Un boomerang demuestra que el universo es plano
Publicado 2000/08/26 23:00:00
- James Sinclair
El universo es "casi plano", según los últimos datos que ha enviado un globo estratosférico que vuela sobre la Antártida. Un equipo de expertos internacionales, en el que toman parte científicos británicos, examinan la estructura del universo como era unos 300.000 millones años después del llamado "Big Bang", la gran explosión que se supone que dio origen a nuestras galaxias tal como hoy las conocemos.
Este fue un momento clave en la formación del universo, cuando los electrones y los protones que navegaban libremente por el espacio se unieron formando los átomos, produciendo enormes fuentes de radiaciones. Los restos de esas radiaciones, algunos de los cuales todabía llegan hasta nosotros, son los que nos pueden aportar más datos de ese momento remoto en el tiempo.
Desde que Einstein dijo que el espacio "era curvo" no han cesado las discusiones sobre la posible geometría del cosmos. Pero para los astrónomos "plano" no significa lo mismo que para la gente de la calle. Significa que cumple estrictamente las leyes de la geometría, es decir, que los rayos de luz se propagan rectos, sin "cuvarse" por la fuerza de la gravitación universal. Los datos del proyecto Boomerang (Balloon Observations of Millimetric Extragalatic Radiation and Geophysics) confirman más qu enunca que, en efecto, nuestro universo es "plano".
El grupo internacional de científicos británicos, italianos y estadounidenses fabricó un telescopio especial para instalarlo en un globo, con un receptor criogénico de microondas para medir las radiaciones procedentes del Big Bang, con una precisión sin precedentes. Esto tiene por objeto obtener prubas científicas sólidas que confirman o rechazarán las ideas sobre la densidad del universo y la curvatura del espacio-tiempo. Los resultados de la misión fueron las primeras imágnes en detalle del resto de radiaciones de microondas del fondo cósmico en una amplia zona del universo. Todo ello se explica en un artículo aparecido recientemente en la revista científica Nature.
Esas radiaciones ofrecen un mapa de gran precisión de los restos del calor que se produjo tras el Big Bang, equivalente a un objeto que estuviera pocos grados por encima del cero absoluto (-273 grados C). Las mínimas variaciones de temperatura observadas en el fondo cósmico, aunque sean sólo de cienmilésimas de grado, permiten a los científicos confirmar o rechazar distintos modelos de cómo se formó y expandió el universo.
Procesar los mil millones de medidas tomadas durante el proyecto ha llevado más de un año. Para ello se ha utilizado un superordenador Cray T3E, pues si la tarea se hubiera intentado hacer en un PC se hubiera tardado más de seis años. El análisis de las imágenes recibidas indica que el universo es plano (con una precisión de más/menos 10 por 100, lo que supone que se proyectaran dos rayos laser hacia el universo, se mantendrán siempre paralelos. Este descubrimiento da más importancia a la llamada "teoría inflacionaria", según la cual el universo se expandió enormemente tras su formación, pasando de una partícula subatómica al tamaño de un balón de baloncesto en una fracción de segundo.
Las imágenes indican también que el universo se irá estabilizando poco a poco, llegando a un equilibrio crítico entre la fase de expansión explosiva y la fuerza de la gravedad. Estos resultados descartan la noción de "universo abierto", es decir, que se seguirá expandiendo continuamente, y la de "universo cerrado", que propugnaba el fin del universo mediante implosión. El profesor Peter Ade, físico del Queen Mary Callege, de la universidad de Londres, que ha tomado parte en el proyecto, dice: "Los resultados son enormemente interesantes, pues en muchos casos nos harán revisar lo que habíamos dicho hasta ahora sobre la historia del universo".
El Boomerang está equipado con detectores ultrasensibles e instalado a bordo de un globo de un millón de metros cúbicos (del tamaño de un estadio grande), que voló sobre la Antártida a una altura de 35 km durante 11 días.
En el momento del Big Bang, el universo era una "sopa primordial" de plasma a una temperatura y con una luz similar a la del Sol. Su expansión convirtió era enorme luz en un conjunto de radiciones de microondas casi uniformes, que es lo que todabía hoy pueden detectar los científicos. Midiendo esas radiaciones con una precisión que nunca se había alcanzado, los científicos han producido mapas de ese universo primitivo en los que aparecen los puntos fríos y calientes que indican su distinta densidad.
Con estos fenómenos se estudian 15.000 millones de años después, esos puntos se han convertido ya en galaxias o grups de galaxias. "Son las primeras imágenes enlas que podemos ver realmente cómo era la densidad del universo primitivo de modo que, en cierto sentido, son los objetos más distantas que se han visto nunca", dice el Dr. Philip Maukopt, miembro del equipo y astrónomo de la universidad de Cardiff, Gales.
Una análisis más a fondo de estos mapas permitirá obtener otros parámetros fundamentales del universo, como la "materia bariónica" de la que están hechos los planetas y las estrellas, o la "materia oscura", formada por partículas pesadas cuya natualeza se desconoce, o la posible existencia de energía vacía que forma la llamada "constante cosmológica", una idea que propuso Einstein pero que rechazó más tarde.
El plan Boomerang comenzó hace ocho años. El equipo británico, con base en el Queen Mary College y financiado por la Particle Physics and Astronomy Research Council (PPARC), ha fabricado los filtros que han permitido hacer las medidas de las radiaciones con gran sensibilidad.
