Cambian hisopos por tubos que recogen saliva para un resultado rápido
- Katherine J. Wu
El método estándar de oro consiste en canalizar un hisopo largo y absorbente por la nariz hasta topar con la nasofaringe, la parte de la vía respiratoria donde el conducto nasal se encuentra con la garganta.
Investigadores en todo el mundo están trabajando en la próxima generación de pruebas de coronavirus que dan respuestas en menos de una hora, sin equipos onerosos o personal altamente capacitado.
Estas pruebas, que podrían realizarse en el consultorio médico o incluso en el hogar, serían una buena mejora en comparación con las incómodas tomas de muestra con hisopo cuyo resultado puede tomar días.
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El puñado de dispositivos de punto de atención hoy en el mercado con frecuencia son imprecisos. Los investigadores dicen que las pruebas por llegar podrían arrojar resultados más confiables. Pero la mayoría aún se encuentra en las etapas iniciales y no estará disponible en las clínicas hasta dentro de meses.
Algunas de las pruebas en desarrollo cambian hisopos por tubos que recogen saliva. Otros sumergen las muestras de pacientes en cocteles químicos que se iluminan cuando detectan genes de coronavirus.
“Para combatir este virus, necesitamos hacer pruebas de forma amplia y frecuente, y obtener los resultados rápidamente”, dijo Zev Williams de la Universidad de Columbia, en Nueva York, quien está desarrollando una prueba con saliva para detectar coronavirus que puede realizarse en unos 30 minutos.
Se podrían utilizar pruebas más rápidas en los hospitales para evaluar rápidamente a los pacientes de la sala de emergencias. Las escuelas y los lugares de trabajo podrían comprarlos para monitorear la salud de los niños y los empleados. Algunas pruebas podrían incluso desarrollarse para funcionar tan simplemente como una prueba de embarazo.
“Mientras más rápidas y fáciles se puedan hacer las pruebas”, más omnipresentes pueden ser, dijo Amesh Adalja, del Centro para la Seguridad de la Salud en la Universidad Johns Hopkins. “Eso ayudará a las personas a recuperar cierta apariencia de normalidad”.
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La mayoría de las pruebas de diagnóstico en el mercado ahora buscan fragmentos de material genético específicos del coronavirus. El método estándar de oro consiste en canalizar un hisopo largo y absorbente por la nariz hasta topar con la nasofaringe, la parte de la vía respiratoria donde el conducto nasal se encuentra con la garganta.
“En el momento en que ves el hisopo, estás como, ‘Ay, no, mi cara no es tan profunda’”, dijo Fernanda Ferreira, viróloga de la Universidad de Harvard. “Resulta que sí lo es”.
Los genes del virus deben extraerse de la muestra con químicos específicos. El material entonces es procesado mediante una técnica de laboratorio llamada reacción en cadena de la polimerasa, o PCR, en la cual una máquina realiza varios cambios de temperatura para amplificar el material genético, permitiendo que se puedan detectar hasta cantidades diminutas del virus.
Pero los hisopos y los químicos necesarios para el procesamiento a menudo escasean y la toma invasiva de la muestra requiere personal capacitado. Además, muchos centros de pruebas comunitarias carecen de máquinas PCR y deben enviar sus muestras a laboratorios grandes, generando demoras de días o hasta semanas.
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En el Broad Institute, en Cambridge, Massachusetts, un equipo de investigadores está empleando una técnica que puede copiar material genético a una sola temperatura. Si el virus está presente, una herramienta de edición de genes llamada Crispr hará que el contenido del tubo brille a una longitud de onda detectable por un teléfono inteligente. El procedimiento toma menos de una hora e identifica correctamente infecciones activas aproximadamente el 90 por ciento del tiempo.
La prueba de Williams podría ser aún más simple: se agrega saliva a una serie premezclada de químicos, que luego se incuban a 63 grados centígrados durante media hora. Si el tubo se vuelve amarillo, la prueba es positiva.
Los investigadores aún están evaluando la precisión de las pruebas de saliva en comparación con la de los hisopos nasales, pero los primeros resultados son prometedores.
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