Viejos discos panameños se venden hasta en mil dólares
Desde hace unos años, los coleccionistas de música buscan con afán producciones de artistas panameños o grabadas en este país. Los pequeños tirajes, la falta de reediciones, entre otros elementos, provocan que la discografía panameña alcance precios estratosféricos.
- José María Torrijos Legazpi
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- - Actualizado: 24/10/2019 - 10:54 am
A veces, un producto puede valer más 20 ó 30 años después de fabricado que al momento de su lanzamiento. Un claro ejemplo son los discos de vinilo, también conocidos como acetatos o LP, que son objetos de colección para muchos amantes de la música y por los cuales se pueden pagar hasta cientos o miles de dólares, según sea el caso.
En Panamá este fenómeno ha tomado fuerza en los últimos años: Una generación de coleccionistas, tanto locales como extranjeros, se han tomado la tarea de buscar y rescatar del olvido la discografía del istmo. Algunos lo hacen por su amor por la música y su deseo de recuperar el acervo nacional; otros porque ven una oportunidad de negocio.
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En páginas especializadas de compra y venta de discos de segunda, se han subastado producciones panameñas que superan los mil dólares. Por ejemplo, hace un tiempo, salió al mercado un LP del pianista Víctor Boa, A bailar con Víctor Boa y su música, el cual se vendió en $1,143, comenta el historiador musical Mario García Hudson.
Los discos de Boa son altamente cotizados. Cuenta Carlos Iván Zúñiga Grifo, músico y radiodifusor, que en una ocasión le mostró una producción de Víctor Boa que tenía en la fonoteca de Radio 10, su emisora, a dos coleccionistas. “Cuando vieron el disco se volvieron locos y empezaron a ofrecerme dinero por éste. Cada que uno mencionaba una cifra, el otro daba un número mayor. Y así se fueron hasta llegar a varios cientos de dólares”. La escena sorprendió y causó gracia a Zúñiga Grifo, quien no tenía la intención de vender el vinilo.
Y así, se registran casos en el que se pagan varios cientos de dólares de álbumes de músicos panameños o grabados en este país. Por ejemplo, por los discos en solitario del timbalero y cantante George De León (quien saltase a la fama como miembro de Bush y su Nuevo Sonido) se ofrecen sumas que superan los $500.
Tan solo unas semanas atrás se estaba vendiendo un LP de 1963 en $400. Era un disco de un grupo zoneíta llamado The Lancers. No la primera; pero, posiblemente, una de las primeras grabaciones de rock realizadas en Panamá.
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Entrevistado a finales de junio de este año por el cierre de su discotienda, Fontainebleau, después de 49 años operando, el comerciante Néstor Jiménez se refería a la venta de discos de segunda:
-¿Sabe que hay discos de Panamá que en Internet están por arriba de los 300 dólares?
-¿Sí? Ese es un buen negocio para el que se dedica a eso, imagino.
-¿Qué le parece que un disco cueste tanto?
-Terrible, algo raro está pasando con la música que yo no me di cuenta.
Jiménez tuvo que rematar todo el producto que tenía en la bodega de Fontainebleau: Discos compactos entre $2.95 y $4.95; discos de vinil a dólar.
En la página discogs.com, una de las mayores plataformas para la venta de discos de segunda, actualmente, se está vendiendo una copia del disco Conozco a los dos de The Exciters en €637 ($705.51).
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Material exótico
El mercado panameño siempre ha sido pequeño y los tirajes de discos siempre han sido muy limitados y rara vez hay reediciones.
Por eso, el material de músicos panameños o producido en este país es tan cotizado, explica García Hudson: la gran mayoría de la discografía panameña está descatalogada y las copias que hay en la calle son escasas y son difíciles de ubicar.
Hay material de calidad que no tuvo éxito en su momento (o que fue muy popular en el istmo, pero es desconocido fuera de las fronteras de Panamá), que hoy en día está siendo redescubierto y revalorado.
Eso ha dado paso a la especulación en el mercado, asegura el historiador.
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No hay forma de hablar cifras oficiales sobre el tamaño de los tirajes en Panamá (esa información se la reservan las casas disqueras, los productores o los artistas, según sea el caso); sin embargo, fuentes vinculadas al negocio de la música indican que un prensaje regular, por lo general, puede rondar entre los 500 y mil discos.
Solo los artistas más populares (exponentes de la música típica, el reggae o, en su momento, los Combos Nacionales) vendían cantidades por encima de las dos mil copias hasta llegar a la decena. Casos muy excepcionales como “La Parranda” de Toby Muñoz, se dice, llegaron al centenar de miles de vinilos.
“El primer pedido que hice de La Parranda fue de diez mil discos. Después, pedía mil o dos mil copias semanales. Y eso duró, por lo menos, un año y medio. Ellos fácilmente vendieron cien mil copias de esa producción”, asegura Néstor Jiménez.
Actualmente, en discogs.com hay a la venta más de medio centenar de discos de diversas ediciones de“La Parranda”. Los precios van desde €4 ($4.33) hasta los €15 ($16.60).
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