Los 36 miembros que participan en el proyecto trabajan en 16 universidades y organismos del Reino Unido, Canadá, Italia y Estados Unidos. Además del PPARC, en la financiación del proyecto participan la Agencia Espacial italiana, el Programa Italiano de Investigación de la Antártida, la universidad de Roma, la universidad italiana La Sapienza y la National Science Foundation de Estados Unidos.
Este fue un momento clave en la formación del universo, cuando los electrones y los protones que navegaban libremente por el espacio se unieron formando los átomos, produciendo enormes fuentes de radiaciones. Los restos de esas radiaciones, algunos de los cuales todabía llegan hasta nosotros, son los que nos pueden aportar más datos de ese momento remoto en el tiempo.
Desde que Einstein dijo que el espacio "era curvo" no han cesado las discusiones sobre la posible geometría del cosmos. Pero para los astrónomos "plano" no significa lo mismo que para la gente de la calle. Significa que cumple estrictamente las leyes de la geometría, es decir, que los rayos de luz se propagan rectos, sin "cuvarse" por la fuerza de la gravitación universal. Los datos del proyecto Boomerang (Balloon Observations of Millimetric Extragalatic Radiation and Geophysics) confirman más qu enunca que, en efecto, nuestro universo es "plano".
El grupo internacional de científicos británicos, italianos y estadounidenses fabricó un telescopio especial para instalarlo en un globo, con un receptor criogénico de microondas para medir las radiaciones procedentes del Big Bang, con una precisión sin precedentes. Esto tiene por objeto obtener prubas científicas sólidas que confirman o rechazarán las ideas sobre la densidad del universo y la curvatura del espacio-tiempo. Los resultados de la misión fueron las primeras imágnes en detalle del resto de radiaciones de microondas del fondo cósmico en una amplia zona del universo. Todo ello se explica en un artículo aparecido recientemente en la revista científica Nature.
Esas radiaciones ofrecen un mapa de gran precisión de los restos del calor que se produjo tras el Big Bang, equivalente a un objeto que estuviera pocos grados por encima del cero absoluto (-273 grados C). Las mínimas variaciones de temperatura observadas en el fondo cósmico, aunque sean sólo de cienmilésimas de grado, permiten a los científicos confirmar o rechazar distintos modelos de cómo se formó y expandió el universo.
Procesar los mil millones de medidas tomadas durante el proyecto ha llevado más de un año. Para ello se ha utilizado un superordenador Cray T3E, pues si la tarea se hubiera intentado hacer en un PC se hubiera tardado más de seis años. El análisis de las imágenes recibidas indica que el universo es plano (con una precisión de más/menos 10 por 100, lo que supone que se proyectaran dos rayos laser hacia el universo, se mantendrán siempre paralelos. Este descubrimiento da más importancia a la llamada "teoría inflacionaria", según la cual el universo se expandió enormemente tras su formación, pasando de una partícula subatómica al tamaño de un balón de baloncesto en una fracción de segundo.
Las imágenes indican también que el universo se irá estabilizando poco a poco, llegando a un equilibrio crítico entre la fase de expansión explosiva y la fuerza de la gravedad. Estos resultados descartan la noción de "universo abierto", es decir, que se seguirá expandiendo continuamente, y la de "universo cerrado", que propugnaba el fin del universo mediante implosión. El profesor Peter Ade, físico del Queen Mary Callege, de la universidad de Londres, que ha tomado parte en el proyecto, dice: "Los resultados son enormemente interesantes, pues en muchos casos nos harán revisar lo que habíamos dicho hasta ahora sobre la historia del universo".
El Boomerang está equipado con detectores ultrasensibles e instalado a bordo de un globo de un millón de metros cúbicos (del tamaño de un estadio grande), que voló sobre la Antártida a una altura de 35 km durante 11 días.
En el momento del Big Bang, el universo era una "sopa primordial" de plasma a una temperatura y con una luz similar a la del Sol. Su expansión convirtió era enorme luz en un conjunto de radiciones de microondas casi uniformes, que es lo que todabía hoy pueden detectar los científicos. Midiendo esas radiaciones con una precisión que nunca se había alcanzado, los científicos han producido mapas de ese universo primitivo en los que aparecen los puntos fríos y calientes que indican su distinta densidad.
Con estos fenómenos se estudian 15.000 millones de años después, esos puntos se han convertido ya en galaxias o grups de galaxias. "Son las primeras imágenes enlas que podemos ver realmente cómo era la densidad del universo primitivo de modo que, en cierto sentido, son los objetos más distantas que se han visto nunca", dice el Dr. Philip Maukopt, miembro del equipo y astrónomo de la universidad de Cardiff, Gales.
Una análisis más a fondo de estos mapas permitirá obtener otros parámetros fundamentales del universo, como la "materia bariónica" de la que están hechos los planetas y las estrellas, o la "materia oscura", formada por partículas pesadas cuya natualeza se desconoce, o la posible existencia de energía vacía que forma la llamada "constante cosmológica", una idea que propuso Einstein pero que rechazó más tarde.
El plan Boomerang comenzó hace ocho años. El equipo británico, con base en el Queen Mary College y financiado por la Particle Physics and Astronomy Research Council (PPARC), ha fabricado los filtros que han permitido hacer las medidas de las radiaciones con gran sensibilidad.
Los 36 miembros que participan en el proyecto trabajan en 16 universidades y organismos del Reino Unido, Canadá, Italia y Estados Unidos. Además del PPARC, en la financiación del proyecto participan la Agencia Espacial italiana, el Programa Italiano de Investigación de la Antártida, la universidad de Roma, la universidad italiana La Sapienza y la National Science Foundation de Estados Unidos.
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