Beben para lidiar con la pandemia
- Tom Brady
A medida que se borran las líneas entre trabajo, hogar, escuela y los días de la semana, la hora de beber ha cobrado un nuevo significado para algunos.
Si se halla a sí mismo bebiendo más para lidiar con estos tiempos difíciles, siéntase agradecido de no ser un elefante.
Los elefantes, han descubierto los científicos, tienen muy poca tolerancia al alcohol.
Los humanos, los chimpancés, los bonobos y los gorilas tienen una mutación genética que les permite metabolizar el etanol 40 veces más rápido que otros primates, reportó The New York Times.
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La mutación que desarrolló la tolerancia al alcohol apareció hace unos 10 millones de años, cuando nuestros ancestros dejaron de vivir en los árboles y se mudaron al piso del bosque, donde la fruta fermentada en el piso se convirtió en parte de su dieta.
Hoy en día, la comodidad de las bebidas preparadas en lata ha reemplazado a la fruta fermentada. Cardinal Spirits, en Indiana, elabora tres tipos: Bramble Mule, hecho con vodka, jugo de frambuesa, jamaica y jengibre; Maui Mule, hecho con vodka, jugo de maracuyá y jengibre; y una soda con vodka.
Jeff Wuslich, fundador de Cardinal Spirits, dijo que las latas se están vendiendo rápido.
“Hemos tenido buenas ventas porque la gente está bebiendo como peces”, afirmó Wuslich a The Times.
La demanda de bebidas preparadas en lata se ha disparado desde que entraron en vigor las órdenes de quedarse en casa. Y la gente parece estar dispuesta a probar algo nuevo.
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A medida que se borran las líneas entre trabajo, hogar, escuela y los días de la semana, la hora de beber ha cobrado un nuevo significado para algunos.
Y lo que parecía ser una manera de relajarse tras un día difícil de videojuntas y manejar los horarios de clase en línea de los hijos puede empezar a sentirse como un hábito con una seria desventaja.
Para los adictos al alcohol, el estrés de la pandemia y el distanciamiento social pueden hacer que la sobriedad sea un reto.
El alcohol y las drogas estimulan los neurotransmisores que producen placer. Estas sustancias también disminuyen el temor y la ansiedad, relajan los músculos y reducen el ritmo cardiaco, dijo R. Kathryn McHugh, profesora asistente de psicología en la Facultad de Medicina de Harvard y directora del Laboratorio de Estrés, Ansiedad y Consumo de Sustancias en el Hospital McLean, en Massachusetts.
“Lo complicado es que, entre mayor sea tu estrés, más se refuerza ese alivio”, señaló McHugh. “Cuando sentimos ese enorme alivio, eso hace que sea más probable que sigamos recurriendo a esa sustancia”.
Algunos médicos afirman que la pandemia ha elevado las probabilidades de conducta arriesgada.
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“Anticipo que veamos un aumento muy considerable en lo que llamo consumo nocivo de alcohol, que significa beber por arriba de los límites recomendados”, dijo Sarah Wakeman, médico especialista en adicciones en el Hospital General de Massachusetts, en Boston, a The Times.
Mhaira McFarlane, de 44 años, se encontró tomando tres o cuatro bebidas por noche cuando quedó confinada por primera vez en casa.
“No era para nada mi estilo de beber”, dijo McFarlane, una novelista en Nottingham, Inglaterra, a The Times. “Siempre he asociado beber con salir y socializar. Nunca tuve realmente la costumbre de abrir una botella de vino frente al televisor”.
Había estado pensando en beber menos antes de que azotara el coronavirus, y el hecho de beber sola la preocupaba. Despertó un día con dolor de cabeza y se dio cuenta que su cuerpo se estaba rebelando, así que decidió dejar de tomar durante dos noches. Eso fue hace dos meses y no ha tenido el deseo de beber desde entonces.
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