Apocalípticos expertos de Silicon Valley se reivindican
Ahora, con el COVID-19, se sienten justificados. Debidamente cubiertos con mascarillas y empapados de desinfectante, despotrican contra una prensa tecnológica que sienten que todavía en febrero se burlaba de ellos.
- Nellie Bowles
- - Publicado: 19/5/2020 - 06:00 pm
Durante años, una de las subespecies más objeto de sonrisas burlonas en el ecosistema de la tecnología fue la del Apocalíptico de Silicon Valley, hombres con trabajos blandos y paranoia endurecida. El desarrollador de videojuegos con una bolsa de emergencias; el inversionista de capital de riego con un búnker en Nueva Zelanda; el administrador de la nube que aprende a cazar con arco y flecha para un futuro de lucha por la supervivencia.
Ahora, con el COVID-19, se sienten justificados. Debidamente cubiertos con mascarillas y empapados de desinfectante, despotrican contra una prensa tecnológica que sienten que todavía en febrero se burlaba de ellos. Realizan —por supuesto— inversiones en empresas de arranque relacionadas con el COVID.
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The Prepared (Los Preparados), un blog con artículos como “Razones racionales por las que debes prepararte”, emerge como la voz de un movimiento. John Ramey lo inició en el 2018. “La gente se está dando cuenta de que las últimas décadas estables han sido un evento fortuito”, dijo. “Ahora es el coronavirus, pero la gente ha observado el cambio climático, la desigualdad, el capitalismo tardío y los sistemas posteriores a la Segunda Guerra Mundial desmoronándose”.
Observar todo esto es una cosa. Actuar con base en ello es otra. El momento en que empezó uno a prepararse para el coronavirus se ha convertido en quizás el dato más chic en Silicon Valley. Haberse dado cuenta pronto indicaba que uno era alguien que seguía con atención a China, ignoraba los canales de información oficiales, desestimaba las burlas y sabía cómo analizar datos.
Sam Altman, director de OpenAI, un grupo que estudia la inteligencia artificial, se convirtió en una figura insigne del movimiento de supervivencia del Área de la Bahía de San Francisco tras un artículo en la revista New Yorker en el 2016 en el que admitió que acumulaba “armas, oro, yoduro de potasio, antibióticos, baterías, agua, máscaras antigás de las Fuerzas de Defensa de Israel y un enorme terreno en Big Sur al que puedo volar”.
Para él, los primeros días del coronavirus capturaron una tensión persistente entre los líderes de la tecnología y una prensa que ellos ven desestimadora. “La pregunta interesante no es, ‘¿por qué acertó Silicon Valley?’. Es ‘¿cómo es que toda la demás gente se equivocó tanto?’”, dijo Altman.
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Ramey trabajó alguna vez como asesor para la Casa Blanca de Barack Obama y estuvo involucrado en un proyecto para mejorar los lazos entre el Departamento de Defensa y la industria de la tecnología. No lo hizo sentirse confiado respecto a la capacidad de EE.UU. para resistir una crisis. “Yo tenía esta creencia ingenua de que hay habitaciones llenas de gente inteligente que trabaja en problemas cruciales que enfrentamos y, una vez que entré a esa habitación, me di cuenta de lo equivocado que estaba”, dijo. “Literalmente todavía tenían nuestros códigos nucleares en disquetes”.
Cuando Donald J. Trump fue electo presidente, Ramey decidió que era momento de tomar en serio los preparativos para poder sobrevivir. En el 2016, se mudó del Área de la Bahía de San Francisco a Colorado. Quería transmitir el mensaje de que todo el mundo debería prepararse. Pero primero, tenía que lidiar con las percepciones populares de las personas que se preparan para lo peor: rurales, profundamente conservadores y paranoicos, que preparan sus búnkeres para un ataque nuclear furtivo o el Apocalipsis.
“Simplemente para averiguar cómo armar un kit para terremoto, había que escuchar a alguien hablar de cómo es que Hillary Clinton iba a robarse a tus hijos”, contó Ramey. Quería hacer que la escena fuera más hospitalaria para un grupo cosmopolita —urbano, liberal, preocupado por el cambio climático y la inestabilidad social. Fundó The Prepared e incluyó a Jon Stokes, un creador del sitio de tecnología Ars Technica.
“En mi propio círculo, había un sentido de una especie de ruptura en la que algo que se consideraba ampliamente que no era posible sucedió de pronto”, dijo Stokes sobre la elección de Trump.
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Ramey describe al público para The Prepared como “supervivencialistas racionales”. Muchos preferían prepararse discretamente, al no querer parecer excéntricos. El coronavirus cambió eso. The Prepared ha cuadruplicado su personal, de 3 a 12. Entre los inversionistas se cuentan los cofundadores de LivingSocial, Square, el creador de Google AdSense y Coinbase, así como los primeros ejecutivos en Facebook y Twitter.
Hay ironía en esto. Prepararse se requiere en parte debido a que la tecnología ayudó a hacer a la infraestructura económica tan eficiente. Los supermercados adoptaron sistemas de entregas justo a tiempo, perfeccionados por Silicon Valley. Los hospitales tenían sólo equipo adicional para algunos días.
“El prepararse para lo peor realmente es una decisión de tomar la flexibilidad que hemos eliminado del sistema al ‘optimizarlo’ e incluirla en nuestro propio balance general”, dijo Stokes, quien sobrelleva la pandemia en una granja cerca de Austin, Texas.
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