavirus
Desde NY, han orquestado una colaboración remota de científicos, ingenieros, emprendedores, médicos y expertos en regulaciones y han logrado en un mes lo que normalmente se tomaría un año o más.
- Steve Lohr
- - Actualizado: 06/5/2020 - 12:29 pm
El impulso llegó con un correo electrónico a principios de marzo de un amigo italiano alarmado por lo rápido que se estaba propagando el mortal coronavirus en su país.
Una escasez de ventiladores era un problema crítico en Italia, dijo a Scott Cohen y Marcel Botha, residentes de Nueva York, y advirtió que pronto lo sería también en Estados Unidos. Exhortó a los dos a aplicar sus habilidades al desafío del ventilador.
Tanto Cohen, cofundador de un centro tecnológico para investigadores y startups, como Botha, director ejecutivo de una compañía de diseño y desarrollo de productos, se mostraron escépticos. Un ventilador estándar, con miles de piezas que requieren una compleja cadena de suministro global, difícilmente era un dispositivo que pudiera fabricarse de manera rápida y a un costo al alcance del bolsillo.
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“Lo desestimé en un principio”, dijo Botha. “Parecía imposible”.
Pero pronto encontraron un diseño para un ventilador básico que podría servir como tecnología medular. Desde entonces, han orquestado desde NY una colaboración remota de científicos, ingenieros, emprendedores, médicos y expertos en regulaciones y han logrado en un mes lo que normalmente se tomaría un año o más.
Los resultados son máquinas conocidas como ventiladores “puente”, o resucitadores automáticos, a un precio de 3 mil 300 dólares. La intención es que ayuden a respirar a pacientes en estado menos crítico. Si los pacientes se agravan, con una función pulmonar más comprometida por la enfermedad, aún tendrán que ser colocados en ventiladores estándar, que por lo general cuestan más de 30 mil dólares.
La Dirección de Alimentos y Medicamentos de EU (FDA) aprobó el nuevo dispositivo, el Spiro Wave, para que sea utilizado en pacientes en hospitales.
El proyecto inicialmente estaba dirigido a la ciudad de Nueva York como una solución provisional para lo que el alcalde Bill de Blasio advirtió sería una escasez potencialmente fatal de ventiladores.
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Pero los expertos en salud dicen que el Spiro Wave debe ser una herramienta valiosa en el arsenal de tratamiento. Dijeron que podría ampliar en gran medida el acceso al tratamiento en los países en desarrollo de Asia, África y América Latina.
El grupo de NY ha sido contactado de todas partes de Estados Unidos y de compañías y gobiernos de todo el mundo. Planea otorgar licencias gratuitas para su diseño, que se basa en un proyecto de una década en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
El Gobierno municipal asumió el papel de inversionista, primero con una subvención de 100 mil dólares y luego con un acuerdo de casi 10 millones de dólares para comprar 3 mil ventiladores.
El proyecto arrancó después de que Cohen se puso en contacto con Alex Slocum, ingeniero mecánico en MIT, cuya clase creó el diseño del ventilador en el 2010. Un grupo de maestros y estudiantes trabajaron para actualizar el diseño para ayudar a pacientes de coronavirus. El dispositivo tendría que poder empujar aire a pulmones muy dañados a varias veces la fuerza utilizada para resucitar un pulmón normal.
“Esto iba a requerir una máquina potente”, recordó Slocum.
Los ventiladores son producidos en una fábrica de NY, donde expertos en manufactura, ingeniería y medicina han trabajado codo a codo durante semanas. Docenas de versiones de la máquina fueron descartadas en el curso de realizar actualizaciones y mejoras. Los médicos tuvieron el primer vistazo de los ventiladores el 25 de marzo.
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Producir miles de máquinas significa conseguir suministros a veces escasos. Una de esas partes era un sensor de presión de aire para garantizar que los pulmones de un paciente no fueran inflados de más, cosa que podría causar daño. Cohen aprovechó su red de contactos personales para obtener un surtido de los sensores en volumen.
Si bien la crisis de NY se ha calmado, Mitchell Katz, que dirige el grupo que opera los hospitales de la ciudad, advirtió que los virus pandémicos son impredecibles y mutan. Una variante posterior, o segunda ola, en el otoño podría ser menos letal o más.
El alcalde Di Blasio dijo que el ventilador de bajo costo es una “herramienta invaluable” y parte de los suministros y reservas de equipo médico que necesita la ciudad.
“Debemos tener un esfuerzo continuo de autosuficiencia en NY”, dijo. “Nunca debemos volver a pasar por un momento como éste”.
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