Talasoterapia, cuando el mar cura
Publicado 2004/01/22 00:00:00
La historia de la talasoterapia es paralela a la historia de las aguas termales. Desde tiempos muy remotos se tiene conocimiento del uso del agua del mar, así como de otros componentes marinos, en terapias curativas.
Los balnearios de todo el mundo apuestan por una nueva forma de entender el mar, la talasoterapia, que consiste en dejar que el agua del mar cure los excesos y las impurezas que acumula nuestro organismo. En definitiva, agua, algas y barros para nutrir y sanar el cuerpo.
La talasoterapia se sirve de los elementos procedentes del mar para curar dolencias, prevenir enfermedades y, a la vez, embellecer. Del griego "thalasa", que significa mar, y "terapia", cura y control médico, se define como el tratamiento de hidroterapia mediante el uso de agua del mar con aplicaciones de algas, arenas, lodos, así como fangos y limos de los fondos marinos.
Dentro del marco del turismo de la salud, la talasoterapia actualmente se muestra como uno de los tratamientos más importantes que desarrollan y potencian los balnearios y centros especializados más prestigiosos de todo el mundo, así como diferentes zonas turísticas que poseen en sus aguas una gran variedad y riqueza.
La talasoterapia es un método natural y respetuoso con el organismo humano. El agua del mar es recogida a más de 1 mil metros de la orilla de mar y depurada con los rayos ultravioletas, esterilizándola para garantizar la total ausencia de gérmenes patógenos para su posterior tratamiento terapéutico.
Se utiliza a una temperatura de 36 grados, lo que permite una mejor absorción a través de la piel, de los contenidos minerales beneficiosos y necesarios para la salud, que se pierden por enfermedad o molestias en el organismo y por el trabajo diario. Sin olvidar el movimiento de las olas del mar, que producen un efecto de hidromasaje por la superficie corporal.
Entre los diversos tratamientos que ofrecen los balnearios destacan los de recubrimiento del cuerpo con algas liofilizadas, cataplasmas de fangos, inmersiones en agua del mar durante un tiempo y a una temperatura determinada, con aplicación de chorros subacuáticos o de burbujas.
Los centros también ofrecen masajes con chorros de agua a alta presión en zonas localizadas, técnicas de masajes, gimnasia en piscinas, drenajes linfáticos mediante sistemas de cámaras de aire, ejercicios al aire libre en agua de mar y sesiones de relajación dentro de piscinas climatizadas.
La talasoterapia está indicada para mejorar diferentes afecciones musculares, reumáticas, dermatológicas, cardíacas, infecciosas, metabólicas, nerviosas o estados de fatiga. También sirve para la recuperación de trastornos por acumulación de grasa ante los procesos de celulitis y obesidad.
El mar contiene potasio, calcio y azufre, que sirven para mantener el tono cardíaco y muscular, y para combatir el reumatismo. A su vez, el fondo marino también se compone de yodo y magnesio, que actúan como desinfectantes y son muy beneficiosos para problemas de tiroides. Además, el magnesio es un antioxidante, que ayuda a que las células resistan mejor el paso del tiempo y refuerza el sistema inmunológico.
Los expertos aseguran que las curas con talasoterapia son eficaces a partir del tercer día, que es cuando el cuerpo se deshace de las toxinas. Al eliminarlas se siente cansancio, pero al final del proceso, que puede llegar a ser de hasta seis días, el cuerpo es capaz de mantener durante seis meses o un año la vitalidad ganada.
Las algas tienen un alto contenido de carbohidratos, proteínas, vitaminas, especialmente minerales, que proveen hasta un 10 por ciento más de hierro y calcio que muchos productos lácteos. Pero no sólo es reconocida su faceta alimenticia, también se ha comprobado que las algas tienen efectos contra las bacterias, antivirales y anticancerígenos.
Así mismo, se ha descubierto que varios tipos de algas tienen efectos antibióticos y se utilizan para combatir los dolores reumáticos y musculares, al nutrirse de las vitaminas A, B, C, E, F, K del mar. Esta combinación de sustancias marinas funciona muy bien contra la tensión y el insomnio.
La historia de la talasoterapia es paralela a la historia de las aguas termales. Desde tiempos muy remotos se tiene conocimiento del uso del agua del mar, así como de otros componentes marinos, en terapias curativas. Se han encontrado muchas referencias que así lo demuestran.
Existen escritos de la Antigua Grecia en los que Hipócrates, el "Padre de la Medicina", recomienda la utilización del agua del mar como terapia de dolencias. En Egipto aparecieron papiros en los que se hablaba del poder de los yodos del río Nilo. Así mismo, durante la época romana con las conocidas aguas termales se estudian nuevos tratamientos con aguas minero-medicinales.
