China desarrollará sector tecnológico tras acuerdo con EE. UU.
A los funcionarios estadounidenses les preocupa que obtener una avance en semiconductores podría dar a China una ventaja comercial y militar.
- Ana Swanson y Cecilia Kang
- - Publicado: 12/2/2020 - 06:00 am
WASHINGTON — Entre los titanes corporativos reconocidos por el presidente Donald J. Trump en una reciente ceremonia en la Casa Blanca para la firma de su trato comercial con China se encontraba Sanjay Mehrota, director de Micron Technology, cuya compañía de semiconductores en Idaho está al meollo de la guerra comercial de Trump.
Micron, que fabrica chips de memoria para computadoras y teléfonos inteligentes, es precisamente la clase de compañía de tecnología avanzada que la Administración Trump ve como crítica para mantener una ventaja competitiva sobre China. Después de que Micron repelió un intento de adquisición por parte de una paraestatal china en el 2015, vio incrédulo cómo sus innovaciones eran robadas y copiadas por un competidor chino y su negocio quedó bloqueado de China.
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El trato dado por China a compañías estadounidenses como Micron alimentó la decisión de Trump de desatar una dolorosa guerra comercial con la segunda economía más grande del mundo, una lucha que él dijo pondría fin al uso por parte de Beijing de prácticas injustas para mermar a EE. UU.
Sin embargo, esa conflagración de dos años podría terminar por ser más dañina para las compañías tecnológicas estadounidenses.
El acuerdo comercial inicial debería facilitar la operación en China de empresas como Micron. El acuerdo contiene cláusulas que buscan proteger la tecnología y los secretos comerciales estadounidenses y permitir a compañías presentar acusaciones de robo contra China, incluso en casos más antiguos que anteceden al acuerdo, como el de Micron.
Sin embargo, el agresivo enfoque comercial de Trump también ha acelerado una carrera tecnológica entre los dos países, colocando en riesgo a compañías estadounidenses como Micron al tiempo que las naciones intentan separar sus economías. En un esfuerzo por reducir su dependencia de los componentes estadounidenses, China ha acelerado los esfuerzos por producir sus propios semiconductores, autos autónomos, inteligencia artificial y otras tecnologías.
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Esos esfuerzos podrían lastimar precisamente a las compañías que Trump pretendió proteger.
“Seamos claros: la guerra comercial ha sido muy mala, en varias formas, para la industria de los semiconductores”, dijo Robert D. Atkinson, presidente de la Information technology and Innovation Foundation, un laboratorio de ideas financiado por la industria tecnológica. “Como que China despertó y dijo, ‘hemos dependido demasiado de Estados Unidos’”.
El acuerdo comercial no hace nada para reducir el uso por parte de China de subsidios, planes industriales y compañías paraestatales, que le han ayudado a construir industrias impresionantes en los ramos de acero, turbinas eólicas y paneles solares. Esos esfuerzos hoy son dirigidos a las industrias de alta tecnología.
La Administración Trump está edificando sus propias paredes alrededor de la tecnología estadounidense, reduciendo el acceso al lucrativo mercado chino debido a preocupaciones de seguridad. Está restringiendo las exportaciones de tecnologías delicadas, prohibiendo las ventas a ciertas compañías chinas y bloqueando a entidades chinas de invertir en Estados Unidos.
Las ventas de semiconductores a China, que representan más de la mitad de la demanda mundial de chips, han caído, y los títulos de las empresas de semiconductores han visto vaivenes.
La Administración Trump ve con desconfianza los planes industriales chinos, incluyendo Hecho en China 2025, que pide 300 mil millones de dólares destinados a apoyar 10 industrias avanzadas, incluyendo la de semiconductores.
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A los funcionarios estadounidenses les preocupa que obtener una avance en semiconductores podría dar a China una ventaja comercial y militar.
Los chips, que sirven como los diminutos sensores, cerebros y memorias de todos los dispositivos de alta tecnología, son críticos para la siguiente generación de redes de telecomunicaciones, supercomputadoras, inteligencia artificial y autos autónomos, así como buques militares, satélites y aviones. También son una de las principales exportaciones de EE. UU.
Jim McGregor, presidente del consejo en China para APCO Worldwide, dijo que la guerra comercial y otras restricciones ya estaban dando forma a las decisiones de inversión tomadas por las compañías tecnológicas de EE UU. A la hora de decidir dónde invertir su dinero, muchas compañías calladamente han estado buscando invertir fuera de EE. UU. para lograr el acceso a China.
“Tienes que estar allí, no importa qué diga el presidente”, dijo.
Raymond Zhong contribuyó con reportes a este artículo.
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