Es inútil boicotear los aguacates
- Ioan Grillo
Las exportaciones de aguacate, conocido como “oro verde”, han ayudado a sacar de la pobreza a mexicanos de las zonas rurales del país, sobre todo en el Estado de Michoacán, y ayudado a reducir la necesidad de migrar a Estados Unidos.

La industria del aguacate en México ha atraído la atención de los cárteles, que han extorsionado a los agricultores, cobrando por cada kilo que exportan. Foto / Adriana Zehbrauskas para The New York Times.
Ciudad de México — La popularidad del guacamole ha generado negocios sustanciosos en la frontera sur de Estados Unidos. Según algunos cálculos, el consumo estadounidense de aguacate en el Súper Tazón 2018 fue de más de 45 millones de kilos y, el año pasado, se importó de México la cantidad récord de casi 950 millones de kilos del delicioso fruto verde.
El éxito del aguacate es un ejemplo de cómo sigue creciendo el comercio a través del Río Bravo, pese a las quejas del presidente estadounidense, Donald Trump, acerca del déficit.
VEA TAMBIÉN: En Francia odian las reformas de Macron
Cuando resultó electo en 2016, las importaciones totales de mercancía mexicana tenían un valor de 293 mil millones de dólares; el año pasado, se dispararon a 358 mil millones de dólares.
Las exportaciones de aguacate, conocido como “oro verde”, han ayudado a sacar de la pobreza a mexicanos de las zonas rurales del país, sobre todo en el Estado de Michoacán, y ayudado a reducir la necesidad de migrar a Estados Unidos.
Por desgracia, también han llamado la atención de los cárteles de la droga, que han estado extorsionando a los agricultores de aguacate y a menudo les cobran por cada kilo que exportan.
Los productores de aguacate, hartos de la situación, han tomado las armas en contra de los cárteles y han salido a las calles a manifestarse.
El gobernador de Michoacán ha prometido instaurar una nueva unidad antiextorsión, pero está por verse si da resultados.
El chef JP McMahon, propietario de un restaurante con una estrella Michelin en Galway, Irlanda, dijo que los aguacates son los “diamantes de sangre de México”.
Como alguien que ha dado cobertura a la violencia del narcotráfico en México desde el 2001, creo que es errado proponer un boicot al consumo de aguacates con el fin de combatir a los cárteles. Si los agricultores diligentes ya son extorsionados por los narcos, es una locura propinar un nuevo golpe a sus ingresos. Tenemos que presionar a las fuerzas de seguridad mexicanas para que pongan un alto a la extorsión, no castigar a los negocios.
VEA TAMBIÉN: Desaparición misteriosa de barcos cautiva a historiadores y científicos
“Este problema no es exclusivo de una materia básica”, dijo Falco Ernst, analista de México en International Crisis Group. “Un boicot (a los aguacates) arruinaría a miles de familias trabajadoras que no han hecho nada malo”.
Algunos informes argumentan que los mismos cárteles se han apoderado de las plantaciones de aguacate. Es cierto que los grupos del crimen organizado en México lavan dinero en una amplia variedad de negocios en el país, como lo ilustra una lista negra redactada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
También “invierten” sus ganancias en Estados Unidos, como lo muestra un caso célebre de cárteles que ocultaron dinero en carreras de caballos estadounidenses. Esto no significa que un sector completo deba ser castigado por estas acciones.
Sí, hay problemas preocupantes de deforestación y uso excesivo de agua en la producción de aguacates en México, pero este se aplica a muchos cultivos .
También sería útil que Estados Unidos autorizara la importación de aguacates de más áreas de México. Hoy hay sólo un número limitado de municipios certificados por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, lo que ha provocado que los cultivos de aguacate se concentren en Michoacán.
Los orígenes del auge del aguacate mexicano se remontan a la década de los 90, cuando la mercadotecnia ayudó a impulsar la demanda estadounidense más allá de la capacidad de producción en California y se abrieron las puertas para las importaciones de México.
De 1997 a 1998, el primer año en que se permitieron las importaciones, se enviaron casi 6 millones de kilos de aguacates a Estados Unidos. Los aguacates mexicanos fueron un éxito y, desde entonces, las importaciones han crecido exponencialmente.
Para el 2013, los productores de aguacate ya eran blanco de la extorsión de un cártel con el singular nombre de los Caballeros Templarios. Estos mafiosos también amenazaron a muchos otros tipos de negocio, como el de los agricultores de limón, el de los ganaderos y el de los taxistas, lo cual produjo el surgimiento de grupos de autodefensa ciudadana para hacerles frente. El colapso de los Caballeros Templarios dio un breve respiro a los agricultores, hasta que llegaron nuevas pandillas, entre ellas otra con un nombre estrafalario: los Viagras.
VEA TAMBIÉN: Amazon elimina libros nazis
Algunos productores se las arreglan para no pagar extorsiones, como los habitantes del pueblo de Tancítaro, quienes financian su propia “policía de los aguacates”. Según mis investigaciones, gracias a estos enclaves hay menos casos de extorsión en Michoacán ahora que durante las épocas de los poderosos Caballeros Templarios.
Hay diversas industrias globales vinculadas a la violencia de los cárteles. Se necesitan más esfuerzos para impedir que las armas adquiridas en Estados Unidos se trasladen de contrabando al sur y que los dólares del narcotráfico se laven en los grandes bancos.
Así que siga disfrutando del sabor único del guacamole; rehusarse a comerlo no va a acabar con los cárteles.
Ioan Grillo es autor de “El Narco: en el corazón de la insurgencia criminal mexicana” y “Caudillos del crimen. De la Guerra Fría a las narcoguerras”.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.