En la época medieval comienza a decaer su utilización hasta llegar al siglo XVIII, que renace con la hidroterapia y con la creación de nuevas técnicas con aplicación de agua de mar.
La talasoterapia se sirve de los elementos procedentes del mar para curar dolencias, prevenir enfermedades y, a la vez, embellecer. Del griego "thalasa", que significa mar, y "terapia", cura y control médico, se define como el tratamiento de hidroterapia mediante el uso de agua del mar con aplicaciones de algas, arenas, lodos, así como fangos y limos de los fondos marinos.
Dentro del marco del turismo de la salud, la talasoterapia actualmente se muestra como uno de los tratamientos más importantes que desarrollan y potencian los balnearios y centros especializados más prestigiosos de todo el mundo, así como diferentes zonas turísticas que poseen en sus aguas una gran variedad y riqueza.
La talasoterapia es un método natural y respetuoso con el organismo humano. El agua del mar es recogida a más de 1 mil metros de la orilla de mar y depurada con los rayos ultravioletas, esterilizándola para garantizar la total ausencia de gérmenes patógenos para su posterior tratamiento terapéutico.
Se utiliza a una temperatura de 36 grados, lo que permite una mejor absorción a través de la piel, de los contenidos minerales beneficiosos y necesarios para la salud, que se pierden por enfermedad o molestias en el organismo y por el trabajo diario. Sin olvidar el movimiento de las olas del mar, que producen un efecto de hidromasaje por la superficie corporal.
Entre los diversos tratamientos que ofrecen los balnearios destacan los de recubrimiento del cuerpo con algas liofilizadas, cataplasmas de fangos, inmersiones en agua del mar durante un tiempo y a una temperatura determinada, con aplicación de chorros subacuáticos o de burbujas.
Los centros también ofrecen masajes con chorros de agua a alta presión en zonas localizadas, técnicas de masajes, gimnasia en piscinas, drenajes linfáticos mediante sistemas de cámaras de aire, ejercicios al aire libre en agua de mar y sesiones de relajación dentro de piscinas climatizadas.
La talasoterapia está indicada para mejorar diferentes afecciones musculares, reumáticas, dermatológicas, cardíacas, infecciosas, metabólicas, nerviosas o estados de fatiga. También sirve para la recuperación de trastornos por acumulación de grasa ante los procesos de celulitis y obesidad.
El mar contiene potasio, calcio y azufre, que sirven para mantener el tono cardíaco y muscular, y para combatir el reumatismo. A su vez, el fondo marino también se compone de yodo y magnesio, que actúan como desinfectantes y son muy beneficiosos para problemas de tiroides. Además, el magnesio es un antioxidante, que ayuda a que las células resistan mejor el paso del tiempo y refuerza el sistema inmunológico.
Los expertos aseguran que las curas con talasoterapia son eficaces a partir del tercer día, que es cuando el cuerpo se deshace de las toxinas. Al eliminarlas se siente cansancio, pero al final del proceso, que puede llegar a ser de hasta seis días, el cuerpo es capaz de mantener durante seis meses o un año la vitalidad ganada.
Las algas tienen un alto contenido de carbohidratos, proteínas, vitaminas, especialmente minerales, que proveen hasta un 10 por ciento más de hierro y calcio que muchos productos lácteos. Pero no sólo es reconocida su faceta alimenticia, también se ha comprobado que las algas tienen efectos contra las bacterias, antivirales y anticancerígenos.
Así mismo, se ha descubierto que varios tipos de algas tienen efectos antibióticos y se utilizan para combatir los dolores reumáticos y musculares, al nutrirse de las vitaminas A, B, C, E, F, K del mar. Esta combinación de sustancias marinas funciona muy bien contra la tensión y el insomnio.
La historia de la talasoterapia es paralela a la historia de las aguas termales. Desde tiempos muy remotos se tiene conocimiento del uso del agua del mar, así como de otros componentes marinos, en terapias curativas. Se han encontrado muchas referencias que así lo demuestran.
Existen escritos de la Antigua Grecia en los que Hipócrates, el "Padre de la Medicina", recomienda la utilización del agua del mar como terapia de dolencias. En Egipto aparecieron papiros en los que se hablaba del poder de los yodos del río Nilo. Así mismo, durante la época romana con las conocidas aguas termales se estudian nuevos tratamientos con aguas minero-medicinales.
En la época medieval comienza a decaer su utilización hasta llegar al siglo XVIII, que renace con la hidroterapia y con la creación de nuevas técnicas con aplicación de agua de mar.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.