Panamá
Superintendente de Bancos teme por secuelas en la bajada de calificación de riesgo
Amauri Castillo expresó que perder el grado de inversión eleva el costo de los fondos" el cual se va a "trasladar" a los usuarios de banca en Panamá.
- Yessika Valdés
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- - Publicado: 05/3/2021 - 12:00 am
El superintendente de Bancos de Panamá (SBP), Amauri Castillo, aseguró que la rebaja de la calificación soberana del país BBB a BBB- podría ocasionar un aumento en el costo de los fondos, que a su vez tendrá una afectación para los ciudadanos, "porque si el costo de fondos aumenta, se va a trasladar".
El pasado mes de febrero Ficht Ratings degradó la calificación de riesgo de Panamá, sustentándose en el efecto de la pandemia sobre la economía y las finanzas públicas, pero manteniendo el grado de inversión a un solo peldaño de perder esta categoría.
"Trabajemos", cada quien desde su sector, "para procurar que no perdamos el grado de inversión", lo que tendría como "efecto inmediato" la posibilidad de un "aumento en el costo de los fondos" el cual se va a "trasladar" a los usuarios de banca en Panamá, un país que carece de banco central.
"En el tema de la calificación de riesgo no debe pasar desapercibido y que se debe trabajar para no perder el grado de inversión", indicó el Superintendente.
Castillo expresó que existe la necesidad de "avanzar hacia la consolidación fiscal" para preservar el grado de inversión del país, degradado por el golpe a la economía debido la pandemia, que llevó en el 2020 al derrumbe del crédito y de las utilidades de la banca.
A juicio del regulador, Panamá debe "avanzar hacia la consolidación fiscal para evitar nuevos ajustes a la calificación soberana: que las finanzas públicas se sigan manejando de manera responsable, sostenible, que el nivel de endeudamiento se mantenga en límites que permitan al país seguir adelante".
Afirmó que mantener el grado de inversión es un reto y además alertó a que perderlo supondría un ingrediente adicional adverso al ya complicado entorno económico, con una caída del producto interno bruto (PIB) en el 2020 del 17.9%, un desempleo de 18.5% a septiembre pasado, la tasa más alta en 20 años, y una informalidad del 52.8%.'
40%
disminuyeron los créditos nuevos desembolsados durante el 2020.
$74
mil 277 millones cerró la cartera de crédito, lo que supone una reducción de $3,302 millones respecto al ejercicio anterior.
En cuanto a los esfuerzos de Panamá por salir de las listas gris y negra y aún se mantiene, Castillo dijo que afecta la imagen, la reputación de Panamá, por lo que tenemos que salir y continuar trabajando en el plan de acción.
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El expresidente del Colegio Nacional de Economistas, Olmedo Estrada coincide con Castillo y agregó que Panamá debe hacer todo los esfuerzo para seguir conservando el grado de inversión.
"Todo lo que compone la economía se combina para tomar una decisión en la baja calificación de riesgo y en eso hay que trabajar", señaló.
Agregó que Panamá tiene una economía tipo rebote, la cual cae, pero con ese mismo impetud se levanta y no dura que este año podría crecer por encima del 5%
Baja en las utilidades y el crédito
El Centro Bancario Internacional concluyó el año con activos totales por $130,352 millones, cifra que representa un aumento de 4.29% respecto al cierre de 2019.
Aumentaron principalmente los activos líquidos, tanto por las operaciones estatales de captación de fondos, como por la decisión de los bancos de incrementar sus niveles de liquidez tras declararse la emergencia nacional el pasado mes de marzo.
Se registró una caída del 4.4% de la cartera crediticia, mientras que "los créditos nuevos desembolsados durante el 2020 sufrieron una reducción considerable, por el orden del 40%".
El resultado de la cartera de créditos "fue un reflejo de la situación económica", con una economía semiparalizada entre marzo y septiembre por las restricciones de movilidad para frenar la covid-19, dijo Castillo.
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La cartera de crédito cerró el ejercicio en $74,277 millones, lo que supone una reducción de $3,302 millones respecto al ejercicio anterior. De ese total, un 73% se corresponde a cartera local y el 27% restante a cartera extranjera.
Dentro de la cartera local, destacan los préstamos hipotecarios con un saldo de $16,340 millones, seguida por la cartera de préstamos personales, con $8,205 millones.
Por su parte, los depósitos totalizaron $95,196 millones, un crecimiento de 8.1% si lo comparamos con diciembre de 2019. Este comportamiento se debe a los incrementos en los depósitos locales, que crecieron por encima de $7,000 millones o 12.7%, mayormente influenciado por fondos obtenidos por el Gobierno Nacional, así como depósitos pertenecientes a personas y empresas, sostuvo Castillo.
Un efecto inverso de la situación fue el crecimiento en el 2020 en un 8.1% de los depósitos, lo que se atribuye a que los "hogares aumentaron su propensión al ahorro ante la incertidumbre, a las restricciones de movilidad y a los fondos provenientes de las indemnizaciones por liquidaciones" de empleo, explicó Castillo.
Mientras que, el índice de liquidez legal se situó cerca del 63.5% al cierre de 2020, mientras que el índice de adecuación de capital sobre activos ponderados por riesgo es de 15.89% para el CBI, casi el doble del mínimo regulatorio que es de 8%, según los datos oficiales.
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